Sorloth perfora la portería de Álvro Fernández a pase de Mikel Oyarzabal para hacer el 0-2. afp
Espanyol-Real Sociedad

Recital con final angustioso

La Real firma una gran hora de juego en la que marca tres goles pero el exceso de confianza casi lo paga caro

Miguel González

San Sebastián

Lunes, 13 de febrero 2023

Típico partido en el que hoy lo único que quedará son los tres puntos sumados que afianzan a la Real en la tercera plaza pero ... que acabó con un sofoco innecesario por un exceso de confianza. Es lo que pasa cuando estás goleando y vendes la piel del oso sin terminar de rematarlo. Que te da un zarpazo que te pudo robar dos puntos de oro. Al final, la sangre no llegó al río y ganó quien más lo mereció.

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Porque durante más de una hora solo hubo un equipo sobre el césped: el txuri-urdin. Conducido por Zubimendi e Illarramendi en la zona ancha y con dos puñales en las bandas como Kubo y Oyarzabal, superó de cabo a rabo al conjunto perico que no sabía por dónde le daba el aire. Mención especial el partido del eibarrés, que ofreció su mejor imagen después de la lesión con una asistencia marca de la casa, lo que es una gran noticia para lo que se viene encima. También hay que destacar que Sola y Merino reaparecieron en la segunda parte, lo que dota al técnico de más efectivos para el futuro.

RCD Espanyol

Sergi Gómez (Calero, m.44), Rubén Sánchez (Óscar Gil, m.46), Denis Suárez (Melamed, m.46), Lazo (Vidal, m.69) y Gragera (Vini Souza, m.90).

2

-

3

Real Sociedad

Merino (Brais, m.71), Navarro (Oyarzabal, m.71), Sola (Barrenetxea, m.80), Carlos Fernández (Sorloth, m.80) y Marín (Illarramendi, m.80).

  • Goles:

  • Árbitro: Muñiz Ruiz del comité gallego, asistido por I. Alonso y F. Blanco. Amonestó a Óscar Gil, Braithwaite, expulso a Cabrera con doble amarilla en el minuto 90 y amonestó a Carlos Fernández.

  • Incidencias: 15.867 espectadores en el RCDE Stadium de Cornellá.

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Barrenetxea sigue de lateral. A pesar de que Álex Sola logró entrar en la convocatoria, Imanol no quiso arriesgar con él y mantuvo en el lateral a Barrenetxea, que jugó un buen encuentro, por lo que formó de salida con un once muy parecido al del Valladolid, con la entrada de Brais por Marín y Oyarzabal por Navarro. Los nueve restantes repitieron respecto a la semana pasada, con Remiro bajo palos; Zubeldia, Le Normand y Rico completando la defensa; Zubimendi e Illarramendi en las dos primeras alturas del centro del campo; Kubo de extremo derecho y Sorloth como principal referente ofensivo.

En el Espanyol, que contaba con la baja por sanción de Pierre-Gabriel, Diego Martínez sustituyó la ausencia de su máximo goleador Joselu alineando arriba a Puado y a un Braithwaite que fue duda hasta última hora a costa de perder el centro del campo.

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Zubimendi atrae, Illarra rompe. El Espanyol planteó un partido valiente con un 1-4-4-2 con el que trató de ir a buscar a la Real arriba para presionarle hasta con cuatro jugadores en salida de balón, los dos delanteros y los extremos Vidal y Melamed. En los primeros minutos logró generar una buena ocasión con el remate de cabeza de Calero a centro de Darder que salvó a bocajarro Remiro. Pero fue un espejismo porque la Real sabía perfectamente cómo combatir el planteamiento perico para salir de esa situación. Lo que hizo Imanol fue posicionar a los suyos en un dibujo de 1-4-3-3 con Kubo y Oyarzabal abiertos en los extremos para fijar a los laterales Gil y Oliván, respectivamente. En la zona ancha Illarramendi y Brais hacían lo propio con Darder y Brais mientras que en iniciación Zubeldia y Le Normand atraían a Puado y Braithwaite.

La película arrancaba en función de la decisión de Darder. Si se quedaba con Illarramendi, Zubimendi salía con el balón conducido para conectar por dentro con Brais. Si Darder saltaba a por Zubimendi, el de Mutriku encontraba una autopista por dentro que no la podían tapar ni Óscar Gil ni Aleix Vidal. Por ese espacio se coló el cuadro txuri-urdin para hacerse con el partido.

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Centro del campo

Zubimendi e Illarra impusieron su ley en la zona ancha para superar la presión local y lanzar a los hombres de ataque

En el lanzamiento de un córner pudo marcar Zubimendi, pero su disparo lo bloqueó Cabrera, y en la jugada posterior Oyarzabal, con un remate con mucho efecto que a punto estuvo de sorprender a Álvaro Fernández. Pasado el cuarto de hora fue Brais el que dobló el pase por la derecha a Kubo para que encarase a pierna cambiada y rematase al lateral de la red. La Real mandaba en el campo.

Kubo arma el fusil. Los realistas se dieron tanta cuenta de que el espacio estaba en la banda izquierda que hasta Zubeldia se empeñó en cruzar balones a Oyarzabal para que, desde ahí, Illarramendi entrara por el pasillo interior. La jugada del 0-1 fue el mejor ejemplo. El de Azkoitia levantó el periscopio y la cruzó para el eibarrés, que la retuvo lo suficiente para que Illarramendi dispusiera de metros suficientes para centrar. Sorloth atacó el primer poste, no conectó el remate pero el espacio que generó fue suficiente como para que Kubo recogiera el rechace, armase su fusil y ejecutara a Álvaro Fernández, que no acertó a detener el disparo del japonés, que hizo su quinto gol en la Liga.

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Extremos

La Real abrió el campo con Kubo y Oyarzabal;el primero marcó dos goles y el segundo dio uno hecho a Sorloth

Sentencia en la reanudación. El gol hizo mucho daño al Espanyol, que quedó noqueado a merced de la Real. Antes del descanso Brais pudo marcar de cabeza en un pase por arriba y por el carril central del Zubimendi, pero Cabrera lo evitó debajo de los palos. También la tuvo Sorloth tras una dejada de Oyarzabal pero no acertó de zurda a encontrar los tres palos.

En la reanudación, Diego Martínez cambió a 1-4-3 con Darder de organizador y De Sousa y Denis Suárez de volantes para contener la superioridad realista en el centro del campo. Pero dio lo mismo, porque Illarramendi interpretó muy bien la situación y lo que hizo fue encontrar los espacios a la espalda de De Souza para ganar en ventaja a un pivote menos defensivo como Darder. Por ahí se coló para recibir un balón de Zubimendi y lanzar a Oyarzabal, que le dio un gol hecho a Sorloth en el segundo palo.

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Con el tercero de Kubo la cosa pareció hecha, pero hubo que sufrir tras el tanto de Darder en una acción a balón parado y el de Oliván, tras ganar la espalda a Sola con una pared con Lazo. Pero bien está lo que bien acaba y los tres puntos viajaron hasta Gipuzkoa. Era lo justo.

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