El Topo descarrila sin heridos en Amara por la posible dilatación de las vías por el calor
Se investiga si el accidente ha podido deberse a la dilatación de los carriles por las altas temperaturas y cinco viajeros han sido atendidos por golpes de calor
M. T./A.B
Lunes, 18 de julio 2022
El Topo descarriló a primera hora de la tarde de este lunes cuando circulaba entre las estaciones donostiarras de Amara y Anoeta. El primer vagón se salió de la vía y la cabina del conductor golpeó contra la pared. El accidente del tren de Euskotren se pudo producir por un dilatación en los raíles debido al calor, según las primeras inspecciones técnicas que se realizaron sobre el terreno, ya que los hierros se encontraban curvados en el punto del descarrilamiento al retirar la máquina, lo que en el argot ferroviario se conoce como 'garrote'. A pesar del aparatoso accidente, ni el maquinista ni los viajeros resultaron heridos, pero cinco personas tuvieron que ser atendidas por golpes de calor, ya que el vehículo se quedó sin aire acondicionado mientras se esperaba a otro tren que los trasladara.
El percance se produjo hacia las 15.15 horas, cuando el Topo circulaba por el Paseo de Errondo, a la altura de la calle Amezketa, lo que provocó que el servicio ferroviario habitual desde la estación de Amara sufriera alteraciones durante buena parte de la tarde. Tras atender a los afectados y reubicarlos en otro tren, agentes de la Ertzaintza, de la Guardia Municipal y varios técnicos de Euskotren comenzaron a investigar las causas del accidente. La principal hipótesis que manejaban era la dilatación de los raíles por las altas temperaturas en la última jornada de la ola de calor que ha azotado Gipuzkoa durante una semana.
Esa era la causa que señalaba una de las ertzainas presente en la zona acordonada y que, minutos más tarde, pareció confirmarse tras la retirada del vagón accidentado, cuando quedó al descubierto lo que parecía un 'garrote' de los carriles por efecto del calor. Fuentes de ETS, no obstante, no confirmaron oficialmente que el calor fuera la causa del descarrilamiento.
Los servicios de Euskotren en Donostia vieron alterados sus horarios habituales hasta que se pudo retirar el tren
Los usuarios que viajaban en el Topo accidentado se llevaron un buen susto, aunque ninguno resultó herido. Todos ellos fueron evacuados a otro tren y el transbordo se produjo en la propia vía. Sin embargo, cinco personas que viajaban en el tren accidentado fueron atendidas por los servicios sanitarios, una vez trasladadas a la estación de Anoeta, aquejadas de un golpe de calor. Por su parte, el maquinista, visiblemente conmocionado pero sin magulladuras aparentes, se quedó junto a la Policía Municipal y la Er-tzaintza para realizar los controles pertinentes.
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La zona afectada se acordonó mientras los técnicos trabajaban a pie de vía para solucionar el problema y que la circulación recobrase la normalidad. Los pasajeros que llegaban desde la línea contraria, recién montados en la estación de Amara, miraban con curiosidad desde las ventanas el primer vagón semivolcado. Parte de la catenaria se desplomó a causa del movimiento brusco del vagón y quedó colgando. También se partió una de las tuberías que transcurre junto a la vía del tren a causa del golpe.
Afección en los horarios
A raíz del accidente, todos los servicios de Euskotren vieron alterado su horario, hasta que el Topo se volvió a encarrilar y se retiró de la vía. Así, durante un par de horas, la frecuencia se redujo a 30 minutos en todas las líneas. También se cortó el tráfico a los vehículos en el Paseo de Errondo dirección Anoeta, aunque pudo ser restablecido una hora después del incidente.
Hasta el lugar del suceso acudieron los servicios sanitarios, la Policía Municipal, la Ertzaintza y varios trabajadores de Euskotren, que fotografiaron lo sucedido desde el bidegorri y desde la propia vía.
Un probable 'garrote'
En el argot ferroviario, el 'garrote' es un defecto en el dibujo de los carriles que consiste en una falta de continuidad que puede provocar un descarrilamiento o una torcedura brusca del carril con pérdida de su alineación. En ocasiones estos problemas se generan en cuestión de horas a causa de una dilatación brusca de la estructura ferroviaria a causa de las altas temperaturas, sobre todo cuando se produce en una zona que por lo general no está expuesta a ellas. Puede ser el caso de las vías del Topo a su paso por Amara, porque al estar en una cota varios metros por debajo del bidegorri que transcurre en paralelo y junto a la ladera de Errondo, habitualmente es una zona sombría e incluso húmeda que pocas veces sufre temperaturas cercanas a los 40 grados y sol cenital durante varias horas al día, como ocurrió ayer en la jornada más calurosa de esta ola de calor en Donostia.