El Sanse, un Segunda, con categoría de Primera

Olviden aquellos años en familia del Sanse en Atotxa y los últimos en Zubieta. La Real Sociedad de Segunda jugará en el Reale Arena presumiblemente respaldado por un buen número de aficionados como nunca en su historia. Sus partidos no diferirán mucho de los que dispute el primer equipo, al menos en cuanto a organización. Es lo que quieren en el consejo de administración que preside Jokin Aperribay, además del director de fútbol Roberto Olabe. El club quiere cuidar al Sanse, estar a la altura de lo conseguido por Xabi Alonso y sus jugadores en el terreno de juego, y va a poner toda la carne en el asador.

A la espera de que la Real haga público qué idea tiene para sus abonados en relación a los partidos del Sanse, si será un abono único para el primer equipo y el filial o dos abonos por separado, Anoeta se abrirá al público en cada partido del Sanse igual que en los partidos del primer equipo. No habrá distinción. Esa es la idea, al menos en el arranque de la competición. Luego, el número de espectadores, más o menos, determinará las medidas a adoptar. La Real tiene la intuición de que el Sanse concitará interés por la novedad que supone ver al equipo en Segunda, por los rivales a los que se enfrentará y porque después de una temporada en casa por el Covid hay ganas de fútbol en vivo.

En el club también esperan la visita de aficiones rivales. Valladolid, Burgos, Gijón, Oviedo, Amorebieta y Eibar son solo algunos de los clubes que podrían movilizar un buen número de aficionados atraídos por la posibilidad de visitar el mejor estadio de Segunda, el atractivo de San Sebastián y por supuesto la entidad del rival. Se dejarán ver por la ciudad y hay confianza en que hosteleros y hoteleros se vean beneficiados de su visita.

La Real pondrá todo de su parte para que el Sanse sea el foco de todo durante la hora y media del partido. En el club entienden que cada choque del filial puede ser también una buena oportunidad deportiva y económica. Es por lo que todos los accesos al campo estarán abiertos. Los partidos del Sanse no se limitarán solo una grada. También la zonas de restauración y zonas más reservadas, la 'Hospitality', permanecerán operativas en cada partido para lo que la Real pondrá a trabajar a sus empleados como si en el césped estuvieran jugando Imanol y sus futbolistas.

El Sanse en Segunda será una nueva experiencia que el club quiere aprovechar con actividades paralelas en el interior del estadio. Esa idea supone que todos los servicios paralelos que conlleva la organización de un partido se pondrán en marcha (empleados de seguridad, sanitarios, Ertzaintza...) porque así lo exige LaLiga.

La Real, como es obvio, no necesitará invertir para adaptar su estadio a las exigencias de LaLiga. Otros recién ascendidos necesitan, por ejemplo, adaptar el estadio para las retransmisiones televisivas (habilitar posiciones de cámara, instalar una iluminación potente y garantizar el flujo de energía eléctrica, salas de prensa y cabinas de televisión, una zona mixta y para las entrevistas postpartido, controlar que la publicidad sea monocroma...) y también efectuar reformas para dar cabida a otras instalaciones imprescindibles para el desarrollo del juego o para el cumplimiento de la normativa de seguridad, tales como las cabinas del VAR, las salas antidopaje, los sistemas de Mediacoach (cámaras para el almacenamiento de big data y su videoanálisis) o zonas para afición visitante delimitadas y unos accesos controlados.

Otra de las incógnitas a despejar es en qué franja horaria jugará el Sanse sus partidos. La Real Sociedad pretende que el primer equipo y el Sanse jueguen como local los mismos fines de semana. El club así se lo ha trasladado a LaLiga para que lo tenga en cuenta a la hora de realizar el sorteo de los calendarios. Es fácil que su petición tenga éxito porque ni es el primer club ni el último que condiciona el sorteo de emparejamientos.

La razón es sencilla: preservar el césped de Anoeta. Si el Sanse juega el sábado y el primer equipo, el domingo, o viceversa, el césped tiene más tiempo para respirar hasta la siguiente jornada en casa. En ese tiempo, en esos trece días aproximadamente que pudieran transcurrir entre partido, el césped podría recibir los tratamientos que necesita para mantenerse en condiciones óptimas. Hay que añadir la carga de los partidos de la Europa League y de la Copa -el Sanse no jugará esta última competición porque el reglamento lo impide-.

La otra incógnita es qué publicidad lucirá el Sanse en el frontal de su camiseta. En el club se debate si la futura firma que el primer equipo luzca en su camiseta -ahora en blanco después de que haya terminado la vinculación con la casa Iqoniq- debe ser la misma que luzca el Sanse. Dependerá del posible acuerdo que se pudiera alcanzar con una nueva empresa.

Lo que no cambia es el formato de competición. Serán 22 equipos y ascenderán directamente a la Liga Santander los dos primeros clasificados. Disputarán un playoff por la tercera plaza de ascenso desde el tercero hasta el sexto clasificado, jugándose semifinales y final con el partido de vuelta en casa del mejor clasificado en la liga regular. Y descenderán a Primera RFEF los últimos cuatro clasificados. Eibar, Valladolid, Huesca -descendidos de Primera-, Amorebieta, Ibiza, Burgos y la propia Real -ascendidos desde Segunda B- serán los nuevos equipos en una categoría en la que la igualdad es máxima y en la que el Sanse quiere dar guerra.