La sorpresa que le tenía guardada San Mamés a un jugador de la Real Sociedad

El derbi entre el Athletic y la Real Sociedad dio mucho que hablar. Y es que pese al resultado (derrota de los txuri-urdin por la mínima -Athletic 1 - Real 0) las dos aficiones demostraron la rivalidad tan sana que hay entre ambas cada vez que sus equipos se ven las caras, bien en el nuevo San Mamés, bien en el Reale Arena de San Sebastián. Sea como fuere, anoche sobre el césped la afición del Athletic dejó claro una vez más que aún tiene cuentas pendientes con algunos jugadores. Es el caso de Alex Remiro, jugador que en su momento decidió no renovar por el Athletic para fichar por la Real Sociedad.

El meta de Cascante, indiscutible a día de hoy en la portería de la Real Sociedad, se incorporó al entorno del Athletic en 2012 pero no fue hasta la temporada 2014-15 cuando dio el salto al filial del equipo bilbaíno. Posteriormente fue cedido al Levante y al Huesca, destinos en los que brilló con luz propia pero que no le sirvieron para que le abrieran las puertas del primer equipo en el Athletic.

Sin embargo, cuando todo apuntaba a que Remiro debutaría en Primera tras la marcha de Kepa al Chelsea y la lesión de Iago, el de Cascante se quedó fuera de la convocatoria. ¿El motivo? No haber renovado aún su contrato con el club presidido por aquel entonces por Josu Urrutia. El siguiente presidente del Athletic, Aitor Elizegi, también intentó su renovación pero sin éxito. Finalmente, Alex Remiro acabó fichando por la Real Sociedad, equipo en el que se convirtió en titular de forma indiscutible. Su grandes actuaciones le valieron para ser internacional e incluso ganar este mismo año la Eurocopa de Alemania.

Anoche en San Mamés, la afición del Athletic de Bilbao no dudó en dedicar una sonora pitada al meta de Cascante. Lo hizo cada vez en cada salida de balón que realizaba la defensa de la Real sociedad o cuando se disponía a sacar de puerta tras una ocasión rival. Lo mismo sucedió cuando Aramburu, Zubeldia, Aguerd o Zubimendi proponían salir con el balón jugado. Sea como fuere, el ambiente entre jugadores y aficiones fue de diez, y los futbolistas de Real Sociedad y Athletic demostraron su buen rollo después del choque.