¿Solari, puedo quedarme la camiseta?
La última vez que la Real ganaba en el Bernabeu, yo pasaba por ahí. Solari jugaba de blanco y Xabi Prieto se doctoraba en primera ... con un penalty patentado por Antonín Panenka. 1-4 hace casi 15 años en un partido 'galáctico'.
He rescatado la caja negra de aquella tarde en forma de recortes de prensa y he encontrado similitudes con el 0-2 de ayer. Los periódicos de hoy no solo sirven para envolver los bocadillos y el pescado de mañana.
Aquel día, Raynald Denoueix se vistió de Napoleón y diseñó un sistema heterogéneo. Lejos de los esquemas típicos 1-4-4-2 o 1-4-3-3, les organizó un 'Escape Room' del que ni Ronaldo, Raúl ni Figo pudieron escapar. Jugamos sin interior o extremo izquierdo ya que el Real Madrid alineaba como lateral derecho al joven central Mejía y preveía poca proyección ofensiva. El plan era volcar nuestro juego de ataque hacia el carril derecho donde Karpin, Rekarte y Xabi Prieto generarían superioridad numérica y aprovecharían los espacios a la espalda de las cabalgadas ofensivas de Roberto Carlos. Estrategia digna de Sun Tzu en su 'Arte de la Guerra'. Jugada maestra y 'año en blanco' para el Real Madrid. Muchos paralelismos con lo acontecido ayer.
«El Madrid presentaba el trofeo del Mundialito, pero tras la calma les sobrevino la tormenta»
Esta vez la Real se presentaba sin complejos ni publicidad de apuestas en la camiseta, valores que le hacen grande. Una presión alta en campo contrario y con un acoso intenso del nivel de la serie 'YOU' (Netflix), dificultaban la salida de balón de los merengues. Imanol Aguacil, apostó por un juego combinativo desde fase de inicio y un estilo valiente.
El Madrid presentaba el trofeo del Mundialito de Clubes ante su afición. Pero después de la calma, les sobrevino la tormenta. Penalty a favor de la Real y 0-1. A más de uno se le atragantó el roscón. Pasaron de los propósitos de año nuevo a los despropósitos de año nuevo.
Solari, que siempre que le miro me recuerda a Ace Ventura, no consiguió desarticular el planteamiento de Imanol.
Se sucedieron las ocasiones para los dos bandos. Rulli vivió su Luna de Miel en el Bernabéu. Vinicius estuvo tan activo, desatado y descarado como el Rey Baltasar en Andoain. Las decisiones arbitrales nos sonrieron esta vez. Y Lucas Vazquez, con su roja y saliendo del campo rompiendo la camiseta a lo Hulk, nos dejó el camino asfaltado para que la Real matara el partido y combinara a su antojo para ganarlo defendiendo con balón.
«Solari no consiguió desarticular el planteamiento de Imanol»
Aquel 22 de mayo del 2004 fue mi estreno profesional y mi primer intercambio de camisetas al finalizar el encuentro. En Tercera o 2°B ni se te ocurría semejante hazaña heroica. Es uno de los privilegios del fútbol profesional, como viajar en avión e ir escoltados a los estadios.
-¿Solari, la cambiamos?, le solté señalando las camisetas con mirada de niño bueno.
-¿Santiago, puedo quedarme tu camiseta?(Le llamé por su nombre para ganarme su confianza).
No opuso resistencia y se liberó de la suya como quien se quita un peso de encima. Desde entonces le guardo un cariño especial. Le seguí la pista cuando escribía para el 'El País'. Siempre en deuda. Le debo una. Después de lo de ayer creo que le debo 2.
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