Igor Gómez, en la rampa del Muelle, preparado para el calentamiento de agua. Borja Luna

La rutina de un remero en La Concha

Igor Gómez, canterano de la 'Esperantza' de Getaria, explica cómo es la preparación de un remero antes de afrontar la gran cita de la temporada arraunlari

Xabier Manzanares

Jueves, 11 de septiembre 2025, 02:00

Estar en el agua a la espera de la orden de salida es una sensación única, son segundos en los que recuerdas todo el trabajo ... que has hecho hasta poder formar parte de la Champions del remo». Igor Gómez (Getaria, 1998), uno de los remeros con más experiencia de la 'Esperantza', explica cómo es la rutina de un deportista de cara a afrontar un domingo de la Bandera de La Concha. Alguien puede intuir que la preparación empieza desde que suena el despertador el día de la regata, pero nada más lejos de la realidad: la cita va mucho más allá, hay que cuidar todos los detalles desde meses antes porque remar en la bahía los dos primeros domingos de septiembre es el sueño de todo remero de banco fijo y llegado este momento hay que intentar no dejar ningún cabo suelto.

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La preparación se inicia desde la víspera de la regata. «El día anterior intento ocupar la mente en otras cosas. Por suerte, tengo a la cuadrilla o a mi novia para hacer planes. Hay que intentar olvidarse de los pensamientos acerca de La Concha», confiesa el remero que en esta ocasión cumple su cuarta participación en la gran cita donostiarra.

Antes de embarcar, los remeros toman unos sándwiches de mermelada, batidos de proteínas y pastillas para los gases

El getariarra formó parte en 2022 de la tripulación que protagonizó el regreso de la 'Esperantza' a La Concha 49 años después y como él mismo recuerda «aquel año el club nos animó a ir la víspera de la regata a un partido de cesta punta en Galarreta para olvidarnos de todo y aislarnos en nuestra propia burbuja». Esa fue la última vez que todo el equipo se concentró conjuntamente, ya que a partir de ahí «nos dimos cuenta de que cada uno tiene sus manías».

07.30 horas

El día de la regata arranca temprano, con un desayuno compuesto por un plato de arroz, una tostada con mermelada y un café. Igor Gómez

En el día de la regata, la rutina comienza bien temprano, «hacia las 7.00 horas». La parte de la alimentación es fundamental y La Concha exige una reducción en la cantidad de carbohidratos y azúcares ingeridos durante la semana. «Hay quienes se duchan nada más despertarse para espabilarse, otros no lo hacen... Cada uno decide», afirma el canterano. El día empieza con el desayuno, «con un buen plato de arroz, acompañado de unas tostadas con mermelada. Hay que hacerlo de forma reposada, sin agobios. Hay que cargar las baterías para el esfuerzo físico que viene después en la regata».

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08.30 horas

Con la mochila lista llega el momento de salir de casa y dirigirse al puerto de Getaria, donde el equipo espera para partir hacia Donostia. Borja Luna

Después de desayunar y hacer la mochila, toca reunirse con el equipo para poner rumbo a San Sebastián en furgoneta. Los remeros y técnicos quedan en el puerto de Getaria, donde están situadas las instalaciones del club. «Tenemos la buena costumbre de juntarnos diez minutos antes de la hora de salida por si ocurre cualquier imprevisto», relata Gómez.

08.45 horas

Todos los remeros de la trainera se reúnen en las instalaciones del club, donde les esperan las furgonetas que los trasladarán hasta la capital. Borja Luna

No todos los remeros son getariarras, así que en el camino hacia La Concha se van incorporando otros en diferentes puntos del trayecto. «Paramos en Aritzeta. Cada uno va en su coche hasta ese restop y ahí se suben a la furgoneta». El equipo llega como mínimo tres horas antes al lugar de cada regata de la Liga, pero La Concha, con toda su pompa y requisitos organizativos, les lleva a estar en la zona del muelle «unas cuatro horas antes» de la salida de la regata a mediodía.

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10.00 horas

Tras montar el box y tomar un café con el equipo en la sociedad Zubi Gain, es tiempo de activar el cuerpo. Borja Luna

Lo primero que hacen los remeros y ayudantes del club es montar lo que llaman el box, que no es otra cosa que una zona de descanso y reunión bajo una carpa.

La ingesta de alimento antes de embarcarse es esencial así que una vez instalados es momento de seguir dándole azúcar al cuerpo. «La segunda dosis es un sándwich de mermelada. Y a continuación cada remero ya empieza a preparar la taborda (la empuñadura del remo) a su gusto porque cada uno tiene sus manías. A estas alturas el entrenador todavía no ha dado la alineación definitiva pero quien más quien menos ya intuye quiénes pueden ser los titulares».

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Se dividen las tareas

El grupo se reparte las tareas. Mientras unos preparan la trainera, otros se ponen con la mezcla de los batidos de proteínas. «Las hacemos en cuatro o cinco botellas grandes y cada uno bebe cuando quiere a lo largo de la mañana», explica quien acumula nueve temporadas remando con Getaria.

Antes de embarcar, los remeros toman unos sándwiches de mermelada, batidos de proteínas y pastillas para los gases

Una vez está todo listo, es turno de tomar un café. El equipo se traslada a sociedad Zubi Gain, situada en la calle Campanario de la Parte Vieja. «Tenemos la suerte de tener amigos en Donostia que nos hacen un hueco. En el tiempo que estamos tomando el café intentamos no hablar de la regata. Son unos minutos en los que el equipo trata de despejarse», explica.

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10.45 horas

Con aproximadamente una hora de antelación y después de los ejercicios de activación, la trainera entra al agua para iniciar los ejercicios de calentamiento. Borja Luna

Apurado el café, la plantilla regresa al box y se sumerge de lleno en la dinámica de competición. Los remeros se cambian, se relajan en las sillas y esperan al entrenador para que comunique la alineación. «A partir de ahí la alimentación ya solo se centra en los que van a formar parte del bote, esos toman unas pastillas para expulsar los gases». Quedarán noventa minutos, momento para iniciar el calentamiento en tierra. Ejercicios de movilidad y activación de los músculos antes de cargar con la trainera al hombro rumbo al agua.

Calentamiento en el agua

Tras una mañana llena de protocolos, es hora de embarcar. Eso sí, el juez de la regata deberá antes dar el visto bueno a la alineación. En todas las regatas es el mismo guion. «Primero remamos cinco minutos suave para poner la maquinaria en marcha. Poco a poco vamos añadiendo intensidad y dentro de series de nueve minutos, intercalamos pequeños esprints, por llamarlos de alguna manera, de veinte paladas a fuego», cuenta.

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12.00 horas

Con todo listo para la hora de la salida, la embarcación se sitúa frente al semáforo y vive los últimos minutos antes de la regata con máxima tensión. Luego tocará disfrutar. Lobo Altuna

Una vez acabado el calentamiento, es el turno de poner rumbo a la salida, donde «todas las emociones se multiplican. Te ves abajo, con todos los aficionados con sus camisetas en la zona del muelle y Urgull... Es entonces cuando piensas que se han acabado todas las pruebas y que toca darlo todo hasta el final».

Getaria bogará este domingo en la primera tanda junto a Hondarribia, San Juan e Isuntza. La 'Esperantza' partirá con una desventaja de 20 segundos sobre Zierbena –la trainera que sale como mejor clasificada tras la primera jornada con una exigua renta de diez centésimas sobre Orio– y el objetivo más lógico será ganar su tanda y esperar qué pasa en la de honor si hay cambio en las condiciones de mar.

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Donostiarra, cuarta en la general provisional, está a solo cinco segundos y Getaria anhela ganar un puesto porque es factible visto su rendimiento esta temporada porque Urbaibai, tercera, ya está a catorce y será más complicada de superar.

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