El radar de Carlos I caza 14 vehículos al día circulando a una media de 65 kilómetros hora
En sus primeros meses en funcionamiento constata que el 99,77% de los conductores que utiliza esta vía respeta el límite de 50 km/h
El radar instalado en Carlos I, en el acceso a San Sebastián desde la Variante, ha conseguido su objetivo: que los conductores levanten el pie ... del acelerador. Sin haber cumplido un año de vida los vecinos de Amara afirman sin lugar a dudas que «los vehículos van a menor velocidad» y que se puede cruzar andando de un la do a otro «con mayor tranquilidad». Y los datos también avalan estas afirmaciones.
Tras un periodo de pruebas, el cinemómetro entró en funcionamiento el pasado 26 de abril. Desde entonces y hasta el 25 de noviembre –fecha hasta la que se disponen datos– se han tramitado 2.875 denuncias por velocidad, lo que arrroja una media de 14 sanciones al día.
La gran mayoría de coches que pasan por aquí respetan el máximo de 50 kilómetros por hora estipulado, como dictan las señales. De hecho, la velocidad media a la que circulan los vehículos a su paso por el radar es de 37 km/h. Los datos fueron aportados por el departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, en respuesta a una interpelación presentada por Elkarrekin Podemos-IU en el Parlamento Vasco.
Por esta vía de entrada a San Sebastián transitan a diario más de 6.000 vehículos, lo que traducido a porcentajes arroja un 0,23% de coches multados en el periodo controlado. O, dicho de otro modo, el 99,77% de los conductores cumple las normas y no supera el límite establecido. La velocidad media de los vehículos sancionados por sobrepasar el límite en este punto fue de 65 km/h.
Con esta fotografía se puede afirmar que Carlos I ha conseguido completar su integración en la trama urbana, un proceso que comenzó hace dos legislaturas con la reducción del número de carriles de cuatro a tres y la demolición del muro que dividía el barrio en dos.
Alcanzar el objetivo que se proponía el vecindario de conseguir este radar no fue sencillo por las particularidades del ámbito. Se trata de una calzada de competencia foral en la que el control de la circulación recae en el Gobierno Vasco, aunque en la práctica sea ya una vía urbana con mucho paso de peatones de un lado al otro.
Los datos
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2.875 sanciones puestas por superar la velocidad entre el 26 de abril y el 25 de noviembre, lo que arroja una media de 14 multas al día.
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Respeto al límite Solo un 0,23% de los 6.000 vehículos que transitan a diario por aquí exceden del límite de 50 km/h. Circulan de media a 65 km/h.
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37 km/h Es la velocidad media a la que circulan los conductores por esta vía, con un muestreo de 46.384 vehículos.
Hasta el pasado año, Tráfico no había considerado entre sus prioridades colocar el cinemómetro en este punto porque no estimaba que se circulara a una velocidad excesiva respecto de otras vías interurbanas. Igualmente, la Diputación siempre se ha resistido a las pretensiones municipales de hacerse con el control de esta calzada porque su prioridad era que los vehículos entraran y salieran de Amara sin retenciones en el túnel, algo que podía estar en entredicho de llevarse a cabo los objetivos municipales de reducción a un solo carril de circulación por sentido.
Riesgo para los peatones
Sin embargo, los vecinos sí que estiman que este radar era necesario para reducir el riesgo real que tenían los peatones. Desde la plataforma Barianterik Ez llevan más de quince años denunciando que por aquí los coches llegan a circular a 100 kilómetros por hora y que algunos incluso se saltan los semáforos que se instalaron con la reordenación de la calzada, de ahí su insistencia con el radar.
«Nos alegramos muchísimo de que los conductores vayan más despacio, ya sea porque se han concienciado de que aquí no se puede correr o por el temor a una multa», señalaba a El Diario Vasco Lierni Lasa, portavoz de dicha plataforma, quien sin embargo advierte de que en el carril de salida hacia la Variante siguen produciéndose algunos excesos de velocidad.
La cabina del radar se encuentra ubicada a unos 190 metros de la salida del túnel y la señal que advierte de su presencia, a 100 metros del mismo. Los vehículos que circulan entre 51 y 70 km/h son sancionados con multas de 100 euros y, a partir de esa velocidad, las multas oscilan entre los 300 y los 600 euros, con pérdida de puntos del carné en todos los casos.
«Era necesario. Medida mejor justificada que ésta no hay»
Las posturas son unánimes entre los vecinos de Amara y los ciudadanos que cruzan a pie de un lado a otro de Carlos I. «Paso mucho por aquí y creo que este radar sí que ha ayudado a aminorar la velocidad del tráfico», afirma María Jesús.
Mientras espera a que se ponga el semáforo en verde, Peio también se pronuncia en la misma línea: «Tengo este paso controlado, cruzo por aquí casi a diario y me molesta bastante que los coches vayan rápido». En este sentido, asegura que desde la instalación del cinemómetro la circulación ha mejorado. «Ahora bien, hay algunos que siguen sin hacer caso a los límites a determinadas horas. Hay quien pasa olímpicamente, bien porque no saben de la existencia del radar o porque les da igual», apunta.
Cerca del mismo cruce, los dueños de un comercio también afirman «sin ninguna duda» que la medida es más que adecuada. «Radar mejor justificado que éste no hay», aseveran. «Está claro que la palabra 'radar' asusta. Ahora cruzas con otra tranquilidad, cuando antes asustaba la velocidad que cogían algunos con el coche. Aquí ha habido varios atropellos».
Los propietarios de este negocio indican que «hasta el ruido que se escucha es diferente, menor», sobre todo porque, a su parecer «la salida de vehículos de la ciudad ahora es más tranquila». También consideran que la trama urbana «ha mejorado una barbaridad» gracias a la desaparición del antiguo vial que dividía el barrio en dos y obligaba a dar la vuelta para pasar al otro lado.
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