Sucesos

Oleada de robos en comercios y negocios de la calle Isabel II de Donostia

En ninguno de estos comercios se deja ya dinero en las cajas tras los asaltos sufridos. Con el fin de evitar nuevos hurtos, los responsables de la cafetería Ekain han colocado un pequeño letrero en la entrada de su negocio en el que se lee: 'En este comercio no se deja dinero en la caja'. No saben si esta estrategia es la que ha provocado que durante las últimas semanas no les hayan vuelto a robar. Porque es esta cafetería la que más hurtos ha sufrido en lo que va de año en esta calle. «Nos han entrado hasta en seis ocasiones, con sus consiguientes roturas de cristales», cuenta Koro. «La primera vez que accedieron nos robaron dinero de la caja y aparatos tecnológicos. Desde entonces no dejamos nada, pero da igual. Entran y se llevan bollos, naranjas, bebidas...», dice resignada. Tras uno de estos robos que acabó con la detención del ladrón, Koro denunció el asalto ante la Ertzaintza y tuvo que acudir a juicio.

Junto a la cafetería Ekain está la tienda Deskontalia Home. Allí entraron a robar hace 20 días y el 'modus operandi' fue el mismo. «Se llevaron solo el cajón donde estaba el dinero. Del resto de la tienda no tocaron nada», confirma Idoia. «Creemos que no detuvieron a nadie, porque la policía no tomó ni huellas», cuenta. A raíz de este incidente, reconoce que «vengo a trabajar con miedo. Me da pánico pensar que me pueden entrar a robar cuando esté trabajando», dice. Asegura que ve «el barrio y la ciudad en general con bastante inseguridad, porque esto no pasa solo aquí».

Curiosamente, frente a Ekain y Deskontalia Home están los otros dos comercios que han sufrido hurtos recientemente. Aitor, de la panadería Lekuona, cuenta que a ellos les han robado dos veces en los últimos tres meses y que el año pasado también les entraron. «Hasta hace unos pocos años jamás habíamos tenido problemas, la zona era muy tranquila. Pero esto ha cambiado», dice. «Sí que nos reconocen los vecinos que por la noche hay gente un poquito más rara de lo habitual por la calle, que se oyen gritos en las casas, que hay peleas... Existe inquietud».

Junto a Lekuona está la tienda de alimentación Súper Mini Frutas que gestiona Javer. «Aquí me han robado, pero el último hurto lo he sufrido en otra tienda que tengo en la cercana calle Balleneros. Fue el 30 de julio. El ladrón entró por debajo de la puerta. Se llevó dinero y rompió material del negocio. Fue detenido, denuncié y tuve que ir a juicio», afirma.