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Semana Grande | Concierto de Nil Moliner
Explosión de euforia y libertadA pesar de la lluvía, el cantautor catalán dio ayer uno de los conciertos más multitudinarios de esta Aste Nagusia ante una abarrotada explanada de Sagüés
Donostia fue el 'Lugar paraíso' de anoche de Nil Moliner. Así lo anunció la voz en off, el preámbulo, que dio lugar al inicio del ... espectáculo. Pasado por agua, todo hay que decirlo, porque la lluvía solo dio tregua casi al final, cuando el público ya estaba totalmente entregado y ya le daba lo mismo mojarse aposta que sin querer. No obstante, durante toda la primera parte del recital no dejaron de verse paraguas que se abrían y se cerraban y zamarros y chubasqueros que fueron desapareciendo a medida que el repertorio iba avanzando. Muchos adultos ocupados de que sus retoños no pasasen frío ni se mojasen, porque la inmensa mayoría eran menores de edad, parejas o grupos de amigos y amigas adolescentes que parafraseaban los temas de Nil sílaba por sílaba, palabra por palabra, acorde por acorde.
Como si de un destello de luz se tratase, tras la introducción en oscuro, de repente, de la nada, apareció Nil Moliner con la pegadiza 'Mi religión', al unísono de una eufórica coreografía que, rápidamente, se contagió entre el entregado público que le aguardaba como agua de 'agosto'. «Me parece admirable que aguantáis la lluvía. Creo que es de los pocos conciertos que ha caído así. No lo voy a olvidar», dijo en agradecimiento a la persistencia de los y las donostiarras.
Conciertos de Semana Grande
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Intérprete: Nil Moliner.
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Lugar: Plaza Tomás Alba (Sagüés).
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Día: martes, 13 de agosto.
El cantautor, que comenzó su carrera versionando a los artistas pop más destacados del panorama musical, es ahora una de las estrellas nacionales más destacadas. Sagüés ha sabido reconocerle como tal, cantando y bailando hasta la saciedad, y aplaudiendo cada acorde final. Al tema inicial le siguieron sus 'Dos primaveras', su fiel propósito, 'Me quedo', o su poco o 'nada más que añadir'.
Los éxitos, como de costumbre, se demoraron al final de la noche, cuando ya el tiempo había dado permiso a Moliner para que pudiese vivir su noche, también Nil, como dice uno de sus temas de repertorio: supo esperar, y esperar. Llegaron la esperada 'Bailando' «toda la noche», y la ansiada «explosión de euforia y libertad», el tema más vitoreado del recital. Para los bises, que anunció a bombo y platillo, dejó el más movido 'Meneito', que hizo ladear de izquierda a derecha a toda la explanada, y la más sútil 'Soldadito de hierro'. No obstante, la despedida oficial, con todos sus músicos en pie, y todo el público aplaudiendo una noche de pop inolvidable, fue con un Nil Moliner inmensamente emocionado por la acogida de Donostia (se le perdona todo aunque no que dijese tapa antes que pintxo) y el remix de 'Libertad'. Porque de los éxitos hay que tirar y más en la de una noche como la de anoche.
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