La mitad del liderato de la Real Sociedad corresponde a la cantera

El porcentaje delata el peso cuantitativo que la formación tiene en el primer equipo de la Real. Hasta dieciséis jugadores sacados de Zubieta han aportado minutos al actual líder de Primera División, si bien dos de ellos -Urko González de Zárate y Aritz Arambarri- no forman parte del primer equipo y han tenido que saltar para cubrir contingencias. Si este peso específico de la cantera en un equipo de la máxima categoría ya es llamativo, mucho más lo es el rendimiento ofrecido por esos jóvenes valores de Zubieta. El aspecto cualitativo define más aún que el cuantitativo la aportación de la cantera. Y es que con ese 50% de minutos, esos que vienen de ser potrillos no hace mucho tiempo han contribuido a que su equipo presente el mejor bagaje realizador de la liga de las estrellas con un saldo positivo de 16 tantos: veinte marcados y cuatro recibidos. Por cierto que el pichichi (Mikel Oyarzabal), con seis goles, también forma parte de esa prolífica cantera.

No es casualidad que la Real esté en la cresta de la ola justo cuando la producción autóctona de futbolistas está en su mejor momento de salud. Esta hornada está siendo buena. Cuestión de ciclos. Hace tiempo que la labor en Zubieta es minuciosa, pero el resultado de las últimas temporadas ha sido espectacular.

Trece de los catorce canteranos de la primera plantilla han hecho su debut en Primera en el último lustro. Su debut, no ya su primera campaña con el primer equipo, que en algunos casos ha venido varias campañas más adelante. Solo se salva Joseba Zaldua, que debutó en noviembre de 2013 a las órdenes de Jagoba Arrasate. Zubeldia, Oyarzabal y Bautista debutaron en la 2015/16, Guridi en la 2016/17, Gorosabel y Guevara en la 2017/18 y hace dos temporadas, en la 2018/19, llegó el 'baby boom' de una nueva generación que hoy relanza al equipo hacia metas ilusionantes. Debutaron entonces Aihen, Le Normand, Sangalli, Merquelanz, Zubimendi, Barrenetxea y Roberto López, junto a Álex Sola, que ni siquiera ha tenido la oportunidad de pelear por un puesto en la plantilla al sufrir una grave lesión -ligamento cruzado- al término de la pasada campaña cuando jugaba cedido en el Numancia.

Tampoco es casualidad que el actual técnico del equipo líder sea quien ha hecho debutar a un buen número de esos canteranos. Aihen, Sola, Le Normand, Zubimendi y Roberto López jugaron sus primeros minutos en primera con Imanol, una vez que el oriotarra se hizo con las riendas del equipo en diciembre de 2018 sustituyendo en el cargo a Asier Garitano. Con el de Bergara habían debutado ya Sangalli, Merquelanz y Barrenetxea.

Pero una cosa es debutar y otra muy distinta caminar por los senderos del fútbol profesional de élite. Y ahí la Real ha acertado con la continuidad de sus potrillos. Trece de esos estrenos del último lustro están asentados hoy en la primera plantilla.

Puede que su primera irrupción fuera circunstancial, para tapar algún agujero, pero los datos confirman la evolución satisfactoria. De los 21 futbolistas que han debutado con el primer equipo en los últimos cinco años -desde la campaña 2015/16-, el 61,9% forma parte del primer equipo actual, curiosamente el más ambicioso de la era moderna del club txuri-urdin. No está precisamente barato entrar en la lista de veinticinco inscritos y trece de los que lo han conseguido saltaron a tapar ese primer agujero hace menos de cinco años.

El goteo ha sido constante en los últimos años. Tras el verano de 2018, se quedaron en la primera plantilla Gorosabel, Sangalli y Merquelanz, aunque el irundarra no pudo disfrutar de aquella campaña por lesión. Al inicio del siguiente curso entraron en el primer equipo ni más ni menos que cuatro canteranos más: Aihen, Le Normand, Barrenetxea y Guevara. Pues bien, la entrada de siete chavales del filial en las dos últimas campañas no ha sido óbice para que al inicio de este curso dos más se hagan un hueco: Zubimendi y Roberto López.

No es, por lo tanto, raro que los actuales jugadores de categorías inferiores se ilusionen al ver cerca su debut. Los antecedentes son halagüeños para ellos. Jon Pacheco y Nais Djouahra ya debutaron la pasada campaña en primera y se entrenan de manera intermitente a las órdenes de Imanol. Los más recientes en estrenarse han sido esta misma temporada Urko González de Zárate -no había ni siquiera debutado con el Sanse- y Aritz Arambarri. Otros como Blasco, Lobete, Robert Navarro y Ayesa también han formado parte de alguna convocatoria.

Han subido nueve en los últimos tres años pero hay mas tocando la puerta. Tan fuerte la están tocando que el Sanse también es líder de su grupo de Segunda B. Verles en Zubieta con los mayores ya no es una novedad. Es más, llamaba la atención ayer la ausencia de jugadores del filial en el entrenamiento del primer equipo. Solo Beñat Turrientes se ejercitó a las órdenes de Imanol. Los datos concluyen que, cuando lo hacen, no es para completar número de participantes por ejercicio. Para eso están, todavía en buena condición física, Jon Ansotegi y Mikel Labaka. Los canteranos se entrenan para sustentar el futuro del equipo.