La Iglesia guipuzcoana celebra la elección de un «Papa para la paz»

Fernando Prado Ayuso realizó una referencia, al igual que hizo León XIV en la logia de la basílica de San Pedro, a las minorías y a la necesidad de «tender puentes».

El vicario general de la diócesis de Gipuzkoa, Mikel Aranguren, señala «primero, la alegría porque tenemos Papa y tan rápido como el jueves por la tarde. Por otro lado, la alegría por oír sus palabras, que significan una gran continuidad para la Iglesia. Destaco que pronunciase en primer lugar un mensaje de amor; en segundo, de paz y respeto; y en tercero, algo muy importante para nosotros, la sinodalidad, de seguir el camino de los últimos años de una Iglesia universal».

Considera que el nuevo Papa «tiene mucho trabajo por delante, pero las lineas generales van a ser las de la sinodalidad y, de ahí, la continuidad. Francisco tenía su forma de ser y el nuevo Papa le dará también su personalidad y construirá su historia».

«Llama la atención también -explica el vicario general- la elección del nombre. León XIII fue el iniciador de la doctrina social de la Iglesia y he sentido una emoción especial al conocer que ha elegido ser León XIV, un mensaje de que va a poner especial dedicación a los más pobres y necesitados, a la justicia y a la paz».

Mikel Aranguren analiza que Prevost es una elección de «continuidad» porque «era un hombre de mucha confianza de Francisco, que le nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos, que es donde se elige a todos los obispos del mundo. Era muy de confianza de Francisco como obispo y como cardenal».

Otro punto que el vicario general de la diócesis de Gipuzkoa destaca es que «fue misionero durante 40 años en Latinoamérica, lo que puede marcar su estilo personal, y estuvo cerca de situaciones de necesidad. Esa personalidad le da un toque especial».

Remarca que «las primeras palabras fueron justicia, paz y amor, y que nos ama a todos. Él es agustino y hace suya una cita de San Agustin: 'Para vosotros un obispo y con vosotros un cristiano'. Dice mucho».

Mikel Aranguren asegura que «la Iglesia guipuzcoana está muy contenta con la elección del Papa, no porque tuviéramos miedo de otro nombre, sino porque gracias al Espíritu Santo ya tenemos Papa y es lo que necesitaban la Iglesia y el mundo. Como sucedió con Benedicto XVI y Francisco, la elección tuvo lugar el jueves por la tarde y significa que entre los cardenales ha habido unidad, no división. La alegría es general».

Por su parte, el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, da la bienvenida al nuevo Papa «desde el emocionado recuerdo a nuestro querido papa Francisco. Nos unimos al júbilo mundial por su elección en la Capilla Sixtina inspirada por el Espíritu Santo» y ruega por su«sabiduría y fortaleza, misericordia y ternura, valentía y tesón para guiar a la Iglesia del tercer milenio. Le acogemos con el corazón abierto, con el deseo sincero de caminar juntos».