LAB denuncia «irregularidades» en la obra de Hondalea
El sindicato ha entregado a la Fiscalía un informe que recoge aspectos que, a su juicio, no cumplen con la normativa en materia de urbanismo
El sindicato LAB ha denunciado en una nota «irregularidades» en la tramitación urbanística realizada para la colocación de la escultura Hondalea en la isla de Santa Clara y la adjudicación de los trabajos de remodelación del faro.
La sección sindical en el Ayuntamiento de Donostia ha remitido un dossier a la Fiscalía en el que recoge informaciones y denuncias de trabajadores que han seguido de cerca los trabajos en la isla.
Asimismo, LAB ha indicado a través de las redes sociales que mañana miércoles ampliará en una comparecencia la información sobre las irregularidades detectadas y el informe entregado a la Fiscalía.
«Trasladaremos los expedientes que sean necesarios»
Por su parte, el alcalde de San Sebastián Eneko Goia ha señalado que en en el proyecto de Hondalea, como en otros de la ciudad «se ha actuado llevando a cabo los procedimientos que están establecidos, mediante las resoluciones pertinentes de concurso como de adjudicación por parte del gobierno municipal» y que en ningún momento ha habido «informe desfavorable tanto del secretario como del interventor, por lo que entiendo que se siguen las prescripciones legales que nos deben afectar».
En la habitual comparecencia tras la Junta de Gobierno, Goia ha confirmado que tienen constancia de la denuncia de LAB y que el Ayuntamiento «es transparente», por lo que si la Fiscalía lo requiere «trasladaremos los expedientes que sean necesarios».
Ezker Anitza reclama una auditoría
La asamblea local de Ezker Anitza, formación integrante del grupo municipal Elkarrekin Podemos-IU, ha defendido la necesidad de una auditoría de cuentas de las obras de Hondalea, ya que «son tantas las partidas económicas que se han ido aprobando a lo largo de estos últimos años que es difícil hacer un seguimiento con total exactitud de lo realmente invertido».
Este partido considera «inaceptable» que una obra que inicialmente contaba con un presupuesto de 1,5 millones de euros se haya disparado hasta casi 5 millones «en un momento muy complicado para la mayoría social trabajadora donostiarra» por la pandemia del Covid-19.