La Sirena se enciende por primera vez este invierno
El Ayuntamiento de Donostia habilita este viernes el albergue de frío para personas sin hogar y también lo hará mañana ante la nueva previsión de heladas
Las dos noches del Día de San Sebastián resultarán menos duras para varias decenas de las alrededor de 300 personas que en Donostia viven en la calle y que, aunque sea por espacio de dos madrugadas, van a poder pernoctar bajo un techo. Tal como está recogido en el protocolo municipal, la previsión de frío extremo en la costa anunciada por Euskalmet, ha llevado al Ayuntamiento a abrir el albergue La Sirena la madrugada de este viernes y volverá a estar operativo la noche del sábado. Será la primera vez que el local del frío sea habilitado esta temporada, que arrancó el 16 de noviembre. La fecha llega casi una semana más tarde que el año pasado, cuando fue abierto la noche del viernes 14 al sábado 15 de enero. El perfil mayoritario de las personas en calle no ha variado: un varón joven de origen magrebí.
La Sirena, que se ubica en Ondarreta justo al inicio de la carretera que sube a Igeldo, cuenta con 100 camas adicionales a las 143 plazas estables disponibles en otros centros y pisos municipales. Su particularidad es que únicamente se abre las noches desde el 16 de noviembre hasta el 1 de abril en las que se anuncian heladas o, lo que es lo mismo, temperaturas bajo cero en la costa. Son pocas al cabo del otoño-invierno en el litoral guipuzcoano, tal como refleja la estadística de los últimos años. Por ejemplo, este albergue, que el resto del año es utilizado por turistas, únicamente se abrió diez veces en el pasado periodo invernal, de 22.00 a 8.30 horas.
Es por ello que en las últimas fechas varios agentes y entidades sociales –también los grupos políticos en el Ayuntamiento como EH Bildu y Elkarrekin Podemos– han alzado la voz e incluso han llegado a concentrase frente al edificio consistorial para reivindicar la apertura de La Sirena todo el invierno –o incluso todo el año–, independientemente de que las temperaturas no sean tan extremas. En este sentido, desde los colectivos de Harrera Sarea y el de Cenas Solidarias, apuntan que «con cinco grados de temperatura también se pasa mucho frío cuando se duerme en la calle. Y cuando llueve también se pasa mal aunque haga ocho grados, porque se mojan los cartones y las mantas».
Flexibilizar el protocolo
En esta misma línea, Cáritas Gipuzkoa también mostró su «preocupación» por el aumento del número de personas en situación de calle y los «insuficientes» medios que disponen estas personas para acceder a una alimentación, techo o protección frente al frío, y, aún más difícil, «un proceso de inclusión» de la mano de un empleo o una vivienda. Entre otras cosas, apeló a flexibilizar los requisitos para abrir los dispositivos del frío. Fuentes del Ayuntamiento donostiarra trasladan que es algo que ahora no se ha contemplado pero están «abiertos» a ello. «El protocolo se ha venido adecuando en los últimos años». Según explicaron el pasado febrero los departamentos implicados, abrir La Sirena supone un gasto de 2.571 euros a las arcas municipales.
Para tener una previsión de cuántas personas podrían recurrir al albergue, y con el altavoz que suponen las redes solidarias para contactar con las personas sin hogar, el Ayuntamiento entregó este viernes unos tiques para reservar plaza. La experiencia dice que las 100 camas no se ocupan –el año pasado hubo 532 pernoctaciones en diez días–, porque muchas personas prefieren dormir en la calle. Ante esta previsión, y en colaboración con DYA, ayer por la tarde repartieron quits con ropa térmica, saco de dormir, esterilla, guantes, buff, gorro, ropa interior y calcetines, además de asistencia sanitaria.
Denuncian prioridad para los empadronados en San Sebastián
EH Bildu denunció este viernes en una nota que el Ayuntamiento ha «notificado» dos «nuevos requisitos para priorizar» el acceso a La Sirena: «Estar empadronado en Donostia y tener abierta una ficha en Acción Social del Ayuntamiento antes del 14 de noviembre». Así, por la mañana, en el reparto de tiques para reservar plaza, hubo personas a las que se «negó el acceso por no tener el padrón en la ciudad o no estar registrados en los servicios sociales municipales». A todos se les tomaron los datos para avisarles si no se llenaran las plazas, pero «en muchos casos, no tienen móvil y no es posible avisarles a tiempo aunque hubiera sitio. Además, se está haciendo ir hasta La Sirena, en Ondarreta, para dar un 'no'».
