Sirimiri: Paradas de bus en un parque «precioso»

Escribe E. F. Z.: «Contestando a John Bradley, estoy de acuerdo con Vd., pero me permito decirle que pierde el tiempo. Amara está olvidado (solo aparecen en época electoral, y la Guardia Municipal ni entonces). Es el 'sparring' de obras (como toda la ciudad), de cortar el tráfico por eventos deportivos –que nos impiden aparcar e incluso acceder a nuestros garajes–, de soportar hinchadas y un sinfín de temas. Puede añadir la plaza Aita Donostia, con su monte y arbolitos, de una belleza y significado impresionante. Con este arsenal, me parece una desfachatez (solo digna de ellos) que se involucren en la fachada de su casa».

Comenta L. Allen: «Leo el escrito de Irune en el que expresa su crítica al servicio de Dbus en días de lluvia en Donosti. Totalmente de acuerdo, es manifiesto y compartido. Solo hay que escuchar a la gente. Pero quiero añadir, también sobre Dbus, el servicio de Donosti a Bilbo. El ordinario, el de toda la vida. Y en este caso, el viacrucis es permanente. Ya acabó el tiempo en que uno sabía la hora de llegada. A las inclemencias meteorológicas, que sin duda agravan la situación, se añaden la absoluta saturación de los buses, las incidencias un día sí y otro también en la A8, por la enorme densidad de tráfico que soporta (¡menuda facturación!) y el impresentable sistema de acceso a los buses, pasando lista en un papel, uno a uno. Diez minutos tarde, de saque. Y no hablamos hoy de inseguridad. El resultado es muy claro: el servicio es malo, y empeora con el tiempo. Ir de Donosti a Bilbo por la A8 es una cruz que tiene atrapados a un numeroso colectivo de estudiantes y trabajadores, y ahora también turistas. Atrapados en el sentido de que no hay alternativa y, por lo que parece, tampoco margen de mejora. ¿O si? Yo creo que si. Salir a la hora señalada ya sería algo. Por ejemplo, el reclamado con insistencia lector electrónico para los billetes en el acceso al bus. A ver».

Propone Candela Laso: «Llega la época prenavideña que es tan importante para el pequeño comercio donostiarra al que siempre hay que apoyar, y sería muy buena idea que estos días en que tanta gente se acerca a nuestra bella ciudad y a montar en la noria, se encendieran las luces ornamentales de la bahía, Santa Clara, Igeldo y Urgull. La mejor postal de la ciudad es la bahía iluminada, teniendo en cuenta además lo pronto que oscurece y que mucha gente se acerca a la ciudad a ver las luces navideñas y a ver las vistas de nuestra incomparable bahía desde la noria».

Advierte César: «Como ciudadano perjudicado por la inseguridad de nuestra ciudad hacia nuestras hijas, hijos, aitonas y nosotros mismos, solicito a todo el Ayuntamiento de la ciudad que se posicione a favor por la seguridad de sus habitantes en las manifestaciones pacíficas para que no vuelvan a ocurrir más episodios como el de Txaparrene... Ni una más».