«Me pidieron que les llevara en taxi y me pegaron dos puñetazos en la cara»

Todo comenzó, asegura la víctima que pide guardar el anonimato, cuando los dos varones entraron en el taxi en la Avenida de la Libertad, hacia las 1.15 horas de la madrugada, con una «actitud agresiva y uno de ellos en estado ebrio». Sandra instó al hombre que se encontraba en peor estado por el consumo de alcohol que se bajara del vehículo si iba a vomitar.

Después, la taxista, de origen colombiano, les preguntó si estaban en condiciones de continuar con el trayecto, a lo que los dos varones respondieron afirmativamente. De vuelta en el taxi, los dos hombres empezaron a insultar a Sandra de manera agresiva con expresiones tales como «colombiana de mierda» o «te va a pagar tu puta madre», por lo que decidió detener de nuevo el coche para pedir que se marcharan definitivamente. Al salir del vehículo, uno de ellos, el que se encontraba en estado ebrio, pegó dos puñetazos en la cara a Sandra, rompiéndole sus gafas y dejándole la cara hinchada. «Es algo terrible que te agredan, tanto verbal como físicamente, en el trabajo. Te sientes indefensa. Me encuentro fatal, me duele mucho el cuello, la nariz y la cabeza. Y mentalmente esta situación también es muy dolorosa», asiente la taxista.

Los dos sujetos fueron detenidos casi inmediatamente después de la agresión ya que un compañero de Sandra, que fue alertado por el botón de emergencia que tienen los taxistas para este tipo de casos, acudió a una patrulla de agentes de la Ertzaintza que se encontraba cerca del lugar de los hechos. La víctima, que se hallaba «profundamente desorientada» tras la agresión, hizo el parte de lesiones y volvió a su casa «sin ni siquiera darme cuenta de que había perdido las gafas».

Por su parte, los dos hombres ya han sido identificados y se han abierto diligencias contra ellos tras la denuncia interpuesta por Sandra en calidad de investigados por agresión, al igual que por estafa ya que se fueron sin pagar el costo del viaje, tal y como han confirmado desde el Departamento de Seguridad.

Ahora, la taxista reconoce que se encuentra «fatal» porque «no puede ser que tenga que salir con miedo a trabajar de noche». No es la primera vez, además, que sufre un encontronazo violento con algún cliente, si bien nunca había llegado a este punto. Con todo, señala que esto «no es lo normal. Donostia es una ciudad muy tranquila y la gente generalmente es educada y agradecida. Es raro que pasen estas cosas». Lo único que espera es que no tenga que volver a sufrir estos incidentes violentos y agradece el apoyo que le han brindado sus compañeros de trabajo.

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, se ha pronunciado al respecto a través de su cuenta de Twitter. Mediante una publicación, el primer edil donostiarra ha expresado que «actitudes como la ocurrida a la taxista de Taxi Vallina son intolerables. Toda nuestra solidaridad al colectivo de taxistas de la ciudad y un abrazo y pronta recuperación a la profesional agredida».

El incidente ha causado una ola de indignación entre la ciudadanía, que reclama má seguridad para los trabajadores del transporte público y privado.