Cuatro buñuelos de postre

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Desde que, tras la salida de Diego Llorente, se decidiera no fichar a nadie para la defensa, esta línea ha estado bajo la lupa de los más escépticos. Y ahora aún más tras la lesión de Aritz Elustondo. Pero en Vigo la zaga realista, que sumaba a Aihen en lugar de Monreal, cumplió con creces con su cometido de proteger a Álex Remiro. Tanto Sagnan, que volvió a demostrar que responde bien a la confianza de Imanol, como Le Normand estuvieron seguros, Aihen no sólo trabajó bien en defensa sino que también cuando se sumó al ataque, Gorosabel, inmenso una vez más, se ganó el descanso. ¿Qué más se puede pedir?

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Se ha jugado ya la quinta parte de la Liga y a muchos aún nos sorprende ver a Silva vestido de txuri-urdin. Vaya lujo. El canario está demostrando un nivel de compromiso altísimo y a su ya contrastada calidad, con pases cargados de inteligencia, se le suma un trabajo digno de elogiar. Y, encima, ayer un gol suyo sirvió para abrir el marcador. Pero es que el segundo llegó de la otra joya del equipo. Oyarzabal no se conforma con ser MVP de octubre, parece que también quiere serlo este mes. Cuando esta pareja combina asusta a cualquier rival. Aunque ayer también hubo otra pareja muy bien avenida y muy resolutiva: Portu-Willian José.

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Tres goles a Elche, Getafe y Betis; cuatro a Huesca y Celta... Y eso que a principios de temporada se hablaba de que la Real adolecía de falta de gol, que les fallaba la puntería... En Elche se encontró la llave para abrir las compuertas y la riada de goles no se detiene (y eso que alguno empezó a dudar tras el partido del Nápoles). Tenemos al pichichi de la liga (encima Imanol le exige más); Portu no solo marca (lleva ya cuatro) sino que permite a sus compañeros sumar dobletes y abrir su cuenta goleadora con auténticos regalos; marcan Januzaj, Roberto López, Isak ya ha roto el maleficio, Merino, se suma Silva... Lo hace fácil pero no lo es.

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La Real encara ya la recta final del atracón de partidos que le llevará a disputar siete encuentros en tres semanas entre Liga y Europa League y lo hace con un balance al que se le pueden poner muy pocos peros, ya que el único borrón llegó en un choque en el que se mereció más. Cuatro victorias y una sola derrota en cinco partidos jugados casi sin descanso y con una plantilla cargada de canteranos (lo de ayer fue una auténtica exhibición del trabajo de Zubieta) es una barbaridad. Ahora sólo queda un último esfuerzo, especialmente este jueves, ante el AZ Alkmaar. Lo que está en juego lo merece.