El acceso a la terminal provisional de Atotxa se realizará a través de la plaza de Tabakalera

La nueva instalación se ubica frente a la estación actual, al otro lado de las vías, y el acceso a ella se realizará por la plaza Néstor Barrenetxea, en el lateral del edificio de Tabakalera. Para llegar a esta plaza desde el río Urumea será necesario atravesar la pasarela metálica temporal que se levanta sobre el corredor ferroviario, ubicada en el Paseo de Francia 21, junto al Hotel Terminus.

Así lo anunció el consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola (PSE), durante una visita a las obras de la estación acompañado de la secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera; el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso; y el viceconsejero vasco de Infraestructuras y Transportes, Pedro Marco.

La puesta en servicio de la estación provisional supone un nuevo paso adelante en el desarrollo y materialización de las infraestructuras de la alta velocidad en Gipuzkoa. La última estimación oficial habla de concluir las obras de la llamada Y vasca en 2027, lo que supondría que los trenes de alta velocidad podrían entrar en funcionamiento en 2028.

Quiere esto decir que la futura estación del Norte entrará en servicio antes de que finalicen las obras del conjunto de la red de alta velocidad en Euskadi y, por tanto, de que los servicios AVE sean una realidad en el País Vasco.

Por ahora, la apertura del apeadero temporal permitirá iniciar ya los trabajos de la futura terminal AVE en la zona que ocupa el edificio actual -que quedará inutilizado mientras duren las obras- así como en las vías y andenes actualmente en servicio.

Con el traslado de la estación desde el Paseo de Francia a la zona del Paseo Duque de Mandas se desplazan también las vías operativas para los trenes, tanto de Cercanías como de media y larga distancia. La terminal provisional dispone al otro lado de la actual de dos andenes con dos vías generales en superficie, así como de un vestíbulo soterrado donde se ubicarán los servicios básicos (venta de billetes, máquinas expendedoras, validadoras, locales comerciales y ascensores). Desde esta zona inferior se accederá a los andenes superiores, donde los viajeros podrán subir a los trenes.

Se trata de una instalación modesta debido a su naturaleza transitoria, pero que dispondrá de todos los servicios esenciales de una estación que utilizan como media unos 5.000 usuarios diarios.

Ocupa unos 1.200 metros cuadrados, y lo ahora construido será reutilizado en las fases posteriores de las obras como parte del vestíbulo subterráneo definitivo de la futura estación, hasta completar una superficie total de 7.200 metros cuadrados.

Arriola valoró precisamente que la construcción de una nueva estación en el centro de la ciudad no esté suponiendo un desplazamiento de los usuarios de tren a ubicaciones alternativas. Recordó en este sentido que Adif y Renfe seguirán prestando sus servicios en San Sebastián en la misma zona de la estación histórica, destacando la «complejidad añadida» que supone construir una nueva estación para los futuros trenes de alta velocidad sin dejar de prestar los servicios actuales. «Eso nos obliga a desarrollar los trabajos en diferentes fases, de forma que siempre esté operativa una vía doble provisional que se debe desplazar de oeste (lado del Urumea) a este (lado de Egia) en función de las necesidades del tajo».

Durante la visita, los responsables institucionales pudieron comprobar 'in situ' que la estación provisional está ya solo pendiente de los últimos remates para poder inaugurar su actividad dentro de una semana.

Arriola recordó que es el Gobierno Vasco, a través de su sociedad pública Euskal Trenbide Sarea (ETS), el encargado de ejecutar y gestionar las obras, que son financiadas por el Gobierno central a través de una encomienda. Así, Euskadi lleva a cabo los trabajos y se cobra los costes reduciendo estas cantidades del Cupo al Estado. El consejero defendió que la futura estación de Atotxa, que costará 80,4 millones de euros, dotará a San Sebastián de una infraestructura «de altas prestaciones, moderna, cómoda, eficiente y perfectamente integrada con la ciudad desde el punto de vista urbanístico».

El presupuesto de la terminal donostiarra está muy alejado de los 495 millones estimados para la estación soterrada de Bilbao y los 555 de la de Vitoria. Además, mientras la guipuzcoana estará plenamente operativa a lo largo de 2024, las de las capitales de Bizkaia y Álava no estarán finalizadas, como mínimo, hasta 2030.

El consejero agradeció la «paciencia de los vecinos y vecinas de la zona que están soportando las incomodidades propias de una obra de estas características. Estoy convencido de que la futura puesta en marcha de la estación resarcirá con creces las molestias que se les están ocasionado», concluyó.

La secretaria de Estado apuntó por su parte que la renovación y modernización de la estación de Atotxa «es un proyecto técnicamente muy complejo». Pardo de Vera adelantó que la nueva estación mantendrá la fachada actual por su valor histórico, pero que «se reconstruirá todo el interior del edificio, al que se añadirán dos plantas».