Eneko Goia, sentado en el Muelle con la bahía al fondo. LOBO ALTUNA

Eneko Goia

Alcalde de San Sebastián
«No sé a quién puede molestarle que haya ertzainas en la calle. A mí me da seguridad»

Advierte de los riesgos de no respetar las reglas de convivencia y reprocha a EH Bildu su discurso en contra de la Ertzaintza tras los incidentes de Azpeitia

Jorge F. Mendiola

San Sebastián

Sábado, 9 de agosto 2025, 02:00

A pocas horas del arranque de la Semana Grande, Eneko Goia (Donostia, 1971) repasa la actualidad municipal y dice confiar en que los ... incidentes y ataques a las fuerzas del orden registrados en las fiestas de otras localidades como Hernani o Azpeitia no se reproduzcan en la ciudad.

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– Por empezar con las últimas novedades, los malienses que malviven en Amara serán realojados en Oñati. ¿Se ve algo de luz al final del túnel?

– Desde el Ayuntamiento hemos seguido muy de cerca esta situación y hemos realizado múltiples gestiones con todas las partes implicadas. Hemos estado cerca de las personas que se han asentado en el barrio. Finalmente, y ante la falta de soluciones prácticas e inacción del Gobierno de España, hemos optado por coordinar una solución provisional junto con la Diputación, a cuyo Departamento de Política Social quiero agradecer su implicación. Insisto, es una solución provisional, no estructural, porque no sabemos qué horizonte va a tener la llegada de más personas desde Mali. Pero por razones humanitarias, era imperativo buscar una salida.

– También deberán ser realojados, en este caso por obras, los 116 mayores de la residencia Txara 1...

– Desde la Diputación nos han trasladado que se va a proceder a mejorar notablemente las instalaciones, para adaptarlas a la nueva estrategia de cuidados de Gipuzkoa. El resultado va a ser una residencia mejor y más moderna, más adaptada a las necesidades reales de las personas usuarias. Eso pasa por una obra que, evidentemente, genera afecciones e incomodidades a los residentes y sus familias. La Diputación ha establecido un plan de actuación para realojarlas temporalmente en otros centros que cumplen con las condiciones necesarias y les pedimos que tengan tacto y empatía con cada situación personal. Entendemos que no es algo de gusto por tener que cambiar rutinas y logística, pero creo que hay que entender que para hacer las mejoras es necesario pasar por esta fase. Seguro que cuando esté finalizada la obra, todos estarán encantados.

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Altercados en fiestas

«Hay un cuestionamiento soterrado de la autoridad muy peligroso. Si no existe un mínimo de orden, la libertad sale por la ventana»

– ¿Se ha quitado un peso de encima con la firma de las escrituras de los cuarteles de Loiola?

– Reconozco que sí. Ha sido un camino tortuoso en el que cada vez que parecía que llegábamos a la conclusión aparecía un obstáculo. La firma de las escrituras es realmente importante, un paso sin retorno. Es de esos logros que igual a corto plazo no se valoran tanto pero dentro de diez o veinte años se verá que la ciudad que entonces conozcamos es diferente a la de ahora sobre todo gracias a esto. Eso es una satisfacción.

– Así como de Odón Elorza se recuerdan las peatonalizaciones y los bidegorris, ¿pueden ser los cuarteles el gran legado de Eneko Goia?

– El tiempo dirá qué recuerda la gente de mi mandato. Yo, por ejemplo, de Odón recuerdo la playa de Zurriola más que otra cosa.

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Obras en Txara 1

«No es algo de gusto tener que cambiar rutinas y logística, pero cuando finalicen los usuarios estarán encantados»

– Ahora que hay una primera sentencia que da la razón al Ayuntamiento en el tema de la protección de los dos edificios principales de los cuarteles, ¿la decisión de conservarlos puede cambiar?

– En las primeras ordenaciones que hemos dibujado se ha optado por mantenerlos y así lo haremos. Por una cuestión de seguridad jurídica y también de protección del patrimonio. Yo creo que pueden quedar bien en el nuevo barrio. Luego habrá que ver qué uso se les da, pero son dos piezas que dejarán la memoria de lo que aquello fue en algún momento.

– ¿Le preocupa que pueda ocurrir lo mismo con la cárcel de Martutene?

– No diré que no porque siempre hay quien tiene ideas afortunadas, aunque confío en que a nadie se lo ocurra emprender esa vía. Además, en una cárcel no puedes poner a vivir gente, eso es así. Sí tenemos la intención de que en la ordenación final de la segunda fase de Txomin Enea haya un eco, un recuerdo de que allí estuvo la prisión, pero no puede ser que condicione totalmente el desarrollo porque entonces no podríamos hacer nada.

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– Junto a la vivienda, la otra gran preocupación de los donostiarras es la delincuencia. Los datos han mejorado en lo que va de año, pero la sensación de inseguridad no decrece y el Ayuntamiento recomienda no llevar la cartera y el móvil a la vista.

– Si se mira en perspectiva con respecto a años anteriores a la pandemia, fundamentalmente, hay un empeoramiento de cifras en cuanto a comisión de delitos. Eso es así, pero también ha venido acompañado de una mayor actuación policial. Hay un problema, que es el que a mí me preocupa y lo he manifestado muchas veces. Estamos ante un fenómeno, en la mayoría de los casos, de reincidencia que después no tiene consecuencias. Se practican detenciones en múltiples ocasiones sobre los mismos sujetos, pero si no hay una orden de ingreso en prisión o una sentencia condenatoria, pues la labor policial que se realiza no se ve culminada con el resultado que uno desearía. Creo que hay que hacer una reflexión sobre esa última parte. Y aunque los datos mejoren, no podemos bajar la guardia.

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Txomin Enea II

«Espero que a nadie se le ocurra pedir que se proteja la cárcel porque condicionaría todo el desarrollo de vivienda»

– El Código Penal recoge que una sentencia firme de un año se puede conmutar por la expulsión del país.

– El problema es que los países de origen no reciben a los expulsados, con lo cual no se producen expulsiones. Esto lo hemos hablado con la Delegación del Gobierno y así nos lo ha manifestado. Esa es la realidad. Entonces, la única vía que queda para delincuentes de estas características es la aplicación de las penas pertinentes, de privación de libertad, porque pocos instrumentos más tienes al alcance.

– ¿Ha perdido San Sebastián su cartel de ciudad segura?

– Yo creo que no. Las cosas hay que verlas en su contexto. El aumento de la delincuencia es un fenómeno global, lo que no es consuelo para nadie. Pero si hacemos la comparativa, San Sebastián presenta unas cifras notablemente mejores que muchas otras ciudades de nuestro entorno. Tenemos que seguir trabajando, pero decir que San Sebastián es hoy una ciudad insegura no corresponde con la realidad.

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– La Semana Grande es un momento caliente en materia de seguridad. ¿Existe inquietud por lo que pueda pasar?

– Las grandes concentraciones de público siempre exigen estar mucho más vigilantes y tener un dispositivo superior a otras épocas. La semana pasada tuvimos la reunión de coordinación con la Ertzaintza y la Guardia Municipal y creo que el operativo está bien diseñado. Los esfuerzos se centrarán sobre todo en los recintos festivos y, una vez que terminan los distintos eventos, en lo que es el retorno a casa de la ciudadanía. Uno siempre tiene ese punto de preocupación cuando hay grandes aglomeraciones. Hay que pedir un poco de responsabilidad a todos, un poco de precaución.

– En las fiestas de algunas localidades se están produciendo altercados este verano. ¿Es otro factor a tener en cuenta?

– Pues sí, porque la verdad es que ahí, aparte de los problemas internos que tenga la izquierda abertzale y de sus debates, hay un cuestionamiento soterrado de la autoridad y eso es muy peligroso. Porque si no hay un mínimo de orden, la libertad sale por la ventana. Es decir, aquí las reglas del juego que nos hemos marcado para convivir se tienen que respetar. Y luego hay afirmaciones que no comparto. Yo considero que tanto la Guardia Municipal como la Ertzaintza son servidores públicos que velan por la seguridad de los ciudadanos. Y que haya ertzainas o guardias municipales en la calle no sé a quién le puede parecer una provocación. Yo me quedo más tranquilo cuando les veo porque sé que están trabajando, velando por la seguridad de los ciudadanos. Por eso este tipo de manifestaciones se me hacen difíciles de comprender, salvo que uno tenga un recuerdo histórico de lo que ha sido este país y entienda esto en el contexto de tiempos pasados.

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– ¿Esa batalla por las calles entre GKS y la izquierda abertzale puede llegar a explotar en la ciudad?

– Espero que no, pero es verdad que ese fenómeno existe. E interpela sobre todo a EH Bildu, que es la opción política con representación y no puede ponerse de perfil. Esto no va de que me interesa posicionarme un poco más aquí o un poco más allá para ver en esta batalla interna dónde me quedo mejor. Aquí hay que dar la cara y mojarse.

Traslado de malienses

«Ante la inacción del Gobierno hemos optado por coordinar una solución provisional junto a la Diputación»

– El verano está en ebullición y ya ha habido algunos cortes puntuales de tráfico en Easo. ¿Se nota que hay más visitantes?

– Son ellos los que generan los problemas de circulación, no los turistas alojados en la ciudad, porque son desplazamientos en el día. De todos modos, está siendo un año más tranquilo que otros y durante el mes de julio la verdad es que no ha habido grandes incidencias. El protocolo está funcionando razonablemente bien.

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– Renuncian al centro comercial de San Bartolomé, apoyan que se cubra el Topo en Errondo... ¿Está tomando el PNV decisiones por presión popular?

– No, para nada.

– Quedan menos de dos años de legislatura y es inevitable preguntarle por su futuro. ¿Sabe ya qué quiere ser de mayor?

– No, todavía es pronto. Yo estoy enfrascado en las cosas que tenemos entre manos y en mi tarea. Cuando tenga que llegar ese momento, llegará.

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