Siete puntos perdidos...

Una pena, pero a esta Real nos la han cambiado durante el parón y ahora crear fútbol le cuesta una barbaridad. Y no lo digo por lo de ayer, porque perder contra el Madrid es algo que les está pasando a todos. Ayer la Real mejoró respecto a los partidos anteriores, cosa que no era difícil, pero no le dio para puntuar. Y es que, además, no tiene ni una pizca de fortuna. Todas las jugadas en las que es una cosa u otra por un centímetro le caen en contra. Ante Osasuna, contra el Alavés –sigo pensando que el primer gol era fuera de juego y lo seguiré pensando siempre– y también ayer. Pero es lo que hay.

Quedan, como digo, solo ocho partidos y quizá haya tiempo para pararse aunque sea solo hoy mismo, resetear, limpiar la cabeza y afrontar el choque del miércoles como lo que es, toda una final en la lucha por Europa. Sin público, pero una final.

La Real, al menos, cambió su propuesta y salió decidida a presionar alto al Madrid para que no jugara cómodo. Esto obligó a los de Imanol a hacer un trabajo extenuante, aunque tuvo sus frutos ya que el rival nunca pudo jugar como quería. Lógicamente, los ayer de verde tienen calidad para salir de ahí, pero hasta antes del descanso solo lo hicieron en contadas ocasiones y muy forzados además al pisar el área realista. A los de Imanol, mucho mejor que en los dos últimos partidos, les faltaba claridad de ideas en la línea de tres cuartos, ya que los balones interiores para profundizar no llegaban nunca al compañero. Por eso se fueron al descanso, de nuevo, sin rematar una sola vez a portería.

Todo se complicó porque nada más empezar la segunda parte llegó el mazazo en una jugada muy mal defendida, en la que un 'penaltito' no se le pasó ni mucho menos al colegiado, que todas las jugadas dudosas las vio en contra de la Real. Como en el gol anulado a Januzaj, por ejemplo. Porque he visto acciones muy similares y con el jugador que está en fuera de juego mucho más cerca del portero que han subido al marcador. Será casualidad, claro, pero en todas las jugadas polémicas la moneda salió cruz para los nuestros... Incluso en el gol de Benzema tengo muchísimas dudas, porque si le da con el hombro, el balón no cae así al suelo. Y de lo que no tengo dudas es de que Casemiro debió ver la roja por el codazo a Merino. Pero eso sí se le escapó al árbitro. Y al VAR, claro. Más de lo mismo. En fin...

Luego, ya fue nadar a contracorriente, pero al menos el equipo no bajó los brazos, e incluso tras el segundo gol fue capaz de acortar distancias y de tener alguna llegada peligrosa, pero con tantas cosas en contra era prácticamente imposible. Pero, como digo, hay que mirar hacia delante, al miércoles, al Celta. Esos puntos no se pueden escapar. De ninguna manera.