Mikel Oyarzabal llega a tiempo para la última campanada
Imanol le incluye en la convocatoria para el partido de este sábado nueve meses y medio después de sufrir la grave lesión en la rodilla
La espera ha llegado a su fin. Mikel Oyarzabal volverá a sentirse este sábado futbolista. Lejos queda ya aquel 17 de marzo de ... infausto recuerdo en el que se rompió la rodilla izquierda. Nueve meses y medio después regresa el corazón de la Real. Justo a tiempo para cerrar el año vestido de corto. La última campanada lleva su nombre.
El eibartarra no ha dejado de asistir al Reale Arena cada vez que el equipo ha jugado competición liguera o europea. Era el primero en animar a sus compañeros en el vestuario antes de iniciar el encuentro. En celebrar las victorias con sus colegas o en consolar en las derrotas. Por eso, no será extraño para él volver a recorrer los interiores de Anoeta. Saludará de nuevo a Xabi Prieto, Arconada, Zamora, Górriz y Larrañaga cuando atraviese el pasillo de la fama y echará un vistazo al trofeo de la Copa del Rey de la edición de 2020 que ayudó a levantar con ese histórico penalti de La Cartuja. Sigue en su sitio.
Entonces, en ese momento, algo cambiará cuando cruce la puerta de acceso al vestuario. Ese templo sagrado para el futbolista. Porque hoy sí que se tendrá que calzar las botas. Pantalón, medias, camiseta y botas. Pocas cosas marcan más la diferencia entre un jugador lesionado y otro que está disponible que el tipo de calzado que emplea. Un futbolista detesta las zapatillas de correr casi tanto como adora las botas de tacos. Hoy Oyarzabal volverá a atarse bien fuerte los cordones.
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No es la final de Copa contra el Athletic, tampoco las semifinales de la Eurocopa en Wembley contra Italia, ni la final de los Juegos Olímpicos contra Brasil, pero el partido de este sábado no andará muy lejos en lo emocional. El eibartarra confirma su regreso desde las tinieblas, del lado más oscuro al que se puede alejar un deportista. Esta tarde vuelve para decir que ya está aquí, que regresa más fuerte que nunca. Le estará esperando una afición que vive entregada a su leyenda.
Para algunos su regreso se ha demorado más de la cuenta, aunque también habrá a quien le haya sorprendido verle en la lista ya que le esperaba para dentro de unas semanas. Ni pronto, ni tarde, sino cuando se lo ha propuesto. Así funcionan los genios. Aparecen cuando están preparados.
Ya nada será lo mismo para el rival de la Real a partir de ahora. Desde este momento no solo tendrá que lidiar contra un equipazo, también contra Mikel Oyarzabal. El cuadro txuri-urdin recupera el factor del jugador franquicia. Hoy es más temible que ayer. Aunque no esté disponible para jugar desde el inicio, su mera presencia en el banquillo intimida. No digo nada como se le ocurra salir al campo en la segunda mitad, tanto con un marcador favorable como con otro en contra. A Unai García, Aridane y David García se les cambió la cara el viernes al mediodía cuando se enteraron de la noticia. Seguro que a Jagoba Arrasate también.
Oyarzabal fue el protagonista indiscutible en la jornada del viernesr. Sobre las once de la mañana subía por la cuesta que da acceso al campo Z2 junto a Pablo Marín y Zubimendi para iniciar el último entrenamiento previo al reinicio de la Liga. Lo hacía con una sonrisa. Todavía no se había hecho oficial su regreso. Este se comunicó segundos antes de que Imanol Alguacil empezara a hablar en rueda de prensa. 1, Remiro; 3, Zubimendi; 4, Illarramendi; 5, Zubeldia; 6, Aritz; 10, Oyarzabal. Ya no había mucho más que mirar.
El técnico oriotarra contó la intrahistoria de la convocatoria y justificó su decisión. «Jon Igarzabal, el fisio que le ha tratado, me ha dicho que está para ayudar y aportar, y yo le he visto con muchas ganas e ilusión en Zubieta. No está para los noventa minutos pero está preparado para ayudar», desveló el técnico guipuzcoano, que no ocultaba su alegría por volver a contar con el diez blanquiazul.
Reconoció que «hasta ayer –por el jueves– no hemos hablado» sobre la posibilidad de meter a Oyarzabal en la lista pero «yo lo veía muy bien». «Está sin miedo, tiene la rodilla totalmente recuperada, la lesión está prácticamente olvidada. Si lo tengo que sacar 15 o 20 minutos sé que va a meter la cabeza o el pie. Es importante tener a jugadores como él en el equipo y es una buena noticia para nosotros», destacó. No será titular, pero está preparado para dar guerra.
«Deseando jugar en el rombo»
Imanol no está preocupado por el encaje del eibartarra en el once cuando le toque jugar. «Durante el propio partido muchas veces cambiamos cosas. Es la suerte de tener tantos jugadores tan buenos e inteligentes. La vuelta de Mikel, Momo y Aihen nos va a dar más registros a la hora de poner un dibujo u otro», valoró el técnico blanquiazul, que fue más allá. «Mikel está deseando jugar con el rombo, se adapta bien a sus posibilidades», argumentó.
«Se ha perdido un entrenamiento esta semana, pero fue porque el día anterior fue con todo al suelo y le marcaron los tacos en el empeine. Está disponible, quizás le falte un poco de ritmo, pero lo cogerá en el día a día, con minutos en los partidos», se congratuló Imanol. Los aficionados que se pudieron acercar el lunes a Zubieta fueron testigos de las ganas de Oyarzabal. No evitó el choque y metió la pierna en los ejercicios como si estuviera en un partido.
No hay excusas para no asistir este sábado al encuentro. Vuelve la Real y lo hace con Mikel Oyarzabal. Un buen colofón para cerrar el año y mirar hacia el 2023 con optimismo. Con ilusión. El fútbol no debería de ser una fuente de preocupación. La Real no da motivos para ello.
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