Unai Simón aupa a Mikel Oyarzabal a la conclusión de la tanda de penaltis ante Suiza que supuso el pase a las semifinales EFE
Eurocopa

Mikel Oyarzabal-Unai Simón, amistad por encima de la rivalidad

El portero del Athletic y el capitán de la Real, héroes en la tanda de los cuartos, estuvieron frente a frente en el histórico penalti de la final de Copa

Álvaro Vicente

San Sebastián

Domingo, 4 de julio 2021, 07:44

«Sufriendo pero estamos en semifinales. Te quiero Unai Simón». Es la reacción en las redes sociales de Mikel Oyarzabal a la conclusión ... del partido ante Suiza resuelto el viernes en los penaltis. El capitán de la Real Sociedad echando flores a un jugador del Athletic. A quién y al mismo al que castigó en la final de Copa de La Cartuja. Sin rencor por un mismo objetivo. La amistad por encima de la sana rivalidad.

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Uno detuvo dos penaltis y provocó temblores en Vargas, que lo lanzó al cielo de San Petersburgo. El otro anotó el definitivo. En la Liga, son rivales encarnizados. Oponentes en la final de Copa en Sevilla. El segundo torturó al primero con un tanto desde la línea fatídica que dio el título a la Real. Aquel día Oyarzabal no fue el mismo de siempre. Modificó su dinámica para marcar. No hubo saltito en la carrera, el capitán bajó la mirada en el momento del golpeo y el balón salió con más potencia de lo que acostumbra.

El resultado ya lo conocen. Oyarzabal chutó a la zona segura de un zurdo como es él, con la parte interna del pie, a media altura, a la izquierda de Unai Simón. Lo contrario de lo que venía haciendo en los últimos tiempos. «Los penaltis son momentos y cosas que se trabajan. No siempre es lotería. Tenía claro lo que tenía que hacer y mis compañeros confiaban en mí. Tenía muy claro lo que tenía que hacer», confesó entonces el capitán en Sevilla. Desde hace algo más de un mes luchan juntos por el mismo sueño: recuperar el título continental para España nueve años después, cuando ellos eran unos adolescentes.

Desde hace un mes luchan por el sueño de recuperar el título continental tras nueve años, cuando ellos eran unos adolescentes

El camino a esta Eurocopa lo iniciaron juntos. Viajaron desde Loiu a Madrid para unirse a la concentración. Avión y taxi. No se habían visto desde el derbi posterior a la final. ¿Hablaron del penalti en la final? «Algo hablamos», confesaba el capitán de la Real a este periódico en la concentración en Las Rozas sin querer profundizar mucho más por no echar más sal en la herida de un rival y ya amigo. «Unai me dijo que tenía confianza en que me lo podía parar (el penalti) y yo le contesté que yo tenía confianza en que lo iba a hacer. Por suerte fue bien. Son cosas anecdóticas que se quedan ahí entre dos futbolistas que tienen buena relación». Palabra de Oyarzabal.

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Inseparables

Inseparables en la selección, Unai se ha convertido en figura esencial para transportar a España a las semifinales. Fue diana de las críticas por su fallo contra Croacia, un error grosero que él mismo admite, pero luego renació y resultó clave para que La Roja disputara los cuartos. Y se disfrazó de esencial en la tanda de penaltis. Antes de cada lanzamiento, el meta alavés consultaba un papel. Miraba al tirador, miraba la nota. Allí estaba sintetizada la carta de tiro de los helvéticos. «El entrenador de porteros me ha ayudado. No es un secreto. Todos los porteros analizamos a los jugadores. Durante el día de hoy –en alusión al viernes– había visto los penaltis que había recopilado», comentaba Simón en referencia al trabajo de Sambade. Gavranovic le engañó. Solo él, nadie más.

Porque Busquets no acertó en el primero. Y Gavranovic sí lo consiguió con el inicial de los helvéticos. Nervios, tensión... El sueño se esfumaba, se escurría como arena entre los dedos. Pero marcó La Roja, Dani Olmo. Y surgió su imponente figura. Cerró el camino del gol a Schär, abajo, duro. Erró Rodri. Sudores. Repitió Unai Simón con Akanji. Gerard hizo su trabajo, Vargas llevó el balón al cielo...

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Hasta que le llegó el turno a Oyarzabal. El futbolista de 24 años que parece todo un veterano. Un especialista en las penas máximas y mucho más. No le pudo la presión. Ni mucho menos. Ya demostró su sangre fría, témpano, en La Cartuja. Dentro. Y España está en semifinales. Una noche histórica. Inolvidable para un portero de Murgia y mágica para un extremo de Eibar. «Era injusto que llegáramos a los penaltis. Merecíamos marcar un carro de goles», manifestó el meta del Athletic, que también se alegró por sus paradas en Rusia.

Fue uno de los dos héroes de una noche inolvidable que puede cambiar el destino de La Roja. «El equipo cree en lo que hace», aseguró Oyarzabal.

Repetirán en los Juegos de Tokio y a partir de agosto, pase lo que pase, uno estará en Zubieta y otro en Lezama. Ya nada será igual

Están a dos partidos de ganar la Eurocopa. Pero ellos ya saben qué es ofrecer un título a España. Lo lograron en 2019 con la Sub 21 de Luis de la Fuente. Estaban ellos, Dani Olmo, Fabián Ruiz... Y los dos repetirán en los Juegos de Tokio. Otra nueva oportunidad para disfrutar, para abrazarse, como hicieron este viernes después de una noche histórica.

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A partir de finales de agosto, pase lo que pase, uno en Zubieta y otro en Lezama. Ya nada será igual.

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