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Finaliza la obra del primer tramo del acceso del Topo al centro de Donostia
El montaje de la vía y la catenaria entre Lugaritz y Miraconcha se realizará cuando concluyan los trabajos hasta Easo, con el objetivo marcado de finalizar en 2025
La sensación es la de una instalación futurista en un paisaje sin rastro humano, desértico. Impone. Aún falta su razón de ser, el montaje de la vía y la catenaria, pero la obra civil del tramo entre Lugaritz y Miraconcha de la variante del Topo en Donostia ha concluido, según explicó ayer el consejero vasco de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, en su visita a la futura estación de Benta Berri.
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El montaje de la infraestructura viaria se realizará conjuntamente a la finalización del segmento Miraconcha-Easo, que avanza «más despacio» por la «complejidad» que supone el terreno, pero se mantiene la previsión más optimista de 2025 como el año en el que se pondrá en funcionamiento la nueva infraestructura que va a suponer «una revolución» para la movilidad de San Sebastián «y por extensión para Gipuzkoa», alabó el consejero socialista.
Arriola compareció junto al viceconsejero de Infraestructuras y Transportes, Pedro Marco, y accedió a la estación desde una de sus dos bocas, la ubicada frente al polideportivo del barrio, en la calle Xalbador Bertsolari, que consta de 121 metros -la otra, en la plaza de Benta Berri, supone 146 metros-. La marquesina exterior, cuya estructura de acero inoxidable fue izada el pasado día 9, lucía ayer ya la lámina vítrea que cubre el techo y podrá ser iluminada por la noche. El sol de ayer a media mañana contribuía a agudizar la imagen del coral que pretendía evocar el estudio noruego Snohetta que ha diseñado las conocidas como 'coralinas'.
Los datos
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2.140 metros comprende el tramo que discurre entre Lugaritz y Miraconcha. Su profundidad máxima es de 83 metros.
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166.000 metros cúbicos de tierra se han excavado en las obras. La estación de Benta Berri contará con dos bocas de acceso.
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Desde Miraconcha La horadación del túnel desde los relojes del paseo está a unos 200 metros de alcanzar la estación.
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Desde Morlans La perforación está cerca de alcanzar la terminal del Centro-La Concha.
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Marquesinas No se instalarán hasta 2024.
Según detalló Arriola, para la construcción de los 2.140 metros del trecho entre Lugaritz y Miraconcha, que presenta una profundidad máxima de 83 metros, se tuvo que «excavar y remover 166.000 metros cúbicos de tierra». Para ello, fue necesario ejecutar dos rampas de ataque: una en Pío Baroja, compartida con los trabajos del tramo anexo de Miraconcha-Easo y con una longitud de 473 metros, y otra en la avenida de Zarautz, de 188 metros.
Avance prudente en La Concha
Finalizado el primer segmento de entrada del Topo por el centro donostiarra, Euskal Trenbide Sarea mantiene sus esfuerzos en el tramo 2, el que va desde la zona de «los relojes» de La Concha hasta Easo. Arriola precisó que la perforación emprendida desde Morlans llegará «en breve» al punto donde se ubicará la terminal de Centro-La Concha. Desde el otro sentido, frente a la playa, aún restan unos 200 metros. «Avanzamos en tramos de seis metros. Se trata el terreno con inyecciones y se excava por fases», tal como fue establecido en el proyecto aprobado por la dirección de Costas y el Cedex, «que son los dos organismos que han validado los métodos de excavación». De este modo, se trata de asegurar la respuesta del terreno arenoso a las paulatinas horadaciones que entrañan los túneles.
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Arriola reconoció que se trata de «una de las obras más complejas» que ha abordado su departamento, el cual hasta la fecha ha tenido que «lidiar» con distintos problemas técnicos, lo que obliga a avanzar «lentamente». Sin embargo, el exalcalde de Eibar no prevé, «en principio», nuevos sobrecostes.
Respecto a la futura estación de Easo, que sustituirá a la actual, en estos momentos los técnicos trabajan «en el montaje del carro portaencofrados con el fin de llevar a cabo el revestimiento estructural con hormigón», mientras en superficie siguen las obras de los cañones de acceso de la calle Loiola (frente al Buen Pastor) y la plaza Xabier Zubiri (ante el hotel de Londres), cuyas 'coralinas' no se instalarán hasta 2024.
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21.000 metros cuadrados
Arriola subrayó que cuando en el futuro se estrene la variante subterránea entre Lugaritz y Easo (4,2 kilómetros), además de liberar a la ciudad una superficie de 21.000 metros cuadrados, se logrará «eliminar el fondo de saco que en la actualidad supone la estación de Amara» entre el este y el oeste de la ciudad, se ofrecerá «un nuevo modo de transporte» a las zonas de Antiguo, Universidades y Centro», y «mejorará sustancialmente los tiempos de viaje» entre Zumaia y Hendaia. Asimismo, el desarrollo de la variante entre Altza y Galtzaraborda (Errenteria) permitirá «eliminar el viaducto de Pasaia», una histórica reclamación por parte del distrito de Antxo.
De momento, la conclusión de la obra civil entre Lugaritz y Miraconcha permitirá «devolver a la ciudad casi 10.000 metros cuadrados de superficie que hemos tenido que ocupar durante su ejecución», dijo Arriola. Las ocupaciones que permanecerán hasta que el servicio ferroviario se ponga en marcha, corresponden al vallado de seguridad de las dos 'coralinas' de acceso, el ascensor y los pozos de ventilación. Por ello, Arriola agradeció «la paciencia de los vecinos» para soportar las «incomodidades» generadas por las obras, pero se mostró «convencido» de que la puesta en marcha del nuevo servicio público «compensará con creces» las molestias causadas. Habrá que esperar aún para comprobarlo.
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