Agurrik ez

Anoche entraban todos porque la ocasión lo merecía. El último concierto que Esne Beltza va a dar en Semana Grande y en Donostia, antes de su única y última cita el año que viene para dar finalizados 17 años de trayectoria musical. Pero,según sucedió todo, la espera mereció la pena, no solo porque el concierto en sí pudo llevarse a cabo con total normalidad, sino porque Esne Beltza cumplió lo prometido: hacer de la despedida una fiesta. Un lugar de encuentro en el que la música y la reivindicación fueron las absolutas protagonistas, seguidas del jolgorio y el colorido que le dieron al segundo y caluroso día del Aste Nagusia. «Bailemos hoy como si fuéramos libres», decía el verso con el que dio inicio al recital el grupo originario de Hernani para, inmediatamente, dar paso a «Esta noche de fiesta» con 'Eskuekin' (hay que empezar a lo grande).

A partir de entonces, el repertorio fue una sucesión de canciones pegadizas, himnos reivindicativos y temas bailables, propios del marco festivo de la ciudad. Por supuesto, no faltaron algunos de los temas del último trabajo discográfico de los Esne Beltza, 'Esne Beltza' (2023). Por cierto, con un sobresaliente corazón en la portada del álbum, rodeado de varios elementos astronómicos. En Sagüés, unas estrellas, también rojas, acompañaron a la banda entre canción y canción. Entre las más aplaudidas: la manifestante 'Hil zuten', los versos de 'Bagoaz!', la participativa 'Hona bostekoa' o la conocidísima 'Gogoak' que exaltó a todos los allí presentes.

Para el final, se reservaron algunos de los platos fuertes. La espectacular puesta en escena de 'Sueños de color' (con lluvía de confeti incluída) y las manos en alza cuando la pedían Solano y compañía en 'Altxa eskua', animando a toda la explanada a unirse en el grito reivindicativo de mano en alto. Se hicieron un poco de rogar en los bises, cuando la gente todavía quería más, por tanto, para regresar al escenario, se valieron de conocidos que se atrevieron con 'Esnesaltzailearena', en honor a los baserritarras y a las gentes del campo; el ya esencial y verbenero 'Erre zenituzten', en tributo a las sorginas vascas, y el clásico 'Nahi dut', que se trata del colofón final con que Esne Beltza se despidió para siempre del escenario de Sagües. A la troupe le faltó su clásica 'Agurrik ez', que podría haber sido de gran ayuda para despedir la cita de anoche porque resume, en tan solo dos frases, las intenciones de Esne Beltza con su cita en Sagües y en el resto de localidades donde va a subirse por última vez: agurrik ez, festa baizik.