Una respuesta de equipo grande

Acabado el partido en el Pizjuán, con un equipo reforzado, se puede concluir, si había alguna duda, que esta Real de un partido por semana puede perfectamente defender esa posición europea en la que está ahora. El reto tiene que ser ese. No puede ser otro cuando el Betis es quinto a dos puntos y todavía tiene que pasar por Anoeta. Tengo la impresión de que la Real ha pasado su particular purgatorio como otros tantos. El estado de ánimo del equipo es bueno y sigue convencido de lo que hace.

Dudé cuando Imanol quitó de golpe a Merino y Rafinha. A ver si... Pero lo que entró al terreno de juego fue todavía mejor, que ya es difícil. La Real, en Sevilla sí, jugó al ritmo que marcó Silva, sensacional. Su actuación marcó diferencias. Guridi, que me encanta, también sumó.

Más allá de la actuación de unos y otros, me quedo con el paso adelante de Rico y Sorloth, dos jugadores a los que se les ha dado palos esta temporada. Rico, por fin, ha entendido el juego de la Real y ya se puede intuir el lateral que firmó Olabe. Eso quiero creer. Se asoció bien con Januzaj, encontró buenas situaciones de ataque y ganó el duelo a un jugadorazo como Ocampos.

Sorloth jugó bien de espaldas, peleó balones aéreos y hoy le perdonaríamos todo si llega a marcar el gol de la victoria. Estaríamos a seis puntos del segundo clasificado... Ojalá sea capaz de ofrecer algo más en los partidos que quedan porque Isak sigue sin ver puerta.

La falta de gol volvió a ser ayer el tema de conversación en los corrillos. No podía esperarse otra cosa después del partido contra el Sevilla. Ahí están las cifras, cuya elocuencia no se discute. La Real es el que menos goles ha marcado entre los nueve primeros clasificados: 29, uno por jornada. Es difícil de explicar cómo un equipo puede estar peleando por Europa con guarismos tan bajos. Da la impresión de que siempre falla algo. El remate, el último pase, la elección del apoyo correcto, la suerte... Echo en falta una mejor ocupación de los espacios dentro del área por parte de los delanteros. La Real no aprovecha como podría las llegadas por banda.

Así que Imanol tenía razones sobradas para sentirse tocado porque lo que básicamente volvió a faltarle a su equipo, es decir, la eficacia a la hora de acabar las jugadas, es justo aquello contra lo que los entrenadores poco pueden hacer. Cuando se dice –y es verdad– que el fútbol es de los futbolistas es porque son ellos los que, al final, aciertan o fallan en los momentos decisivos. Un técnico sí puede conseguir que un equipo se organice y defienda mejor, pero en el plano ofensivo su contribución no puede ir más allá de que sus jugadores estén en disposición de crear muchas ocasiones. Nada más. La Real tuvo unas cuantas. Acabarán entrando.

Habrá que ver el vaso medio lleno y pensar que la Real ha madurado porque sin ver puerta con regularidad ha sabido compensarlo como hacen los grandes equipos: candando la portería.

Acabo: no comparto en absoluto con quienes piden un fichaje para cubrir la baja de Oyarzabal. No vale pedir refuerzos para nueve partidos y defender la cantera. La Real tiene mimbres para reponerse a la baja del capitán.