Roba un volquete y causa destrozos por valor de 100.000 euros en el monte Urgull

Con premeditación, nocturnidad y alevosía. Así actuaron las al menos dos personas que durante la noche del miércoles se dedicaron a recorrer el monte Urgull a lomos de una máquina dumper robada y destrozar todo cuanto encontraron a su paso. El resultado de sus fechorías, bancos rotos, barandillas dobladas, váteres públicos abollados, señalética destruida y una factura que el Ayuntamiento cifra en más de 100.000 euros, según estimaciones iniciales. A esta cantidad habrá que sumar el coste del autovolquete, al que prendieron fuego tras la faena, dejándolo inservible.

Los hechos ocurrieron sobre la 1 de la madrugada, aunque el plan empezó a fraguarse muchas horas antes, durante la tarde. El operario que conducía el vehículo -utilizado en las obras de reparación de las barandillas de la explanada de la ikurriña- fue requerido por un joven, que le alertó de la caída de piedras en el paseo inferior. El operario acudió al lugar señalado, donde no había nada que comprobar porque se trataba de una maniobra de distracción, y a su regreso comprobó que le habían sustraído las llaves del dumper. El trabajador puso la correspondiente denuncia, pero las llaves no aparecieron.

Ya de madrugada, con Urgull cerrado y sin testigos en la zona, los desconocidos regresaron al lugar y condujeron la máquina desde este punto hasta el otro extremo del monte, arrasando el mobiliario urbano, incluido el nuevo baño autolimpiable, que ya había sido atacado en otras ocasiones. Así llegaron hasta la Batería de las Damas, donde quemaron el volquete tras estrellarlo contra uno de los cañones históricos, que por fortuna no sufrió daños importantes.

Las llamas, visibles desde la ciudad, alertaron a los vecinos, que avisaron a la Ertzaintza y la Guardia Municipal. Patrullas de ambos cuerpos se personaron en el lugar, quedando los agentes locales a cargo de la investigación. El consistorio ya ha presentado la correspondiente denuncia y ayer mismo, tras la retirada del dumper, el departamento de Mantenimiento Urbano inició los trabajos de limpieza y reparación o sustitución de los elementos afectados.

Las primeras pesquisas policiales se centran en intentar identificar a los responsables. La persona que entretuvo al operario para que un compinche le quitara las llaves actuó «a cara descubierta», según la portavoz del PSE, Marisol Garmendia, quien confía en que las cámaras de seguridad de los alrededores ayuden a desenmascararles.

Desde las filas del PP relacionan este suceso con la ola de vandalismo y delincuencia que «desde el Ayuntamiento no se sabe controlar». El portavoz popular, Borja Corominas, calificó de «muy preocupante» que alguien pueda entrar de noche, robar una máquina de obra y destrozar el monte. «No puede ser que nos despertemos muchas mañanas con robos y vandalismo y que lo único que sepamos es que el alcalde cree que los jueces son los culpables, cuando él tiene tanta culpa como ellos», subrayó el edil, quien advirtió de que los sindicatos de la Guardia Municipal están «desesperados porque no se cubren las bajas, los agentes que llegan de la academia de Arkaute no conocen la ciudad, no dan abasto y el Ayuntamiento no hace nada más que echar balones fuera».

Corominas propone dotar al cuerpo donostiarra de la «capacidad suficiente para combatir este incremento de la inseguridad» y apuesta por que el consistorio se presente como acusación particular y sea «proactivo» en casos como el de Urgull. «Si no, todo esto les saldrá gratis a los responsables», concluyó.

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