El bar de San Sebastián alejado del barullo donde el disfrute está asegurado: «El buen trato no se olvida»
Carlos Estévez y Miryam Pérez son los propietarios del Bar Kapela, que alejado del gentío y frenetismo del Centro se ha erigido como una parada indispensable en San Sebastián
Mirari Gómez
San Sebastián
Viernes, 11 de octubre 2024, 14:17
Carlos Estévez y Miryam Pérez cuentan con una amplia trayectoria en un sector hostelero al que hace seis años sumaron un proyecto propio: Bar Kapela. Una aventura que «sabíamos que iba a ser dura, pero nos apetecía porque creemos en lo que hacemos y, sobre todo, nos gusta».
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Antes de emprender dicho camino, ambos contaban con un largo recorrido en la hostelería. Ella llegó al sector «de carambola» y trabajó «en diferentes bares y restaurantes de Zarautz, donde aprendí mucho y fui muy feliz». Él regentó durante 25 años un bar, lo que le llevó a recalar en el ámbito de la distribución de alimentos y bebidas y, a pesar de que «nunca me ha gustado demasiado ser comercial», a montar Kapela Gourmet Selección, una «pequeña distribuidora» que «sigue funcionando bien» y en la que trabaja con su hijo.
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De hecho, Kapela nació con la idea de ser, «no tanto un bar, sino un escaparate para la distribuidora, con hueco para mostrar el buen producto y realizar degustaciones con un par de camareros». Pero nada más lejos de la realidad. «Hemos ido liándonos cada vez más y adaptándonos a las exigencias de la clientela, que ha respondido muy bien», confiesa Carlos, a lo que hay que agregar la irrupción de una pandemia que «nos pilló de pleno, obligándonos también a cambiar esa idea inicial», recuerda Miryam: «Hemos tenido que adecuarnos a las nuevas costumbres y horarios, y dar mayor importancia a la terraza».
Sin embargo, «lo que perdura y lo realmente importante, siempre ha sido y seguirá siendo el producto», afirma Carlos, dando cuenta de que la materia prima de calidad es el eje sobre el que pivota la oferta de Bar Kapela en toda su extensión: café, vinos y bebidas de todo tipo, aperi- tivos, cocina... Filosofía que deriva en una propuesta gastronómica enmarcada en la cocina de producto y que busca «intervenir lo menos posible en una materia prima de la mejor calidad, capaz de lucir por sí sola y sin nada que la tape». Una cocina ideada «desde la sencillez» por estos dos hosteleros que, conscientes de que «no somos cocineros, no queremos depender de esa figura de chef que diseña una carta y que si falta, se tambalea todo».
Luces y sombras del trabajo
Con Carlos dividido entre el bar y la distribuidora, dos ámbitos que «intentamos mantener separados» aunque «se enriqucen mutuamente», es Miryam quien ejerce de maître en el Bar Kapela, un establecimiento que, más allá de producto, ofrece «un ambiente agradable, tranquilo y limpio en el que el bienestar del cliente es la prioridad de la atención». Y es que «no hay mayor satisfacción que alguien se marche con esa sensación de 'qué bien hemos estado'. Quizá a futuro no recuerdes qué has comido o bebido, pero el buen trato no se olvida», afirma Miryam en relación a un servicio destacado que ha hecho de Kapela un lugar en el que «se reúnen familias y amigos, se celebran cosas, se crean relaciones y recuerdos para toda la vida... Ser escenario y partícipe de eso es un regalo».
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Es la parte «más gratificante» de trabajar en un sector que, sin embargo, vive un «problema terrible» con la falta de personal. Una realidad «común» al conjunto de la hostelería que se ha convertido en el «mayor quebradero de cabeza» para esta pareja. Apasionados de su trabajo, hacen un llamamiento a dignificar un empleo que «ha ganado mucho en condiciones y derechos en comparación a los abusos de hace unos años», al mismo tiempo que consideran que si bien «no es un trabajo difícil, no puede hacerlo cualquiera».
Asimismo, advierten de que «hay que tomar cartas en el asunto» de la falta de trabajadores, porque están cerrando y seguirán haciéndolo muchos locales, lo que aventuran llevará al sector hostelero donostiarra «a perder identidad y personalidad. En unos años, como ya vemos en otros sectores, todo serán cadenas y franquicias, y costará encontrar sitios auténticos».
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