Bullicio y botellones por la víspera de la Virgen
La Ertzaintza controló el puerto donostiarra. La masificación se trasladó a la Parte Vieja, donde cientos de jóvenes y no tan jóvenes bebieron en espacios donde no hubo lugar para la distancia de seguridad
«No podéis pasar con alcohol, está prohibido hacer botellón», le explicó ayer un agente de la Ertzaintza a un grupo de chavales que se ... dirigían al espigón del puerto donostiarra. Les delataron las bolsas de plástico llenas de botellas de alcohol que cargaban. Eran las 23.30 horas. Más arriba, las calles de la Parte Vieja estaban a rebosar en una víspera de la Virgen donde muchos se conformaron con una cena en sociedad marcada por las restricciones del Covid. El mayor bullicio que se advertía venía de la calle Juan de Bilbao, donde cientos de personas bebían sin guardar las distancias de seguridad. Los bares cerraron a la 1.00 horas y cientos de jóvenes y no tan jóvenes se echaron a las calles para continuar con la fiesta.
«Estamos para prohibir botellones en lo que está siendo la zona más conflictiva de la ciudad», explicó un ertzaintza que controlaba el acceso al puerto junto con otros tres compañeros. Lo cierto es que los botellones en el puerto donostiarra se vienen repitiendo en lo que va de verano. Una vez cerrados los bares, tuvieron que precintar todo el acceso al muelle donostiarra pues varios grupos y cuadrillas se acercaron al lugar. Con la orden de permanecer toda la madrugada junto al Club Náutico de San Sebastián, los agentes lamentaron que «no podemos controlar todas las zonas».
Mientras el puerto estaba vacío y libre de botellones, las calles de la Parte Vieja mostraban otro escenario completamente distinto que nada tenía que ver con el ambiente calmado del muelle, bajo control policial. Coincidiendo con la actuación del 'Festara' de la Sociedad Gaztelubide, desde Urgull bajaron corriendo varios grupos de chavales que, por lo que advertían sus gritos y agitadas conversaciones, huían de la policía que les perseguía. Al final de su carrera se mezclaron con otras tantas personas que disfrutaban de la actuación, frente a las puertas de la centenaria sociedad donostiarra.
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El reloj marcaba las 00.30 horas y las terrazas de la Plaza de la Constitución estaban llenas de clientes. A escasos metros de distancia, en la calle Juan de Bilbao, cientos de personas bebían apelotonadas en un espacio reducido donde no había lugar para la distancia de seguridad. La música de los distintos bares se mezclaban con el bullicio. Bolsas de plástico, botellas de vidrio y latas de cerveza por los suelos advertían de las intenciones de quienes andaban por la zona.
Identificado un menor por patear el mobiliario urbano
En el Boulevard, otra patrulla de la Ertzaintza controlaba la zona. Tras llamar la atención a un grupo de menores por dar patadas al mobiliario urbano junto a la Bretxa fueron a su detención. Se dieron a la fuga. Tras pedir más refuerzos llegó la persecución ante la mirada curiosa y expectante de quienes paseaban por la zona. «Es un menor al que le hemos llamado la atención y ha huído. Le estamos cacheando e identificando», explicó un ertzaintza.
Además, la Ertzaintza registró también en el centro de Donostia, en la plaza de la Trinidad, un incidente entre dos grupos de personas dejando a una de ellas con heridas en la mano. Mientras acudían al lugar de los hechos, los agentes sufrieron el lanzamiento de botellas, vasos y otros objetos.
Por el contrario, en la Zurriola y en los bajos de La Concha apenas se produjeron masificaciones por botellones. Dos ertzainas llamaron la atención al único grupo de unos siete jóvenes que bebían en las terrazas del Kursaal. En La Concha bebían diseminados en corros pequeños grupos sin gran alboroto. Las aglomeraciones se celebraban en la Parte Vieja.
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