Bomberos catalanes se forman en la playa de la Zurriola

Durante los últimos meses, diversos grupos de bomberos del Grup de Recolzament d'Actuacions Especials (GRAE) de la Generalitat han practicado y aprendido cómo mejorar en estos rescates complicados, de la mano de monitores de Basque Water Safety, dedicada a la formación en rescate en situaciones y zonas complejas, y el Zmare, que además de su dedicación hostelera, dispone de un servicio de formación para socorristas y entrenamiento a bomberos, también de Donostia.

La iniciativa comenzó por parte de tres bomberos catalanes que acudieron a los cursillos del Basque Water Safety por sus propios medios. Al finalizarlos entendieron que existía una necesidad de ampliar los conocimientos sobre rescate en el agua.

Xabier Aramburu, organizador de estos cursillos que continúan durante todo el verano, explica que «en Cataluña las competencias de los bomberos van en aumento, y necesitan mejorar y especializarse en lo que es el rescate de superficie pero en zonas complejas, oleaje, acantilados, zonas rocosas, etc». Indica que en cada uno de los cursos celebrados estos meses, han participado entre seis y ocho bomberos, pero que cada edición se «adapta» a las necesidades de formación que tenga cada grupo, dependiendo de su especialidad o dedicación.

Los monitores, Xabier López y Jaime Rochas, fueron los encargados de formar a los profesionales catalanes, que practicaron en olas artificiales del Wavegarden situado en Aizarnazabal; estuvieron horas en aguas de la Zurriola aprendiendo cómo utilizar tablas de surf para labores de salvamento. Algunos ni siquiera las habían tocado antes. También entrenaron con motos de agua en el puerto de Orio, donde utilizaron estos vehículos para atender simulacros basados en casos de emergencia reales.

Esta formación complementa, con un título avalado por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), la experiencia de estos profesionales en intervenciones subacuáticas, pero les faltaba técnica y experiencia en salvamentos en zonas de acantilados, rocas, cuevas en el mar, o lugares con oleaje y zonas de mucha rompiente. Aramburu indica que el objetivo era aumentar su capacidad operativa, y «coger confianza, seguridad y criterio para poder tomar decisiones rápidas en situaciones complejas».