Real Sociedad - Elche: Dame pan y llámame tonto

El partido estaba predestinado a un triunfo txuri-urdin desde que el Elche se quedó con un jugador menos en el minuto 7, pero después hubo que sudar sangre para conseguirlo porque a estas alturas la cabeza y las piernas no van a la misma velocidad. Así que tuvo que ser Aritz el que acudiera al rescate con un testarazo en un córner bien tocado por Januzaj. Ya en el descuento, Oyarzabal hizo el segundo en un día en el que, además del buen partido del belga, hay que destacar la actuación de Silva y la segunda parte de Zubimendi.

Dos retoques en el once. Imanol Alguacil apostó por una alineación muy parecida a la que presentó en Huesca, con dos novedades importantes en el centro del campo con la entrada de Silva y Guridi. El canario, que ya había jugado media hora la última jornada, dio el paso definitivo para ayudar al equipo en un momento clave en su camino hacia Europa, mientras que el azpeitiarra venía de ser titular en el anterior compromiso en casa contra el Celta. Se da la casualidad de que el triángulo formado por Guevara, Guridi y Silva fue el mismo que goleó al Elche en la primera vuelta allí. Imanol no da puntada sin hilo.

El resto del equipo no lo tocó demasiado, porque atrás repitieron los mismos, es decir, Remiro bajo palos y Gorosabel, Aritz, Le Nomand y Monreal en la línea defensiva. Guevara recuperó su posición de organizador único por delante de los centrales escoltado por Guridi y Silva, mientras que arriba formaron Januzaj, Isak y un Oyarzabal que volvió a la banda izquierda después de haber actuado en las dos últimas jornadas de enganche.

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Contra diez, menos espacios. El encuentro estuvo marcado por la tempranera expulsión de Raúl Guti por una durísima entrada sobre Gorosabel que le pudo causar una seria lesión. Vázquez Figueroa estuvo atento desde el VAR para avisar a Cordero Vega, que anduvo muy despistado todo el partido. Pero el Elche ajustó bien en defensa con uno menos pasando a un repliegue intensivo en 1-4-4-1 con Fidel por dentro con Mfulu en la sala de máquinas y Milla en la izquierda, quedando Lucas Boyé como referente más adelantado.

La Real necesitaba tres cosas a partir de ahí: abrir el campo, tener paciencia y circular rápido el balón. Y solo la primera hizo medianamente bien. En esos contextos adelantarse en el marcador es determinante pero no tuvo la claridad en el remate o en el último pase para hacerlo y los minutos empezaron a inquietarle.

Januzaj y Silva se encontraron fácil por la derecha pero el canario la echó arriba delante de Gazzaniga cuando estaba más pendiente de asistir que de rematar. Un gran pase de Silva a la ruptura de Oyarzabal hizo que éste la dejara de cabeza para que Isak se metiera hasta la cocina pero la picó demasiado cuando el meta ilicitano se le tiró a los pies. Le Normand, en una acción de estrategia botada por Silva, remató al lateral de la red en una buena posición.

Gol anulado a Monreal. Corría el minuto 26 y tanto iba el cántaro a la fuente que se rompió cuando Monreal remató al fondo de las mallas un balón mal controlado por Verdú. Pero el VAR anuló la acción por una supuesta posición adelantada de Silva en el inicio de la jugada que no quedó muy claro por la ubicación de Barragán. De todas formas, para entonces ya se sabía que después de expulsar a Raúl Guti el arbitraje de Cordero Vega iba a dejar mucho que desear. La demostración más palpable ocurrió en el minuto 45 cuando Verdú, que tenía amarilla, abrazó a Isak con las dos manos en una carrera y no le expulsó. El cántabro sabía que dejaba al Elche con nueve y no quiso hacerlo. A eso se llama prevaricar. Así que entre una cosa y otra la Real consumió el último cuarto de hora antes del descanso bajando el pistón, a pesar de un centro de Januzaj desde la derecha al que Isak no llegó en el segundo poste.

Salvados por la estrategia. Tras el descanso Imanol acertó dando a entrada a Zubimendi porque este generó mucho peligro por el pasillo central con sus conducciones y pases verticales y Barrenetxea tenía uno contra uno en la izquierda. El problema es que entre Januzaj, Silva y Gorosabel concentraron todo el juego en ataque y Escribá les cerró bien ahí con Palacios, Marcone y Milla. Cuando el reloj empezaba a amenazar Aritz sacó petróleo en el minuto 71 en un córner botado por Januzaj tras elevarse más que Mfulu. Un golazo que vale tres puntos, la certificación casi del pasaporte europeo y permite viajar más tranquilos el miércoles al Wanda Metropolitano.