«Está bien que regulen las caravanas, pero al resto que nos dejen»

Convence el objetivo, pero no la fórmula. Los donostiarras se muestran conformes con la necesidad de regular de alguna manera la proliferación de autocaravanas, pero no de que ello suponga la pérdida de espacios de aparcamiento durante la noche en puntos tan céntricos como Sagüés o el Paseo Nuevo. «Tendría que haber otra fórmula para controlarlas, una que no me afecte si quiero ir al cine o a un restaurante de la Parte Vieja y no pernoctar», comentaba ayer Miren Larrañaga, vecina de Zarautz. Le daba la razón Bea Zaballa, donostiarra que pedía «equilibrio» a la hora de aplicar la medida y apuntaba que «ahora solo queda la opción de aparcar en los parkings privados o coger transporte público».

Estos días es posible ver algunas caravanas aparcadas en el Paseo Nuevo. En una de ellas se encontraba Glasson Fitzpatrick, de origen irlandés. De visita turística en Donostia con su vehículo, opinaba que «la medida es bastante desafortunada para la gente que viene aquí a visitar y a gastar dinero, aportando a la economía local» y confiaba en que el Ayuntamiento «cambie su decisión».

Susan Puck, también de Irlanda, reconocía que esta zona de estacionamiento «se recomienda a través de distintas páginas de internet» y que «es muy cómodo para acercarse al centro de la ciudad». «Es bastante triste que vaya a desaparecer este sitio», confesaba.

Álvaro Llompart, turista chileno señalaba que «en otros países desarrollados hay más facilidades para que la gente se mueva en caravana».

Jaime Gómez, donostiarra, recuerda por su parte que «no todos los turistas que llegan con autocaravana cumplen con las normas» y considera que estos vehículos «no deberían poder entrar al centro de las ciudades».