El Pleno de septiembre aprobará inicialmente el desarrollo de Jolastokieta con 380 viviendas
La operación permitirá regenerar el suelo industrial de Herrera, hoy en manos de okupas, generará zonas de estancia y mejorará la conexión con Altza mediante nuevos viales y ascensores
El Pleno del Ayuntamiento aprobará de forma inicial dentro de un mes una importante operación urbanística en Herrera que va a permitir regenerar un antiguo ... ámbito industrial, hoy okupado por decenas de personas que provocan continuos incidentes nocturnos. El desarrollo de la antigua cantera de Jolastokieta dará lugar a 380 viviendas (el 40% protegidas), nuevos espacios verdes y de estancia, y generará nuevas conexiones viales, ciclistas y peatones con el resto de Altza.
La transformación de esta zona de 22.336 m2 de superficie, próxima al apeadero de Adif, donde se ubican las antiguas instalaciones de Zardoya Otis, viene de la mano de una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que va a recalificar los suelos industriales preexistentes para darles nuevos usos residenciales, terciarios y de equipamiento.
El desarrollo completará la trama de Altza con cinco nuevos edificios residenciales que «evitan generar fronteras», según la documentación urbanística, y permiten «una permeabilidad de los espacios verdes alrededor de las nuevas viviendas, los espacios libres y los nuevos itinerarios peatonales». El proyecto dará lugar a dos grandes zonas de estancia: una plaza urbana, que albergará las dotaciones y los locales comerciales, en la parte baja y otra con un carácter más de parque verde donde se podrán plantar árboles de porte dado que no hay edificabilidad bajo rasante.
La nueva ordenación incluye un nuevo viario de conexión con la parte alta de Altza con una pendiente del 6% –un trayecto de circulación a baja velocidad y con pocos aparcamientos–, que está pensado para resolver los problemas de accesibilidad rodada que se dan en el entorno. Además, se crea una red peatonal accesible y un trazado ciclista que facilita el acceso al ámbito de Altza desde el apeadero de Renfe «a través de plazas y espacios urbanos amables, verdes y tranquilos». La propuesta incluye también dos ascensores «que buscan acortar y aumentar los recorridos accesibles a la parte alta del barrio desde las paradas del tren de cercanías y el Topo, en la parte baja de Herrera». Habrá dos grandes zonas verdes: la plaza-parque de 1.570 m2 y otra externa, en Erregenea, de 5.600 m2. El proyecto incluye casi 5.000 m2 de equipamiento «para uso y disfrute del barrio de Altza».
Subcomisaría
Parte de estas superficies se destinarán a la apertura de una subcomisaría de la Guardia Municipal en Altza, un compromiso incluido en el programa de gobierno PNV-PSE de esta legislatura. En la plaza inferior se prevén 887 m2 para locales comerciales.
Con la aprobación inicial del PGOU los promotores podrán tramitar las licencias de derribo e impulsar los desalojos
La operación construirá un tanque de tormentas para recoger el saneamiento de parte de la cuenca de Altza y que está pensado para «evitar las inundaciones en la parte baja del barrio».
La concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus (PNV), señaló que la operación de Jolastokieta «es uno de los desarrollos prioritarios en lo que a construcción de vivienda se refiere, con unidades residenciales de diversas tipologías (libres, tasadas y de protección), que además se plantea como un proyecto de regeneración urbana que va a permitir transformar una zona degradada y dar respuesta al problema del edificio okupado».
Arzallus explicó que la aprobación inicial de esta modificación del PGOU permitirá a los promotores empezar a tramitar las licencias de derribo de los antiguos edificios industriales e iniciar los procedimientos para desalojar a sus problemáticos moradores.
«Aquí hay broncas de madrugada día sí y día también»
La antigua fábrica de Zardoya Otis, en Herrera, que desaparecerá con el nuevo desarrollo urbanístico, es «uno de los lugares de inseguridad que más nos preocupa», según reconoció el concejal de Seguridad, Martin Ibabe, en primavera, en respuesta a una interpelación del PP. Ibabe señaló que en los cuatro primeros meses del año la Guardia Municipal había realizado allí 50 actuaciones. La presencia policial es «constante y permanente» en la zona. Las fábricas están cerradas desde hace más de un año, pero los okupas «las revientan y entran al interior». Vecinos de la zona explicaron a DV que «las broncas son aquí un día sí y otro también, con peleas, incendios, reyertas, la Policía viniendo a las 5 de la mañana... Esto es un sinvivir».
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