Real Sociedad: Empate y gracias ante el Osasuna

Ni con el once de gala. Imanol no regateó en recursos para el regreso de la Real Sociedad a la competición y puso en liza a su alineación de gala. Del once que más minutos ha jugado en Liga solo se ausentó Llorente en beneficio de Aritz, aunque hay que recordar que el beasaindarra se perdió muchos partidos en su día por lesión y que cuando se interrumpió el campeonato allá por marzo ya había recuperado su sitio en el equipo.

Con Remiro bajo palos, en la línea defensiva de la Real Sociedad formaron Zaldua y Monreal en los laterales, con Aritz y Le Normand en el eje de la zaga. El salto de calidad del conjunto txuri-urdin entre enero y marzo llegó de la mano de esta pareja y el oriotarra confió en ella para el primer compromiso tras el coronavirus. En el centro del campo se mantuvo el triángulo formado por Zubeldia, Merino y Odegaard, que no logró combinar nunca con fluidez, mientras que arriba apostó por presentar inicialmente la jerarquía de Portu y Willian José -dos de los tres más veteranos del once junto a Monreal- para acompañar al capitán Oyarzabal. La estrategia de la Real Sociedad pasaba por guardarse en la recámara balas como las de Isak o Januzaj, hombres explosivos capaces de hacer mucho daño con partidos rotos, pero cuando entraron apenas aportaron algo.

Arrasate, con la idea de la Copa. El de Berriatua conoce de sobra a la Real Sociedad y puso en práctica el mismo esquema que tantos problemas le creó en el partido de Copa de enero. Entonces, y a pesar del 3-1 blanquiazul, Moncayola estrelló una pelota en el larguero con 1-1 y los dos goles decisivos guipuzcoanos llegaron a balón parado. De forma que cambió su habitual 1-4-4-2 para repetir el mismo sistema de entonces, jugando con un 1-5-3-2 con el que reforzó la defensa con un hombre más y también el centro del campo para hacer frente numéricamente al triángulo txuri-urdin en la medular.

Tanto le gustó lo que planteó su equipo aquel 29 de enero que repitieron muchos de sus jugadores, como Vidal y Estupiñán en los carriles, Unai García atrás, Brasanac e Iñigo Pérez de interiores y Cardona arriba. La idea era tapar a la Real por dentro para dificultar su circulación de balón y contragolpear rápido con dos delanteros tras recuperación.

Otra mano de Le Normand. Desde el principio se vio que el partido no sería fácil. La Real Sociedad no cogió posición en el campo y así era imposible someter al rival. Osasuna le obligó a jugar en largo, bien por una presión alta en los saques de meta o porque ató a Merino y Odegaard con los pegajosos marcajes de Brasanac e Iñigo Pérez, que desactivaron la creación realista. Y claro, por arriba todos los balones eran para la mayor envergadura de Unai, Navas y David García. Además, a cada pérdida le sucedía un rápido contragolpe rojillo, como el que al cuarto de hora salvó Le Normand. Willian José trató de cambiar el juego, Estupiñán interceptó el servicio y Adrián se metió hasta la cocina. Menos mal que el bretón anduvo rápido para cortar el peligro.

Sin embargo, no estuvo tan afortunado en el minuto 28 cuando regaló un penalti al rival que puso muy cuesta arriba el choque. Fue en una penetración navarra por la izquierda, donde Estupiñán y Adrián camparon a sus anchas frente a un Zaldua que no daba abasto en inferioridad numérica. El caso es que Adrián centró y Le Normand tocó el balón con el brazo, a pesar de que hace intención de retirarlo. Ya le pasó lo mismo en el Camp Nou y cuando algo se repite es que no es casualidad, sino que hay una causa detrás. Tendrá que aprender a manejar mejor las manos dentro del área porque se enfrenta a un verdadero problema como no lo haga. Tres puntos han costado en dos partidos.

Antes del descanso la única vía de entrada que encontró la Real Sociedad fue cuando juntó a Zaldua con Odegaard por la derecha, aunque el centro del lateral lo despejó Unai García cuando Oyarzabal se aprestaba a empujar. Otro servicio del noruego por dentro a Portu acabó con remate del murciano alto. Con todo, la mejor opción del primer periodo la tuvo Aritz en una falta lateral colgada por Odegaard. David García despejó y Portu metió el pase preciso para pillar a la zaga rojilla saliendo. Aritz rompió en posición correcta pero Rubén evitó de milagro el tanto desviando a córner.

Cambio de dibujo. Para intentar arreglar las cosas Imanol cambió su dibujo para meter a Zubeldia entre los centrales, colocar a Merino de organizador, a Oyarzabal por dentro como Odegaard y poner arriba a Portu y Willian José. Vamos, el mismo sistema que Osasuna. Con él tuvo más balón y combinó mejor, pero le costó llegar arriba, más allá de cazar alguna contra como la que permitió empatar en una genialidad entre Merino, Willian José y Oyarzabal. Pero el paso de los minutos consumió a la Real Sociedad ante un cuadro rojillo que no ganó por los pelos, con un taconazo de Brasanac que salió lamiendo el poste.