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El día que la Real Sociedad entró en la historia
Efeméride ·
Hoy se cumplen cuarenta años del primer título de Liga de la Real, el día en que Zamora se convirtió en leyenda por su gol en El Molinón de GijónLa Copa que levantó Asier Illarramendi a principios de mes es el triunfo de una generación. El de realistas que ya peinan canas, que traen ... al mundo a nuevas generaciones y que no habían visto ganar un título al equipo blanquiazul. El germen de todo esto cumple hoy cuarenta años. Cuatro décadas de la página más gloriosa que ha firmado la Real en su centenaria historia.
Un título de Liga. El primero. Nada más y nada menos. El momento de decir 'soy el mejor'. La respuesta a todo en el deporte profesional. Solo el cielo estaba por encima de la Real aquella tarde de El Molinón. La cosa empezó con sol y acabo en lluvia, charcos, paraguas y barro. No podía ser de otra manera. El primer título liguero para la Real fue un ejercicio de superación. Por lo que había pasado un año antes, en aquella tarde para el olvido en el Pizjuán. En 1980, la Real caminaba hacia la gloria en una pasarela que dominaba de cabo a rabo. Batió el récord de imbatibilidad y la lógica apuntaba a que debía alzarse con el campeonato. Sin embargo, hubo que esperar un año, 365 días de preguntas, que tuvieron el final más feliz posible.
«Los segundos que pasaron desde el gol hasta que pitó el árbitro se nos hicieron eternos», dicen los protagonistas
emoción final
Zamora atrajo la atención de 30.000 personas cuando armó su pierna derecha. Ahí metió a la Real en la historia
el gol
Porque la Real no podía ganar la Liga a falta de dos jornadas. O con un aseado 0-2. No. Lo hizo con la épica por compañera. Con los pantalones llenos de barro y en un césped donde el balón ni botaba ni podía seguir una línea recta. Lo hizo en una tarde que empezó con crema de sol y acabó con gabardinas. Del 0-1 de Kortabarria al 2-1 con goles de Mesa para el Sporting. 'Otra vez nos va a pasar'. El pensamiento sobrevoló la mente de los quince mil seguidores que viajaron hasta Gijón y en toda la expedición txuri-urdin. Sin embargo, el destino deparaba algo muy distinto en el tiempo de prolongación.
El 10 de la Real
El 10 de Pelé, de Maradona y de Messi. De Xabi Prieto, Javi Pedro y Mikel Oyarzabal. Pero sobre todo, el de Jesús Mari Zamora Ansorena. En El Molinón se convirtió en leyenda. Siempre se espera algo distinto del que lleva el número 10. El errenteriarra no defraudó. Hablamos de un jugador referencial, distinto al resto. El engranaje perfecto entre el martillo que era su tocayo Satrústegui y el más puro gambeteador de la Liga, que respondía al nombre de Roberto López Ufarte.
Zamora llevaba el 10. En la Real y en la selección. Y el destino le tenía preparado su gran momento de gloria. Bajo la lluvia gijonesa, donde 30.000 personas siguieron con la mirada el tiro cruzado del jugador realista. Bueno, algunos menos porque según cuentan testigos presenciales, unos cuantos aficionados txuri-urdin ya habían abandonado el campo con la rabia de volver a vivir una decepción, como la de un año atrás.
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«Fue una explosión de alegría y sentimiento»
Sin embargo, esta vez no. Bertoni, la prima del Madrid, el Pizjuán... estaban ya borrados. Comenzaba una nueva historia. Años después de su gol en el Mundial, Andrés Iniesta reconocía que cuando miró a la portería «se hizo el silencio». Algo parecido le pasó a Zamora y en su descargo hay que decir que estaba más lejos y que el campo estaba embarrado. En cuanto el balón tocó la red, el éxtasis, el júbilo, la algarabía estallaron en la zona donde se encontraban los seguidores blanquiazules y entre los propios jugadores sobre el césped. Cuando volvieron de abrazarse contra las vallas en el fondo que da a la playa, Enríquez Negreira, árbitro de la contienda, dejó unos segundos más «que se hicieron eternos», según cuentan varios de los protagonistas. Después, la celebración en el campo, en Donostia y en toda Gipuzkoa.
Sporting
Castro, Uría, Cundi (Óscar Ferrero, min. 21), Jiménez, Maceda, Redondo, Abel, Ciriaco, Mesa (Doria, min. 80), Joaquín y Enzo Ferrero.
2
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2
Real Sociedad
Arconada, Celayeta (Larrañaga, min. 80), Olaizola, Alonso, Górriz, Kortabarria, Idigoras (Bakero, min. 56), Diego, Satrústegui, Zamora y López Ufarte.
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Goles: 0-1: Kortabarria, de penalti (min. 7). 1-1: Mesa (min. 44). 2-1: Mesa (min. 46). 2-2: Zamora (min. 90).
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Árbitro: Enríquez Negreira (Colegio catalán). Amonestó a Uría, Óscar Ferrero y Doria por el Sporting, y a Alonso y López Ufarte por parte de la Real.
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Incidencias: 34ª y última jornada. Partido disputado en El Molinón de Gijón.
Zamora, lejos de hacer suya la mayor hazaña de la centenaria historia de la Real, siempre se ha referido a su tanto como «el gol de todos. No de los jugadores, sino de los que estaban en el banquillo, de la directiva y de los empleados. El gol de todo el mundo que es Real Sociedad».
Esperando a la tercera
El 26 de abril de 1981 es la fecha de las fechas en la historia txuri-urdin: la primera Liga. La siguiente temporada llegó la segunda para completar un reinado de difícil olvido. Además, la escuadra entrenada por Alberto Ormaetxea levantó la Supercopa y en Hamburgo estuvo a un paso de meterse en una final de Copa de Europa, que habría disputado ante la Juventus de Turín.
De hecho, la Real no volvió a pelear una Liga hasta el año 1988, el de la final de Copa perdida ante el Barça, cuando fue segunda. Después, hubo que esperar 15 años, cuando en la temporada 2002/03 aquel equipo que empezaba en Westerveld y terminaba en Nihat y Kovacevic estuvo a punto de ser el Robin Hood de la Liga. El que quitaba los puntos a los ricos. Lástima que un gol en propia puerta en la antepenúltima jornada le privó de ir de mano en las dos últimas. Habría sido la tercera. Pero sin la primera, la que hoy cumple cuarenta años, nada hubiera tenido sentido.
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