Azti achaca a la subida de la temperatura del mar la invasión de 'carabelas' en aguas de Gipuzkoa
El temporal arrastra a las playas de La Concha y Getaria cientos de ejemplares de esta especie, que ya se reproduce en el Golfo de Bizkaia, un hecho inédito
Las playas de Gipuzkoa están registrando una llegada masiva e inédita de 'carabelas portuguesas' que ya se están reproduciendo en el Golfo de Bizkaia, un ... hecho nunca antes visto y cuyas causas están investigando científicos de Azti en sus instalaciones de Pasaia. Aunque la arribada de estas 'falsas medusas' a la costa guipuzcoana se viene produciendo desde principios de julio después de cinco años de ausencia, ayer Donostia vivió una jornada sin precedentes al recoger entre sus tres arenales más de un centenar de ejemplares, la gran mayoría de pequeño tamaño, «como un caramelo», detalla Luis Ferrer, experto en tecnologías marinas de Azti.
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Según él, que atribuye la llegada masiva de este viernes expresamente al temporal de viento y oleaje, hay dos principales hipótesis que justificarían la amplia presencia de estos organismos coloniales en nuestras playas a lo largo del resto del verano. Por un lado, que en el litoral de Gipuzkoa «hay muchos individuos, muy cerca todos unos de otros», asegura, a lo que habría que sumar la subida de la temperatura del agua, más alta actualmente que la media en los últimos años, lo que hace aumentar su supervivencia.
«Cabe recordar que las 'carabelas portuguesas' siempre se han reproducido en aguas abiertas del océano Atlántico. Es decir, que son de aguas cálidas. Por lo tanto, si la temperatura se mantiene como hasta ahora, rondando los 23 grados en la bahía donostiarra o los 19 en el Golfo de Bizkaia, y hay tantos ejemplares, lo normal es que se reproduzcan de forma masiva. En consecuencia, tarde o temprano, es lógico que acaben entre nosotros arrastradas por la corriente», asegura este experto.
En la actualidad, los científicos de Azti se encuentran en plena fase de investigación para obtener más información acerca de estas 'falsas medusas', que ayer obligaron a poner la bandera roja durante parte de la mañana en La Concha después de que una niña de 14 años tuviera que ser atendida por una picadura en brazos y cara. Según informó Eduardo Flamarique, jefe de playas de San Sebastián, a la menor se le aplicó «abundante agua de mar en la zona afectada y se le mandó a casa bajo supervisión». En principio, las lesiones no revestían gravedad pero sí le provocaron «mucho picor». Por ello, los socorristas de BPXport le recomendaron que si el dolor perduraba en el tiempo, acudiera urgentemente a un centro médico.
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Tras tener conocimiento de este hecho, y tal y como marca el protocolo del Ayuntamiento de Donostia, se procedió a prohibir el baño en este arenal, lo que obligó a desalojar del agua a los numerosos grupos de jóvenes que se encontraban practicando piragüismo y otros deportes. Pero el de La Concha no fue el único punto en el que ondeó la bandera roja por presencia de este organismo colonial. También lo hizo en Zurriola, acompañada de la blanca de medusas, aunque en este caso marcada a su vez por el temporal de fuerte oleaje y viento. En esta playa fue necesaria incluso la intervención de la Guardia Municipal, ya que varios deportistas no querían abandonar el agua. En Gaztetape de Getaria, por su parte, se prohibió el baño por la tarde tras detectarse «un aluvión» de ejemplares, mientras que en Ondarreta se izó la bandera amarilla al recogerse dos 'carabelas' a primera hora del día.
Análisis en laboratorio
«Como sabíamos que entre el jueves y el viernes iban a llegar estas 'falsas medusas' a la costa, capturamos una para poder analizarla en profundidad en nuestro laboratorio», explica Ferrer. Al cogerla viva, pudieron tomar fotografías y grabar vídeos de sus tentáculos y del movimiento de la vela en función del viento. «Estaba un poco moribunda, y al traspasarla de un recipiente a otro se le empezaron a desprender los tentáculos». Ahora la han congelado y su objetivo es analizar con un microscopio de alta resolución cómo es el comportamiento de sus tentáculos. «Tienen tres tipos, unos reproductivos, otros digestivos y los urticantes. Lo que buscamos ahora es contabilizar cuántas cápsulas urticantes tienen para poder determinar el daño que pueden causar».
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En palabras de Ferrer, los ejemplares que están llegando a nuestras playas y tienen un tamaño considerable, «pueden llegar a desplazarse hasta 31 kilómetros en un solo día, lo que nos indica que hace un mes estaban a entre 500 y 1.000 kilómetros de distancia de nosotros», destaca. Las pequeñas apenas pesan entre 20 y 50 gramos y las grandes unos 200, pero como tienen tanto volumen fuera del agua, «se mueven muy rápido».
Zurdas y diestras
Las hay zurdas y diestras. Las primeras tienen el mayor porcentaje de sus tentáculos en la parte izquierda y las otras, en el lado derecho. Por eso, «las que son zurdas navegarán hacia la derecha del viento y las diestras, hacia la izquierda». Ferrer confirma que con el viento del oeste que ha soplado estos días lo más habitual es que lleguen 'carabelas portuguesas' zurdas, si bien destaca que la gran mayoría de las avistadas en la costa guipuzcoana «suelen ser diestras». Según explica, todo depende de qué lado sople el viento.
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Antes de que se detectara esta llegada masiva de ejemplares de tamaño similar a una moneda, se habían capturado ya cuatro 'carabelas portuguesas' entre las playas de La Concha y Ondarreta. Tres ejemplares fueron recogidos por la embarcación de FCC encargada de la limpieza de la bahía, todos ellos en la orilla, mientras que el cuarto fue encontrado por Raúl Castro, miembro también de Azti. «La he visto sobre las 7.30 horas de la mañana y tiene aproximadamente unos 15 centímetros de longitud de vela flotante», apunta. Tras analizarla en el laboratorio, «podemos confirmar que los tentáculos donde tienen las cápsulas urticantes miden casi 2 metros».
Desde que el pasado 9 de julio la playa de Malkorbe de Getaria detectara la primera 'falsa medusa' cinco años después de su último avistamiento, en los arenales de Gipuzkoa se han recogido más de 300 ejemplares que han causado una veintena de picaduras, varias de ellas a niños pequeños.
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Las playas de La Concha, Ondarreta, Zurriola, Zarautz, Hondarribia y Getaria son donde han aparecido estos organismos coloniales, que tal y como estaba previsto han hecho acto de presencia en la costa guipuzcoana por el temporal. «Con viento fuerte del oeste y olas de 3-4 metros de altura, era muy probable que esta semana pasara lo que finalmente ha ocurrido», señala Ferrer. Y es que el oleaje de estos días ha sido «ideal para que trozos de madera y basura se acerquen a nuestras playas, y por consiguiente, también estas 'carabelas portuguesas' que son arrastradas por las corrientes», concluye.
El día de hoy es una incógnita, ya que ha cesado el temporal pero subirá la temperatura del agua.
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