Mikel Oyarzabal: «Me siento mejor jugador porque este año he sabido sumar sin estar del todo fino»

– ¿Por qué ha elegido el dorsal número 21?

– Es un número que me gusta porque es el día de mi cumpleaños y porque desde que era txiki tenía predilección por él. Las últimas veces que he venido a la selección he tenido oportunidad de llevarlo y esta vez como tenía la opción de elegir he optado por el 21.

– David Silva lo llevó durante años en la selección.

– Eso no tiene nada que ver aunque es bonito que recoja el dorsal de un compañero de la Real y que tanto ha marcado el juego de la selección durante años.

– ¿Le ha dado tiempo a cargar pilas entre el final de Liga y el inicio de la concentración después de la temporada tan cargada que han tenido?

– Es difícil recuperarse en tan poco tiempo después de un año con mucho partido comprimido en pocos meses por las circunstancias tan especiales que se han dado esta temporada. Estos días que he tenido hasta concentrarme con la selección me han servido más que para cambiar de aires, salir de la rutina, y limpiar la cabeza, que en estos casos casi cuenta más y es necesario.

– ¿Ha salido fuera de Gipuzkoa?

– Sí, he estado cinco días fuera con mi pareja, amigos y compañeros del equipo.

– ¿Siente usted que ha acabado la temporada castigado físicamente con la Real o es cosa mía?

– Han sido muchos meses, mucha exigencia, un año largo y claro que he terminado justo. No he terminado fino. Ahora no pienso en eso sino en que soy afortunado de estar aquí, con la selección, a las puertas de jugar un gran torneo. A muchos jugadores les gustaría estar en mi sitio. Todo futbolista quiere jugar torneos importantes como éste. Es un privilegio que quiero exprimir al máximo y así lo estoy haciendo. Siento que estoy aprovechando cada minuto de poder entrenar y jugar en la selección.

– ¿Cómo y dónde le llegó la noticia de que había sido convocado?

– Estaba en casa con mi pareja. Podía esperar estar en la lista porque últimamente era convocado pero hasta que no ves tu nombre nunca puedes darlo por hecho. No sabía nada hasta que la Federación Española colgó la convocatoria en su web y redes sociales. Me enteré al mismo tiempo que cualquier aficionado. Ver mi nombre entre los elegidos me hizo mucha ilusión.

– ¿Hay mariposas en el estómago?

– Llegarán según se acerque el estreno en la competición. Por el momento estamos centrados en entrenar y llegar bien. Tengo la suerte de haber disputado hace dos y cuatro años los Europeos Sub-21 y eso te da un poco de feedback de lo que puede ser una Eurocopa aunque por lo que estoy percibiendo la presión es mayor ahora. Por suerte soy un chico tranquilo que no le da muchas vueltas a las cosas y lo que tenga que venir vendrá.

– ¿Qué rol espera asumir?

– Tengo interiorizado que mi papel en la selección puede ser distinto al que asumo en la Real. Aquí como allí estoy dispuesto a ayudar al equipo en lo que sea y a jugar los minutos que tenga que jugar. Estoy para sumar, para ayudar al equipo en lo que pueda y necesite en cualquier zona del campo, me da igual si en banda o más centrado. Haré lo que el entrenador me pida.

– El grupo de la selección es joven como la plantilla de la Real, los dos equipos quieren el balón... ¿Hay similitudes?

– Pueden ser similares porque somos gente joven que quizás no ha tenido experiencia en otros torneos como éste pero también hay gente capacitada, de mucho nivel que puede dar el callo en cualquier momento. Sí hay diferencias, matices, entre lo que quiere un entrenador y otro, pero encuentro más similitudes porque los dos queremos el balón, queremos recuperar arriba, jugar al espacio...

– ¿Los galones que tiene en la Real Sociedad se pueden trasladar a la selección?

– La situación es distinta. Es cierto que muchos compañeros en la selección lo han sido también en categorías inferiores donde siempre me he sentido valorado y apreciado, pero en la absoluta la cosa cambia. Hay jugadores que llevan muchos años aquí, que tienen muchos más partidos internacionales a sus espaldas, con mucho peso y eso se tiene que notar. El papel que puedo tener en la Real y en la selección es distinto.

– ¿Qué significa medirse a una selección como Suecia con Isak?

– Recuerdo que jugué contra Suecia en junio del año pasado en el Bernabéu, antes de que Isak viniera a la Real. Yo no le conocía. Coincidimos calentando en la banda. Allí fue donde le vi por primera vez. Va a ser especial y bonito enfrentarme a un compañero con el que tengo una muy buena relación. Siempre gusta. Eso sí, que ese día no esté acertado y se guarde los goles para la próxima temporada en la Real.

– Dónde y en La Cartuja.

– Tener la oportunidad de poder jugar los tres partidos de la fase de grupos en Sevilla va a ser positivo para no tener que andar de un lado a otro en esta Eurocopa repartida en diferentes países. Puede ser algo que nos favorezca, además tendremos público, aficionados animando. Evidentemente La Cartuja siempre será especial para mí.

– ¿Qué va a sentir cuando pise el césped de ese estadio, cuando se ponga en el punto de penalti de la portería en la que marcó el gol de la final de Copa?

– Tendré que pisarlo otra vez para ver qué sentimientos recorren mi cuerpo. Indudablemente será algo bonito y es fácil que me vengan todos los recuerdos de esa noche para todos los realistas ya inolvidable. A todos nos gusta volver a los sitios en los que nos ha ido bien.

– No me diga que no lo ha hablado con Unai Simón, el portero del Athletic y compañero en la selección.

– (Sonríe) Vine con él en el avión y en el taxi. Salió la conversación.

– ¿Y?

– Me dijo que tenía confianza en que me lo podía parar (el penalti) y yo le contesté que yo tenía confianza en que lo iba a hacer. Por suerte fue bien. Son cosas anecdóticas que se quedan ahí entre dos futbolistas que tienen buena relación.

– ¿Guarda algo de la final?

– Tengo todo lo que se puede tener: la camiseta, parte de la red de la portería, el balón y no sé si el banderín me lo quedé o se lo entregué al club. Todo lo que me podía llevar de aquel día me lo llevé porque es una fecha histórica para mí, para el club, para todos, después de tanto tiempo. Aquellos momentos no los olvidaremos jamás. Ahora lo que hay que hacer es seguir trabajando para que no tardemos tanto tiempo en repetirlo.

– Ha ganado el DV de Oro al jugador más regular de la temporada en la Real. Es su segundo galardón en cuatro años. ¿Qué significa para usted?

– Es un premio que siempre hace ilusión ganar a cualquier jugador de la Real porque su palmarés es extenso y con grandes nombres detrás. Sinceramente me hubiera gustado hacer un año mejor. No he llegado en mis mejores condiciones al tramo final de la temporada. Lo sé yo, no hace falta que nadie me lo diga. Pero estoy contento porque he ayudado al equipo aun sin estar a mi mejor nivel. Eso es muy importante y hay que saber hacerlo. No siempre se puede estar al cien por cien técnicamente o en determinadas acciones pero hay que tener otras cosas para poder ayudar al equipo y creo que eso lo he conseguido. Puedo decir que hoy soy mejor jugador por sumar hasta cuando uno no se siente del todo bien, aun no estando fino.

– A eso se le llama madurez.

– Puede ser. Hay que saber hacerlo y saber llevarlo porque cuando las cosas no salen como uno quiere puede generar frustración. Soy consciente de que no se puede estar al cien por cien durante toda una temporada, menos en una como la que hemos pasado con 50 partidos en cinco competiciones, todo el mundo va a tener rachas, etapas. En esos momentos hay que aportar otras cosas, ayudar a que se luzcan otros compañeros, para que no se nota mucho.

– ¿Qué más le falta a la Real después de la temporada realizada?

– ¿Qué le falta? Nos estamos acostumbrando a muchas cosas buenas, entrando dos años consecutivos en Europa, ganando un título... El año que nos toque no entrar en Europa, quedemos séptimos o en peor situación, que ojalá no ocurra pero que puede pasar porque el fútbol no es una ciencia exacta, habrá que tener perspectiva y ver que lo que se está haciendo es muy grande y que hay que darle valor a lo que se consigue. El equipo, el club, está haciendo las cosas muy bien, y hay que seguir en esta dinámica.

– ¿Le ha llegado algo de la posibilidad que existe de jugar la Champions si la UEFA no permite la inscripción al Real Madrid y Barcelona?

– No tengo ni idea.

– ¿Dar un paso más en Europa es el siguiente reto de la Real Sociedad?

– Todos queremos más y nosotros también pero insisto en que hay que ser conscientes de que la cosas se están haciendo muy bien, de que se está dejando el listón muy alto, y que estamos compitiendo contra todos los equipos de muy buena manera. A ver si en la próxima temporada somos capaces de rascar algún punto más ante los cuatro de arriba. Ese puede ser otro reto para seguir dando pasos.

– Desde la perspectiva de la Real, ¿qué lectura se puede extraer del triunfo del Villarreal en la Europa League?

– Quizás puede ser un punto negativo porque van a percibir más dinero por ganar y por jugar en Champions y podrán hacer mayores inversiones.

– Y si el Villarreal ha ganado el título, ¿la Real podría?

– Son palabras mayores. Para ganar un título en Europa dependes de muchas cosas: hay que jugar bien, no perdonar para ganar partidos siempre complicados, hay que tener suerte en el sorteo de cruces... A nosotros nos tocó un rival muy difícil. Quizás tampoco hicimos nuestros mejores partidos, pero en el equipo seguimos teniendo ambición por seguir dando pasos en esta competición y vamos a ir a por ello.

– Ganar partidos sin bordar el juego como ha hecho alguna vez el equipo, ¿significa que la Real está creciendo?

– El año pasado y en este ha habido partidos en los que no hemos jugado bien y los hemos sacado adelante, pero también se ha dado el caso contrario, partidos que hemos jugado muy bien y no hemos ganado. El fútbol es eso: adaptarse. Hay partidos en los que tienes muchas ocasiones y el balón no entra como nos ocurrió en la fase de grupos de la Europa League y otros en los que un toque basta para marcar. Nosotros, la Real, tenemos que estar más cerca de jugar bien para que las cosas nos vayan bien luego.

– También influye que los rivales les respetan y se cierran en Anoeta.

– Todos los equipos nos estudiamos mucho y hoy en día es difícil hincarle el diente a cualquier rival cuando planta dos líneas juntas como ha ocurrido en más de una ocasión. Ahí es cuando tenemos que encontrar soluciones. Siempre digo que depende de nosotros.

– ¿Cuánto han echado en falta al público de Anoeta?

– No se puede calibrar. Esta pandemia ha llegado cuando Anoeta mejor estaba, cuando la comunión entre equipo y aficionado era mayor. Da gusto jugar en casa. Es positivo y bonito que le gente empiece a volver a los estadios. Lo vamos a agradecer todos. Nos necesitamos mutuamente. No sé qué temporada hubiéramos hecho con nuestra gente en la grada. Lo he pensado tantas veces... Hubiéramos disfrutado mucho. Hubiera sido una buena medicina en un año tan duro como el que hemos pasado debido a la pandemia.

– Andamos a vueltas con la continuidad de Januzaj, Isak... ¿Qué sensaciones tiene el capitán de la Real?

– Queremos hacer una plantilla que sea lo más competitiva posible, que todos los buenos jugadores se queden y que todo el que llegue para subir el nivel, que lo haga. Tengo plena confianza en quien tomará las decisiones siempre en favor del club y la plantilla.

– La Real va a ser el único club con equipo en Primera y Segunda.

– Hay que darle mucho mérito al ascenso del Sanse, al del equipo C y a la trayectoria que está trazando el equipo femenino. Hay que darle mucho valor al trabajo que está haciendo el club a nivel deportivo e institucional. Hay Real para rato.