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La loma de Antondegi, situada entre el barrio de Martutene y el Polígono 27, se preservará como terreno no urbanizable. Michelena

Antondegi recalificará como terreno rural el área que iba a acoger 3.000 viviendas

La revisión del PGOU prevé culminar en la loma entre Martutene y el Polígono 27 la mayor desclasificación de suelo residencial de la historia

Jorge F. Mendiola

San Sebastián

Viernes, 17 de mayo 2024, 07:56

La revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) prevé culminar en Antondegi la mayor desclasificación de suelo residencial de la historia. Esta loma situada ... entre Martutene y el Polígono 27 iba a acoger algo más de 3.000 viviendas, según el planeamiento vigente, pero en estos años la legislación y el mercado inmobiliario han cambiado y han surgido nuevos espacios de oportunidad, como los cuarteles de Loiola, que han llevado al gobierno municipal a renunciar a este desarrollo urbanístico.

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El ámbito en cuestión ocupa una superficie de casi un millón de metros cuadrados y en el futuro PGOU pasará a tener una calificación de suelo rural, según se recoge en el borrador del avance de la revisión de este instrumento básico de ordenación integral del territorio.

En la ficha incluida en el documento, al que ha tenido acceso DV, los redactores argumentan que «siguiendo con las directrices del Plan Territorial Parcial (PTP) de Donostialdea, la ejecución de este sector se considera inadecuada debido a la gran cantidad de viviendas propuestas. Además, el PTP propone dar prioridad a otros desarrollos como Auditz Akular».

Medio ambiente

La loma de Martutene tendrá un uso principal «agroganadero» por su «valor naturalístico»

Por otro lado, continúa el borrador, «por este sector pasa una zona de interés para la funcionalidad ecológica, el cual compone la red de infraestructura verde de Gipuzkoa. Por lo tanto, se apuesta por mantener el valor naturalístico del entorno». De este modo, Antondegi tendrá un uso principal «agroganadero», como «paisaje rural de transición, bosquetes, áreas de mejora de ecosistemas y protección de arroyos», concluye el documento.

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Apuesta firme de Urbanismo

Este borrador todavía debe superar una larga tramitación hasta ser aprobado de forma definitiva, pero la intención de desclasificar «en su totalidad» esta zona al sur del barrio de Martutene es una apuesta firme del Departamento de Urbanismo que encabeza la concejala del PNV Nekane Arzallus.

De hecho, el Ayuntamiento y el Gobierno Vasco iniciaron conversaciones en 2022 para alcanzar posibles acuerdos que permitan la construcción de viviendas en la capital guipuzcoana en lugar de las finalmente descartadas en la loma de Antondegi. Hay que recordar que el Ejecutivo autonómico es propietario de un importante porcentaje de los terrenos, que fue comprando a mediados de los años 90 con el objetivo de desarrollar el ámbito a principios de este siglo. Sin embargo, nuevas directrices en materia urbanística –sumadas a la crisis del sector en 2008– desaconsejaron la creación del nuevo barrio proyectado en la colina, que ahora quedará reservada para usos rurales.

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Según explican desde el Departamento de Urbanismo, la decisión de desclasificar Antondegi afectará asimismo al resto de parcelas del ámbito que a día de hoy cuentan con diferentes calificaciones como industrial o de actividades económicas. En un principio se pensó destinarlos a la ampliación del Polígono 27, planteamiento que también se desecharía en la revisión del PGOU en marcha, avanzan las mismas fuentes.

Propietarios

Ayuntamiento y Gobierno Vasco negocian fórmulas para construir en otras zonas los pisos descartados

Entretanto, otra amplia zona verde de la ciudad en la que el actual PGOU permite la construcción de pisos, Auditz Akular, sigue en fase de análisis por parte de los responsables municipales. En este sector ubicado en Altza se prevé edificar 3.000 pisos y el borrador del avance de la revisión del planeamiento no descarta su ejecución, si bien con un diseño distinto que reduzca los costes de urbanización, que tal y como están planteados son «inviables económicamente», según admite el alcalde, Eneko Goia. «Ese terreno está calificado como residencial y habrá que ver si es viable o no, con qué número de viviendas y con qué diseño. Es lo que tenemos que estudiar», añade el regidor jeltzale.

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Antes de que todos estos cambios se plasmen sobre el papel, el nuevo PGOU tiene que someterse a un proceso de participación ciudadana –ya en fase de licitación– y obtener un triple refrendo del Pleno: aprobación inicial (más un periodo de exposición pública), provisional y definitiva.

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