«Volveremos sin duda... si se puede»
Afición. Será muy difícil repetir el desembarco txuri-urdin de más de 8.000 fieles que acompañaron al equipo a Manchester en 2013
Fue un viaje que causó furor. Por el rival. Por el marco incomparable que es Old Trafford. Por la competición, la más alta a nivel europeo. Y sobre todo, porque jugaba la Real. El 23 de octubre de 2013 el Manchester United se medía al conjunto txuri-urdin en la fase de grupos de la Champions League. Varios de los 8.000 seguidores que viajaron a la ciudad inglesa recuerdan lo que fue aquel día y ninguno duda en que repetiría si se dan las condiciones para viajar en el mes de febrero, lo que parece complicado.
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Jon Elizalde, un donostiarra de 16 años, jugador del SANSE, recuerda con «cariño» la que fue su primera salida con la Real lejos de Gipuzkoa acompañado de su aita, Aitor, otro realista acérrimo. «No lo olvidaré nunca por lo mucho que disfrutamos y porque mi aita casi se queda en tierra, en el aeropuerto de Biarritz, porque su DNI no tenía foto, se le había caído. Menos mal que se enrollaron en la puerta de embarque». Una vez ya en Manchester, este abonado de la Real, recuerda el «gentío» que había en las calles, con camisetas txuri-urdin por todas las esquinas. «El ambiente que vivimos, los cánticos, los tengo presentes todavía hoy. Lo pasamos de vicio. Era una locura». El momento en el que accedieron a Old Trafford tampoco lo olvida. «El campo estaba vacío cuando entramos, bastante tiempo antes de que empezara el partido, y me pareció gigante, un campazo, en comparación con el viejo Anoeta. Lástima que perdimos, eso fue lo único que no me gustó de aquel viaje, pero ahora tendremos la oportunidad de cobrarnos la revancha. La Real está jugando de maravilla y por qué no».
El donostiarra Iñaki G. fue con su pareja a la ciudad del oeste de Inglaterra y un grupo de amigos. «Conseguimos las entradas por medio de un patrocinador del Manchester United y viajamos por nuestra cuenta haciendo escala en Alemania a la ida y a la vuelta. Fuimos la víspera del partido con lo que no nos dio tiempo de ver mucho la ciudad ni hacer turismo. Eso sí, disfrutamos un montón del ambiente del día del partido con el resto de la hinchada y nos volvimos tranquilamente al día siguiente. Fue una experiencia inolvidable que nos gustaría repetir en febrero aunque sabemos que está complicado», cuenta este hincha de la Real. Iñaki no olvida el marcador, 1-0 a favor de los diablos rojos, y confía en que «tengamos un mejor resultado».
Iñaki y su pareja son optimistas por naturaleza y confían en poder presenciar la vuelta de los dieciseisavos de final en el teatro de los sueños. «No perdemos la esperanza de poder ir. La verdad es que tenemos un recuerdo tan bueno que nos encantaría volver». Además, ya tienen hotel para la Supercopa y la Copa en Sevilla y aseguran que «acabamos de renovar el pasaporte», así que la Real está obligada a pasar de ronda.
«El partido fue una pena»
En el caso de Mikel, de Astigarraga, y su novia, Maitane, el viaje a Manchester hace siete años sirvió como un pequeño tour por las islas británicas. «Tuve unos días libres en el trabajo y decidimos hacer una gira de seis días», cuenta este socio realista desde hace más de veinte años. «Estuvimos haciendo turismo por Londres, viendo los sitios habituales y después nos cogimos el tren y fuimos a Liverpool, aprovechando que está a una hora de Manchester». Mikel rememora lo que fue el día. «Increíble», resume. «Ni me imaginaba encontrarme con gente conocida en Manchester. Éramos 8.000 pero parecíamos cien mil, una pasada». La kalejira hasta el campo «se nos hizo un poco larga, la verdad», recuerdan ambos, «porque llevábamos todo el día por ahí y las pintas a alguno que andaba cerca nuestro le pasaron factura», bromea Maitane.
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Sobre el partido corroboran que «fue una pena», ya que Iñigo Martínez se metió en propia puerta nada más empezar. «El campo es increíble, precioso, con esos tres pisos que lo hacen inmenso». Mikel apunta que «he estado en el Nou Camp y en el Bernabéu, pero Old Trafford es increíble». Fueron un día y un viaje inolvidables, «también porque nació mi sobrino cuando estábamos allí» y por el ambiente. «Todo fue sensacional y por supuesto que repetiría. Pero esta vez, ganamos».
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