Las obras de urbanización de la estación de autobuses arrancan a finales de septiembre

Mientras bajo tierra las obras de la futura estación de autobuses de Atotxa avanzan según lo previsto, en la superficie ya se han iniciado los trámites para la urbanización de la zona. El Ayuntamiento dará en dos o tres semanas su visto bueno al proyecto y hacia finales de septiembre comenzarán los trabajos sobre el terreno.

La ordenación de los elementos que compondrán la 'tapa' del apeadero subterráneo es definitiva. Tal y como se aprecia en el plano al que ha tenido acceso DV, la entrada peatonal a la estación se realizará por el paseo de Francia a través de un vestíbulo instalado junto a la bajada al pasadizo subterráneo que conecta el Centro con Egia, entre el bidegorri y la zona ajardinada.

En el entorno del tragaluz central de la estación se generará una amplia área de descanso separada de la carretera por terraplenes verdes con arbolado. Allí se colocarán bancos y un parque infantil con suelo blando. También se construirá un nuevo tramo de bidegorri que permitirá enlazar, en paralelo a la pared lateral de las viviendas del paseo Federico García Lorca, el carril bici que viene de Amara con el que lleva a Gros.

El puente de María Cristina perderá uno de sus carriles -quedará uno para cada sentido de la circulación- por el ensanchamiento de la acera que mira a la desembocadura del río Urumea, que para absorber el incremento del flujo de peatones que previsiblemente provocará la estación (y el TAV en el futuro) pasará a medir seis metros.

Después del puente, en dirección a Egia, se habilitará un carril exclusivo para los autobuses que deseen acceder a la estación y otro para los vehículos particulares que vayan al parking. El aparcamiento subterráneo contará con una entrada peatonal en la parte más meridional del ámbito. En los planos se contempla asimismo una posible conexión con el apeadero de Renfe cuando se complete la llegada del TAV.

Cambios en García Lorca

El paseo Federico García Lorca también sufrirá cambios. Por esta vía saldrán los autobuses de la estación y para ensanchar los dos carriles existentes habrá que sacrificar una de las dos filas de aparcamiento, en concreto la más cercana al muro que separa la calle de las vías del tren.

La empresa que construye la estación de Atotxa será la encargada de acometer estas obras, según figura en los pliegos del contrato. Esta circunstancia no es baladí, ya que posibilitará la agilización de los trámites al no ser necesario convocar un nuevo concurso. Los planes de obra apuntan al 1 de diciembre como fecha para que la estación y su entorno estén finalizados y entonces será el momento de equipar el interior, labor que podría compaginarse con las últimas semanas de la construcción, según explicó el concejal de Proyectos de Ciudad, el socialista Enrique Ramos. Si no surgen contratiempos, la nueva terminal esté operativa para finales de año y a pleno rendimiento con la llegada de 2016, una fecha clave para Donostia.