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El temporal parte en dos el paseo de Ondarreta
Las mareas vivas han reabierto los boquetes del muro de costa, han quebrado la solera del pavimento y se han llevado una parte del murete que delimita con los jardines
El amanecer del día de este viernes en Ondarreta se ha asemejado al del 2 de febrero de 2014 cuando un temporal arrasó buena parte ... de la costa vasca. Los operarios encargados de la reconstrucción de las escaleras y cien metros del muro de costa llevaban dos días tratando de lidiar con el temporal y las mareas vivas y el mar les ha recordado esta noche que llevan todas las de perder. El Cantábrico, en una nueva demostración de poderío, ha partido el paseo en dos, ha quebrado la solera e incluso se ha llevado una parte del murete que separa los jardines.
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La noticia positiva es que las mareas vivas han comenzado a remitir y que los trabajos tienen dos semanas para avanzar en las medidas de contención. La negativa es que, dos semanas después de iniciadas las obras de reconstrucción del muro de costa, Ondarreta está más magullada que entonces y que, posiblemente, requiera de más trabajos. Los operarios han estado esta semana más pendientes de apagar los nuevos 'fuegos' provocados por el mar que de avanzar en consolidar el muro.
El concejal de Mantenimiento Urbano, Carlos García, que se ha pasado esta semana media jornada de cada día en Ondarreta, señaló ayer que «mi preocupación ya no es llegar a cumplir el plazo de ejecución, sino que los destrozos no vayan a más y alcancen los jardines». Las obras de reposición del muro de costa tenía previsto cambiar parte de la solera del paseo, pero sin llegar al murete que delimita con los jardines. Pero esta pasada noche el mar ha obligado a cambiar los planes municipales.
Peligrosa combinación
La combinación de temporal de olas y mareas vivas volvió a ser una combinación explosiva y la marea no es que abriera nuevos boquetes en el muro de costa sino que directamente partió el paseo en dos ante la endeble defensa existente hoy en el límite de la playa. Los operarios se han pasado la mañana de hoy limpiando de escombros la zona y construyendo una nueva escollera provisional con bloques de piedra de 3.000 kilos, más grandes que los que se había colocado la víspera y que no opusieron la suficiente resistencia al mar.
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Ante la necesidad de avanzar en las obras, los operarios van a trabajar todos los días de este fin de semana, pese al puente festivo. La de la próxima noche será la última de mareas vivas «y «confiamos en que aguante la escollera», apuntó el concejal. A partir de mañana, se empezarán a hundir en la arena las tablestacas, los 'cajones' metálicos que permitirán construir la cimentación del nuevo muro de costa.
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