La acumulación de basura y falta de higiene en las instalaciones del Hospital Donostia, a consecuencia de la huelga de los trabajadores del servicio de ... limpieza, está llevando al límite la paciencia de los familiares de los enfermos ingresados en el centro hospitalario. Sobre todo cuando ven cómo son estos mismos empleados los que contribuyen a que la cantidad de suciedad sea mayor de la que ya de por sí se genera en el día a día. «¿A ti te parece normal? Una cosa es no limpiar y otra es manchar como lo estáis haciendo», le increpa una mujer a una trabajadora en huelga que esparce por uno de los pasillos papel triturado, como se puede ver en el vídeo que acompaña esta noticia.
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«Sois unas guarras», añade esta misma mujer. «Sin insultar, eh, que yo no estoy insultando a nadie», le pide una de las huelguistas. A lo que ella contesta señalando el estado del pasillo: «¿Ah no? Y esto qué es? De su voz y sus palabras se desprende el estado de indignación de personas que, como ella, sufren por cómo puede afectar esta huelga a sus familiares y allegados. »¿A que no está tu padre ni tu madre aquí ingresado?«, pregunta con notable hartazgo.
«Esto parece un vertedero», comenta otra usuaria del hospital. Los trabajadores del servicio de limpieza subcontratados por Osakidetza llevan casi tres semanas de huelga para reclamar una negociación real de las mejoras de sus condiciones laborales y la homologación con los trabajadores propios del Servicio Vasco de Salud. Desde entonces, la basura continúa acumulándose en pasillos y zonas comunes como los del Hospital Donostia.
«El papel triturado está echado por el suelo de los pasillos, han tirado tazas de café por el suelo y algunos baños han aparecido también con pintadas de rotuladores», denunciaban esta semana médicos y trabajadores. Hasta hace poco, además, admitían que «por recoger no se recogía ni la porquería de las consultas, el material biológico». Y en más de una ocasión los propios médicos y enfermeras «hemos tenido que coger una escoba para adecentar un poco los espacios». Todo ello está repercutiendo, aseguran, en su trabajo. «Tenemos que dar el alta a los pacientes antes de las dos de la tarde porque nadie limpia ni cambia las sábanas hasta el día siguiente, por lo que no podemos meter ahí a otra persona».
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De momento, el panorama no parece que vaya a cambiar mucho después de que el otro día ELA anunciara que extendían las protestas hasta el próximo 2 de abril. Fuentes del Departamento de Salud confían en que las negociaciones entre ambas partes «lleguen a buen puerto» más pronto que tarde, si bien reconocen que es una cuestión que «nos preocupa» y sobre la que están realizando «un seguimiento exhaustivo» que permita «seguir manteniendo la actividad» respetando el derecho a la huelga.
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