Mucho más que cazadores de infractores en la carretera
Movilidad. ·
Los cerca de un centenar de agentes que integran el cuerpo cubren un amplio catálogo de tareas y su labor es «esencial»en la gestión diaria de DonostiaLa Sección Operativa de Movilidad, de la que forman parte los agentes de Movilidad, cumple una función «esencial» en la gestión diaria de la ciudad, ... no solo garantizando la fluidez del tráfico sino con otras muchas labores, como por ejemplo garantizar el paso de vehículos de emergencia, organizar y ejecutar los dispositivos en eventos multitudinarios en coordinación con los cuerpos de seguridad, asegurar un uso adecuado de las plazas reservadas a personas con movilidad reducida, la seguridad vial en entornos escolares o tareas pedagógicas en centros educativos o en los juzgados.
En las calles desde 2009. La sección nació hace dieciséis años como una escisión de la Guardia Municipal, que hasta entonces se encargaba de la seguridad vial. En el momento de su creación, el cuerpo se componía de 62 agentes que se organizaban en cuatro unidades, pero se ha ido reforzando hasta llegar a cerca de un centenar, más las contrataciones temporales de refuerzo en meses de verano –este año serán treinta– o eventos especiales. La mayor ampliación de la plantilla se acometió en 2018 con una OPE que ofertó 31 plazas y a la que se presentaron 630 personas.



El objetivo de instituir esta sección era descargar de trabajo a la Guardia Municipal creando un cuerpo paralelo con autoridad específica en materia de movilidad y que ambos trabajasen en coordinación. Esto permitía además que 45 guardias pudieran dedicarse en exclusiva a la seguridad ciudadana. Hay que tener en cuenta que los agentes de Movilidad tienen condición de agentes de la autoridad en materia de tráfico y que los guardias municipales mantienen sus competencias en la misma.
Tráfico y mucho más. Aunque su función principal es la garantía del cumplimiento de las normas viales y, en definitiva, la seguridad de peatones y conductores, el catálogo de funciones de los agentes de Movilidad es mucho más amplio. Su labor es fundamental en caso de accidente, ya que suelen ser los primeros en llegar al encontrarse continuamente a pie de calle, ayudando a gestionar el tráfico, mantener la calma a las personas implicadas y coordinar los dispositivos para posibilitar la llegada y actuación del resto de servicios de emergencia.
«Los agentes de Movilidad son los profesionales que mejor conocen la ciudad y todos los viales y movimientos posibles. Gracias a este conocimiento, su capacidad de reacción ante cualquier suceso, imprevisto o emergencia es inmediata, asegurando que la ciudad siga en movimiento a pesar de lo que corra», apunta la concejala de Movilidad, Olatz Yarza.
Aparte de dirigir el tráfico, vigilan los aparcamientos adaptados, los entornos escolares y eventos y dan charlas de seguridad vial
El ejemplo más cercano es el apagón del pasado 28 de abril, cuando la «rápida reacción y actuación» del dispositivo de esta Sección Operativa de Movilidad permitió que la ciudad siguiese funcionando, que se garantizase el acceso prioritario de los vehículos de emergencia y que Guardia Municipal y Bomberos pudieran realizar las tareas de rescate sin incidencias.
Eventos multitudinarios. Los agentes de Movilidad están presentes en todas las celebraciones que congregan a un gran número de personas: desde conciertos, carreras y partidos hasta cabalgatas y tamborradas, pasando por festivales o manifestaciones. En esas ocasiones, el equipo de agentes de Movilidad trabaja para «garantizar» el desarrollo de los actos mientras la ciudad continúa su habitual actividad. «Su trabajo va más allá de la mera presencia durante el evento, ya que son los responsables del diseño, planificación y coordinación de todos los servicios de tráfico asociados a los mismos, garantizando siempre recorridos alternativos a vehículos, transporte público o emergencias», explica la edil del PNV.
También son «fundamentales» en los dispositivos de regulación del tráfico en verano –que ya están marcha–, diseñando el protocolo de actuación y activándolo en el momento en el que se detecta una gran afluencia de vehículos en un breve espacio de tiempo, con el objetivo de garantizar la fluidez de la circulación con medidas en tiempo real.
Cerca del ciudadano. Como cuerpo creado para prestar un servicio a la ciudad, los agentes de Movilidad realizan tareas de pedagogía sobre seguridad vial para distintos colectivos y segmentos de población. El Departamento de Movilidad cuenta con un grupo específico que trabaja con centros educativos, juzgados –para conductores que deben reciclarse para recuperar el carné–, asociaciones de personas mayores o con discapacidad, empresas... Su objetivo es ofrecer una formación «más o menos personalizada» en materia de educación vial. Antes, esta labor la compartía con la Guardia Municipal, pero actualmente se ha asumido como propia. También colaboran con el Gobierno Vasco en otro tipo de programas como 'Don't be Dummy! Para ti no hay repuesto' para la prevención de accidentes de tráfico.
Al ser un servicio que está «constantemente» en las calles y carreteras de la ciudad, los agentes actúan como «detectores de incidencias» en aceras, asfaltado y otros elementos urbanos y dan aviso al Departamento de Mantenimiento. Y si hay que retener a un ladrón hasta que llegue la Er-tzaintza –como ya ha sucedido– o preparar y dar un biberón a un bebé que viaja con su aitona en un coche que se queda sin gasolina –ocurrió en 2015 en Amara–, también lo hacen. Asimismo, cuentan con formación en primeros auxilios y están capacitados para hacer una RCP.
En 2015, un agente preparó y dio el biberón a un bebé que viajaba con su aitona en un coche que se quedó tirado en Amara
Esta proximidad con el ciudadano se percibió de manera especial durante la pandemia, cuando los agentes iban con sus coches y motos patrulla a felicitar el cumpleaños a usuarios de residencias de mayores. En esos meses llevaron a cabo casi doscientas actuaciones de este tipo, con el 'Zorionak' de Kaxiano como banda sonora.
Competencias específicas. Dentro de esta carta de servicios, el cuerpo destina tiempo y efectivos a la vigilancia de la velocidad a través del uso del radar móvil –cuya ubicación diaria es pública–, la gestión de la carga y descarga, con especial atención en la Parte Vieja, la participación en planes de emergencia con rutas asignadas a cada agente para agilizar su aplicación o la vigilancia de los carriles bus para garantizar el funcionamiento del transporte público.
Agresiones e insultos. Como es sabido, su trabajo no siempre es fácil, pues deben enfrentarse a situaciones de tensión, prisa y, en ocasiones, incomprensión. En los últimos meses, varios agentes han sido objeto de agresiones físicas y verbales en el ejercicio de sus funciones, ya sea por una denuncia ante una infracción o por desvíos de tráfico que trastocan el itinerario del conductor de un vehículo. Estos hechos han puesto en alerta al Ayuntamiento, que reclama respeto hacia un cuerpo que está «al servicio de los donostiarras».
«No hay justificación para la violencia verbal o física contra ellos, y mucho menos cuando se está actuando contra infracciones de la ley. Los agentes no buscan el reconocimiento de la población, pero sí el respeto y la empatía, que entienden debe ser mutua», afirma Yarza, quien subraya que «también realizan autocrítica de momentos en los que pueden estar desacertados, ya que detrás de cada uniforme se encuentra una persona que, como en todas las profesiones, puede cometer errores».
«El término 'naranjitos' menosprecia su labor y debilita su autoridad»
Pese a ser una pieza «fundamental» para que la ciudad funcione «con seguridad» día a día, para que se puedan celebrar eventos y haya «soluciones alternativas a hechos sobrevenidos», los agentes de Movilidad son en ocasiones objeto de faltas de respeto, desprecio e incluso agresiones verbales y físicas. La concejala del PNV Olatz Yarza pone como ejemplo de ello «la normalización del uso despectivo del término 'naranjitos', lo que contribuye a menospreciar su trabajo y debilitar la autoridad que requieren estos profesionales para desempeñar su función con eficacia». El agente Igor Ayerdi subraya, en nombre de todos sus compañeros, que «somos personas, con sus aciertos y errores, tenemos vocación de servicio público y trabajamos para la ciudadanía, que es la que nos paga el sueldo».
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