Borrar
Imagen del mercado de Navidad de este año, en el que se han estado controlando los aforos como medida de seguridad por el Covid. JOSÉ MARI LÓPEZ

Las restricciones por el Covid reducen a la mitad la afluencia de público al mercado de Navidad

A pesar de las limitaciones de movilidad y aforo, las ventas han funcionado bien y los ingresos de media por expositor se han incrementado un 8%

Dani Soriazu

San Sebastián

Martes, 12 de enero 2021

Comenta

Las restricciones impuestas por la pandemia han afectado notablemente al mercado de Navidad, que ha visto como este año la afluencia de público y la facturación total de los puestos han caído a la mitad con respecto a las cifras registradas el año pasado. Un balance esperable y comprensible, teniendo en cuenta las limitaciones de la movilidad, la reducción del número de casetas y atracciones navideñas, así como los estrictos controles de seguridad y aforo establecidos. Ahora bien, incluso en este contexto, las ventas por cada expositor han mejorado de media un 8%.

Según informa la concejala de Impulso Económico, Marisol Garmendia, con datos recopilados por la Sociedad de Fomento, entre el 11 de diciembre y el 6 de enero (primer y último día del mercado de esta edición) el número de personas que accedieron al mercado del paseo del Urumea por la entrada situada en el puente de María Cristina fue de 128.345. Se trata de un 48,8% menos que en el mismo periodo de hace un año (250.889). En la plaza Ramón Labayen la caída ha sido mayor, llegando a un 70% menos, con 46.593 personas frente a los 155.684 de 2019-2020. En este punto se ha notado la falta del tiovivo con forma de abeto, punto de gran atracción de familias en ediciones anteriores.

El día de mayor afluencia fue el domingo 13 de diciembre, una jornada en la que hizo buen tiempo, lo que animó a muchos ciudadanos curiosos a conocer el contenido del mercado. En las casetas del paseo del Urumea se contabilizó ese día el máximo de 11.698 accesos y en la plaza Ramón Labayen hubo 4.450.

En términos generales, los días en los que más público ha habido han coincidido con el fin de semana, especialmente los sábados y también, aunque en menor medida, las vísperas de Nochebuena y Nochevieja. Por contra, se registró una importante caída de gente los días 25 de diciembre y 1 de enero.

En los puestos del paseo junto al río ningún día se llegó a superar el aforo máximo permitido de 587 personas, mientras que en los ubicados junto al hotel María Cristina sí se alcanzó en algunos momentos, al ser más pequeño y tener un límite de solo 43 personas.

Diferencias entre puestos

«La actitud de la gente fue muy respetuosa con las medidas adoptadas y no llegó a peligrar en ningún momento la seguridad de los espacios controlados», señala Garmendia, quien añade que la información de ocupación en tiempo real que se ofrecía en los accesos así como a través de la web del mercado «facilitó tanto a los visitantes como al personal de seguridad mantener la ocupación en niveles seguros».

Por su parte, de los 49 expositores que estuvieron presentes el año pasado, entre casetas comerciales, de gastronomía y foodtrucks, se ha pasado este 2020 a solo 32, prescindiendo de las furgonetas de comida. Asimismo, este año el mercado ha durado menos días y se ha perdido el puente de la Inmaculada. Es por ello lógico que la facturación total haya caído cerca de un 55%, pasando de 474.038 euros de ingresos que se repartieron entre los puestos en la anterior edición a los 216.949 euros conseguidos en la de este año.

Ahora bien, si se compara el mismo periodo de tiempo, se comprueba que la facturación media por cada uno de los expositores ha sido un 8% superior a la contabilizada hace 12 meses, lo que equivale a 495 euros más por puesto (de 6.283 a 6.779 euros). Es decir, los visitantes, aunque hayan sido menos, se han dejado más dinero.

«Hay un público donostiarra que es fiel y que puede ser la base de la facturación»

La limitación de visitantes procedentes de otras comunidades autónomas o de Francia, como consecuencia de la pandemia, parece que no ha tenido los efectos negativos que en un primer momento se podían temer desde el Ayuntamiento y la Sociedad de Fomento. Y todo ello, según parecen apuntar los datos, gracias a la fidelidad del público donostiarra.

Así, aunque la facturación total haya caído en un 55% con respecto al año pasado, la facturación media de cada expositor ha crecido un 8%. «Es un dato muy positivos a la vez que sorprendente», dice la concejala de Impulso Económico Marisol Garmendia. «Refleja que puede haber un público fiel al mercado de Navidad que es la base de la facturación, sin que exista tanta dependencia de la asistencia del exterior», añade.

Han sido menos días de mercado que en 2019, menos expositores y no ha habido atracciones como la noria, el tiovivo en forma de abeto o las pistas de trineo. Aun así, el balance es satisfactorio por cómo ha respondido el público local a tenor de los registros. Garmendia apunta que desde Lur Kolektiboa, organizadores de la feria de artesanía, ya les habían señalado que a ellos la restricción a la movilidad, impidiendo que no asistiera público de otras provincias, no les afectaba ya que el cliente era donostiarra. «Puede que estemos en este escenario», dice la edil socialista.

En este sentido, afirma que los comerciantes de los expositores que han participado en el mercado «se han ido contentos y nos han agradecido el servicio y trato que les hemos dado».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Las restricciones por el Covid reducen a la mitad la afluencia de público al mercado de Navidad

Las restricciones por el Covid reducen a la mitad la afluencia de público al mercado de Navidad