Arraun Lagunak acaricia la gloria

Arraun Lagunak, que repitió la misma tripulación del día anterior, rompió la regata en popare, pero probablemente la victoria se gestó de brankas porque por esa calle 4 sufrieron ayer todas las embarcaciones que tuvieron que remar por ella. Las de Juan Mari Etxabe, con la confianza que les daba la victoria en Hondarribia, salieron a fuego y enseguida el GPS marcó dos segundos de ventaja sobre Orio, a priori con una calle más propicia para ir de brankas. Tolosaldea, por la 2, marcaba de cerca a la San Nikolas mientras Donostiarra esta vez no estaba súper y se despedía a las primeras de cambio de la pelea por la bandera.

A la ciaboga llegó Arraun Lagunak con tres segundos de ventaja sobre Orio y seis sobre Tolosaldea, con Donostiarra perdiendo 23, lo que le situaba un segundo por detrás del crono que había marcado Hondarribia igualando el tiempo de Hibaika.

En popare, y con las calles de Donostiarra y Tolosaldea totalmente libres, la Lugañene cruzó el campo de regateo para aprovechar el oleaje, lo que le permitió ir distanciando cada vez más al resto, si bien esos metros de más que tuvo que hacer provocaron que en un momento de la regata Orio, con tres cambios en sus tostas, llegara a ponerse a dos segundos. Fue un espejismo.

De hecho Orio comenzó a perder terreno y a ver cómo Tolosaldea, que por momentos llegó a estar a cinco segundos de la San Nikolas, se ponía a dos, amenazando seriamente una segunda posición que supo defender en los últimos metros para no hacer aún más grande el agujero.

Donostiarra, lejos del bullicio, llegó a más de 34 segundos, mejorando el crono que había marcado Hondarribia en 74 centésimas para salvar la cuarta posición.

No tiene suerte la Ama Guadalupekoa, que el sábado se quedó fuera de la tanda de honor por 92 centésimas respecto a Tolosaldea. Y no es la primera vez que le sucede.

Otra vez las de Iker Cortés ganaron su tanda gracias a un magnífico largo de vuelta. Porque, de brankas, Hibaika le plantó cara. Fue una regata que, después de lo vivido en Hondarribia el día anterior, se ciñó al guión habitual. Pugna entre la Ama Guadalupekoa y la Maddalen en el largo de ida, con Cabo da Cruz algo descolgada y Tirán en otra latitud.

En la ciaboga, la renta de las hondarribiarras era de apenas un segundo, pero fue virar y comenzar a abrir brecha con Hibaika, que cedió definitivamente en su pugna con Hondarribia, aunque nunca vio peligrar la segunda posición en su tanda ya que Cabo da Cruz no llegó a ser amenaza.

En popare, y probablemente por la mejor calle, Arraun Lagunak comenzó abrir brecha mientras cruzaba el campo de regateo aprovechando la dirección de las olas. Seis, siete, ocho segundos, Orio sufría con Tolosaldea cerca de su popa, pero incapaz de cuestionar la victoria de una Lugañene que se distancia en la clasificación.

En la primera tanda Hondarribia volvió a ser la dominadora, aunque tuvo que esperar al largo de vuelta para distanciarse de Hibaika, que de brankas fue muy bien, cediendo sólo un segundo en ciabogas. Cabo a 11 y Tirán, a 24 ya no tenían opción.

Fue en popare cuando la Ama Guadalupekoa hizo la diferencia hasta imponerse, aunque como el sábado las centésimas le privaron de la cuarta posición.