Colillas y plásticos suponen más del 80% de la basura marina presente en la bahía de La Concha
Un informe de Azti describe a La Concha y Ondarreta como «playas limpias», pero pide más medidas para reducir los residuos en agua y arena
Un cigarro apagado y depositado en la arena o una bolsa de patatas dejada a merced del viento tras un día de playa. Gestos, ... malas costumbres que siguen viéndose en los arenales donostiarras y que están detrás de buena parte de la contaminación marina de la bahía. Un informe de Azti revela que las colillas y las piezas de plástico suponen más del 80% de los residuos que se pueden encontrar en las playas de Ondarreta y La Concha, tanto en el agua como en la arena.
El estudio fue llevado a cabo por técnicos de este centro tecnológico, a encargo del departamento municipal de Medio Ambiente, con el fin de obtener información sobre abundancia y distribución de microplásticos y macro-basura marina en la bahía y estimar la cantidad, origen, tipología y zonas de acumulación de las mismas, para poder proponer un plan de mejora y definir futuras líneas de actuación del Ayuntamiento.
EL DATO
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4.800 metros cuadrados de superficie de las playas de Ondarreta y La Concha fueron muestreadas entre el 24 de junio y el 19 de julio. Se encontraron 638 ítems. Un 54% eran papel y cartón (la mayoría colillas), seguido de plásticos (40%) y restos de madera (6%).
En total se muestreó un área de 4.800 metros cuadrados de ambas playas entre el 24 de junio y el 19 de julio de este año, a última hora de la tarde, tras gran afluencia de gente típica de época estival. Se observó más macrobasuras en las zonas más interiores, cerca de los accesos. Se encontraron 638 ítems, de los cuales la mayoría fueron catalogados como papel y cartón (un 54% del total de basura), a consecuencia de la gran cantidad de colillas encontradas. Representaban el 38% de los residuos en La Concha y el 50% en Ondarreta.
Por su parte los plásticos supusieron el 40% de la basura retirada. En este último caso, mayoritariamente se encontraron piezas de entre 2,5 y 50 centímetros de longitud, seguido de bolsas y envoltorios de comida y, por último, cintas de embalaje. Palos y restos de madera supusieron el 6% restante.
Teniendo en cuenta un índice estandarizado que mide la limpieza de la costa (CCI; Clean Coast Index) «se puede afirmar que ambas son playas limpias con un índice entre 2,2 y 2,9». Quedarían por debajo de la máxima calificación de «playas muy limpias» donde se encuentran aquellas que consiguen índices comprendidos entre 0 y 2. De hecho, el informe de Azti apunta que «La Concha presenta valores superiores de basura marina respecto a la media nacional».
La procedencia de la basura es terrestre, por lo que el documento incide en incrementar las medidas de concienciación.
Campaña para verano
El Ayuntamiento recoge el guante. «Queda evidenciado que San Sebastián tiene un servicio de limpieza de playas diario que cuida mucho de sus arenales. Pero está claro que tenemos que hacer mucho hincapié en la prevención de residuos como los microplásticos y el de las colillas», señala la concejala de Ecología, la socialista Marisol Garmendia. En este sentido, anuncia la puesta en marcha este próximo verano de una campaña especial «para que las personas que fuman en la playa no tiren sus colillas en la arena».
Desde Azti también proponen aumentar el esfuerzo de limpieza en la lámina de agua en la zona de Ondarreta, poner más papeleras en los accesos a la playa, incrementar la frecuencia de limpieza e implantar algún sistema de alerta del nivel de llenado de los cubos de basura que permita una mayor recogida en días de fuerte afluencia de usuarios.
Microplásticos y microfibras, problema difícil de mitigar
Según apunta el informe de Azti, los microplásticos y las microfibras «aunque probablemente tenga un origen terrestre, entran en la bahía desde la mar». Es por ello que «resulta más complicado proponer sistemas de mitigación de este tamaño de partículas», como sí se hace con el resto de residuos de mayores dimensiones, como bolsas, envases o colillas. Asimismo, el documento señala que la cantidad de microfibras en arena es similar a la que se encuentra en la lámina de agua. Las fibras encontradas son transparentes mientras que los fragmentos plásticos son de diversos colores.
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