Las primeras vías del TAV llegan a San Sebastián

Fuentes de Euskal Trenbide Sarea (ETS), la empresa pública dependiente del Gobierno Vasco encargada de la construcción de la estación por encomienda de su homóloga estatal Adif, confirman que las estructuras que se observan en la imagen que acompaña esta noticia y que se pueden ver en los carriles 4 y 5 (empezando a contar por el lado del Urumea), junto a la vía en servicio y la estación provisional, es «el primer aparato de vía correspondiente al futuro haz de alta velocidad».

Se trata de una doble diagonal o 'bretelle', un sistema de cruce de vías que permite enlazar dos trayectorias paralelas en un espacio reducido, posibilitando que los trenes puedan pasar de una vía a otra. ETS recalca que esta estructura está ya montada «en su posición definitiva» en Donostia y que constituye el primer tramo de vía exclusivamente destinado a los trenes de alta velocidad que se instala en Gipuzkoa.

Ese matiz de exclusividad es relevante. En el entorno de Lezo e Irun las obras del llamado 'tercer hilo' –la vía que se está habilitando en paralelo a la convencional entre Astigarraga y la frontera con Francia para que circulen los AVE– ya hay colocados tramos de vía de ancho mixto (ibérico e internacional o UIC), capaces de acoger tanto trenes actuales como los de Cercanías, como los futuros de alta velocidad.

La diferencia es que la estructura recién instalada en la estación donostiarra es la primera destinada 100% y de forma exclusiva a los trenes de alta velocidad.

Esta visualización de una parte de las vías acerca, aunque sea de forma simbólica, la llegada del tren de alta velocidad a Gipuzkoa. Las últimas previsiones apuntan a que la estructura del TAV podría estar construida para 2027 y, en el mejor de los casos, los trenes podrían entrar en servicio en 2028. No obstante, el Gobierno ha enfriado últimamente esa fecha y advierte de que mientras no se liciten las obras del nudo de Arkaute –el punto en el que a las afueras de Vitoria enlazarán las vías procedentes de Burgos y de la propia estación vitoriana con la 'Y vasca'– no se podrá estimar con cierta precisión el momento en que podrá partir de Euskadi el primer tren rápido.

Respecto a la evolución de la plataforma, a excepción del nudo de Arkaute, en Euskadi las obras que restan, como el nudo de Bergara o el 'tercer hilo' entre Astigarraga e Irun, prevén estar finalizadas para mediados del año que viene. Una vez concluida la estructura llegará el momento de instalar la llamada superestructura. Esto es, las vías, la catenaria, la señalización, los sistemas de seguridad...

Entre las obras que finalizarán el año que viene está también la estación de San Sebastián, cuya culminación está anunciada para finales de 2025.

En la nueva terminal, los trenes convencionales, principalmente los de Cercanías, operarán en ambos extremos (vías 1 y 6), en tanto que los carriles centrales (2 a 5) quedarán reservados para los de alta velocidad. Durante el tiempo que transcurra desde la puesta a pleno servicio de la estación a finales del próximo año hasta la llegada efectiva del TAV, las vías centrales quedarán inactivas al no poder albergar los trenes actuales, explican en ETS.

Entretanto las obras en la estación avanzan y dentro de pocos meses (a finales de año o comienzos del próximo) el servicio ferroviario se trasladará desde el lado de Tabakalera y el barrio de Egia al del Urumea, por la necesidad de continuar la construcción de la estación en el costado que ahora ocupa el apeadero provisional.

La estructura principal de la estación entre el nivel inferior de vestíbulo y el nivel donde irán los andenes se encuentra en su fase final, pendiente de la ejecución de la losa de cierre en su zona entral, donde se apoyarán parte de los andenes y vías. Destacan asimismo otros niveles más elevados correspondientes al edificio principal de la estación, donde se ha alcanzado el nivel de cubierta, y el de la futura plaza sobre vías, cuya cimbra y losa avanza hacia el lado Irun siguiendo la ejecución de los andenes.

Más identificable a primera vista es la colocación también de las primeras piezas de la histórica cubierta roja de metal, que se ha restaurado y pervivirá en la nueva estación, al igual que la fachada. Ambos son elementos de patrimonio urbanístico protegido por el Ayuntamiento.