Donostia registra la primera denuncia por pinchazo por parte de un menor
En los otros cuatro casos contabilizados en esta Semana Grande las víctimas eran mujeres. El alcalde Eneko Goia pide «sensatez y respeto»
a. lerate
Martes, 16 de agosto 2022, 09:28
Un menor de edad denunció en la madrugada de este martes haber sufrido un pinchazo en la Semana Grande de Donostia. Según fuentes municipales, el suceso se produjo en la playa de la Zurriola, donde el joven sintió una punzada en la pierna. Posteriormente denunció el hecho ante la policía y se activó el protocolo de pinchazos.
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Desde que la Semana Grande arrancara el pasado sábado, se trata de la quinta denuncia de estas características. En los cuatro casos anteriores, las denuncias fueron presentadas por mujeres. En este caso, en cambio, es un chico el que lo hace.
Ante estos hechos, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, pidió este martes «sensatez y respeto» a los jóvenes de la ciudad. El primer edil matizó que de los cinco casos de pinchazos registrados desde el sábado en Donostia, «sólo en uno se ha presentado una denuncia. En los otros cuatro ha habido una persona que ha asegurado sufrir una punzada».
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Goia aclaró lo que significa activar el protocolo de estos casos: «Lo que se hace es atender a la persona, llevarla al hospital y hacerle las pruebas necesarias para saber si se le ha inyectado alguna sustancia». El regidor donostiarra reconoció que «es negativo que se produzca un solo caso de estas características» y ha enviado un mensaje de advertencia a los agresores: «Es un comportamiento que no se acepta, no es ninguna tontería y aunque es difícil detectar quién ha sido, las consecuencias son graves. Incluso penales».
Los síntomas de las personas que son sometidas químicamente mediante un pinchazo son el picor en la zona, mareo, somnolencia, pérdida de conciencia o de voluntad, náuseas y visión borrosa. En caso de sentir una punzada se debe avisar cuanto antes a nuestro entorno y acudir a la policía o a un centro sanitario cercano. Se aconseja no ir a un lugar apartado, para intentar pasar la sensación y tratar de estar acompañada en todo momento.
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Además de estos hechos, fuentes municipales añaden que en la madrugada de este martes se registraron tres detenciones. Dos de ellas fueron por hurtos y la tercera, por agredir a agentes de la Guardia Municipal.
En la Parte Vieja
La primera noche de fiestas en la capital guipuzcoana con el arranque de la Semana Grande, el pasado 13 de agosto, se registraron un total de seis ataques a mujeres en la ciudad. Cuatro mujeres denunciaron haber sufrido pinchazos, si bien solo una de ellas interpuso una denuncia formal. Todos los casos se registraron en la Parte Vieja, donde otra chica denunció haber recibido tocamientos, según informaron fuentes municipales. Además, una mujer fue apuñalada por su pareja en una vivienda del barrio de Amara. La víctima fue trasladada al hospital con heridas en la espalda y el cuello, y el agresor, un varón de 26 años, fue detenido. Tras pasar dos días en dependencias policiales este martes se decretó su ingreso en prisión.
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En la segunda noche de fiestas no se produjeron nuevos ataques sexistas, aunque están siendo una constante en las fiestas de este verano en diferentes localidades, especialmente los pinchazos. Los primeros casos aparecieron a finales de julio en Zarautz, y desde entonces mujeres jóvenes han denunciado haberlos sufrido en Azpeitia, Oiartzun, Getaria o Zumaia, el pasado sábado. Los hechos ocurrieron cuando estaba de fiesta en la plaza Amaia, en pleno centro de la localidad durante la Euskal Jaia. La joven fue evacuada al Hospital Donostia para su valoración y después interpuso una denuncia ante la Ertzaintza. En ninguno de los casos investigados se han hallado sustancias tóxicas en las víctimas.
Varios ayuntamientos de localidades que han registrado estos casos recuerdan, a través de declaraciones institucionales y en concentraciones de repulsa ante este tipo de actos, que estos pinchazos «son una nueva forma de violencia machista. A través de estos actos se pretende coartar y limitar la libertad y el bienestar de las mujeres». No obstante, por el momento «no se ha detectado ninguna evidencia de sumisión química en los casos denunciados en Euskadi». De todas maneras, desde las instituciones recuerdan que «cada uno de estos pinchazos supone un caso de violencia contra las mujeres».
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