La reposición de la cúpula del Bellas Artes, en suspenso por las alegaciones de la Sade

La Junta de Gobierno Local decidió ayer dejar sin efecto el proyecto de reconstrucción de la cúpula del Bellas Artes «hasta que se resuelvan las alegaciones» presentadas al expediente por parte de la Sade, propietaria del edificio. Eneko Goia explicó que la empresa ha recurrido el expediente de ejecución subsidiaria iniciado por el Ayuntamiento y que «no se puede adoptar ningún acuerdo» al respecto mientras no se le de respuesta, por lo que la operación queda aparcada.

El alcalde señaló que el consistorio se encuentra a la espera de mantener la solicitada reunión «inmediata» con el Gobierno Vasco para conocer qué pasos planea dar tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) que declara el teatro en «situación fáctica de ruina» y en «ruina económica». El fallo dejaría sin efecto la declaración de bien cultural con categoría de monumento de 2015, cuando el inmueble fue inscrito en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco.

En Ijentea entienden que es el Gobierno Vasco el actor interpelado por la sentencia del TSJPV y el que debe decidir el camino a tomar tras este nuevo giro de los acontecimientos. Goia insistió en que su postura es la misma que mantenía el PNV en 2014 durante la tramitación del nuevo Peppuc, que otorgaba al Bellas Artes una protección de tipo C compatible con el uso del mismo. «Al margen de los valores arquitectónicos y sentimentales del edificio, la protección del Gobierno Vasco desequilibraba las opciones de uso del edificio» que promueve la propiedad, advirtió el regidor jeltzale, al tiempo que insistió en que el Ayuntamiento no moverá ficha hasta saber cuáles son las «intenciones» del ejecutivo autonómico. «Ahora que volvemos a la casilla de salida, hay que subrayar que el empeño de este alcalde y de esta corporación municipal será buscar un equilibrio entre uso y protección, como hicimos entonces», concluyó.

Malla de seguridad

En cualquier caso, la declaración de ruina -que corresponde al consistorio- alejaría la posibilidad de llevar a la práctica la reconstrucción de la cúpula, elemento que fue derribado precisamente por su mal estado de conservación y el riesgo real de desprendimientos. Para evitar la caída de cascotes, el viejo cinematógrafo está desde hace años embutido en una malla de seguridad.

El proyecto de reposición paralizado ayer tenía un presupuesto de 258.000 euros y no contemplaba la fabricación de las gárgolas de zinc que presidían la fachada en sus orígenes, hace más de un siglo. El coste de estas piezas, que desaparecieron en una de las reformas acometidas hace décadas, es de 150.000 euros, cantidad que empujó al gobierno municipal a sacarlas del pliego de condiciones del concurso.

La nueva cúpula debía respetar los materiales originales -piedra, pizarra y zinc- y su reposición se acometería en dos fases. Primero se armaría la estructura de la bóveda en la acera y desde allí se elevaría después con una grúa hasta su posición definitiva, en lo más alto del Bellas Artes. Los obreros terminarían el trabajo in situ, método habitual en este tipo de intervenciones en Europa. Todo el cronograma de obra previsto queda ahora en un impás a la espera de lo que determine el Gobierno Vasco y de la solución que desbloquee un litigio que dura ya más de 30 años.