Políticamente incorrecto

Balda se ganó con todo derecho un puesto en el once. Viene completando una temporada de gran nivel en el Sanse, donde se está descubriendo incluso como un lateral goleador –lleva tres tantos– y está apareciendo con asiduidad en los entrenamientos del primer equipo. Ya debutó, también como titular, en la primera ronda de Copa ante el Jove Español y recientemente fue incluido en la convocatoria ante el Espanyol.

Pero ayer no había enfrente un rival de Tercera RFEF, sino un equipo de dieciseisavos de final de Europa League. La exigencia crecía de manera exponencial. Además, al canterano le tocó emparejarse con uno de los dos jugadores más desequilibrantes del rival, Osorio, que no estaba por la labor de permitirle una plácida tarde como la de Alicante. Bastaron dos minutos para comprobarlo.

El chileno cogió fuera de sitio al de Anoeta por el carril derecho y este, en su afán por entorpecerle la carrera, acabó trabándole por detrás. Choque de piernas. La derecha del realista con la izquierda del oponente. Falta y tarjeta amarilla. El árbitro israelí Orel Grinfeeld no dudó ni un instante a la hora de amonestarle. No hubo aviso de cortesía al tratarse de la primera falta del partido. Balda le pidió explicaciones incrédulo, pero la decisión era irreversible. Con ese condicionante tenía claro que no iba a poder terminar el partido. La duda era saber el minuto en el que iba a ser sustituido.

No hubo que esperar mucho para despejar esa incógnita. Javi López ya dio pistas calentando en la banda poco tiempo después de la amarilla y el cambio llegó finalmente en el 24. Seis minutos antes de alcanzar la media hora de juego el tinerfeño entró en el lugar de Balda. Imanol no quiso correr riesgos cuando el equipo ya se había puesto por delante en el marcador. El recuerdo de la temprana expulsión de Aihen en Roma ante la Lazio seguía muy presente. Entonces el de Etxauri vio la primer amarilla en el 12 y la segunda en el 30.

Ayer no iba a suceder lo mismo. Imanol no fue políticamente correcto con el jugador. No esperó al descanso. Tenía que actuar y lo hizo. Seguro que se lo explicó a Balda y este lo entendió. En 24 minutos da tiempo para seguir aprendiendo.