Martin Zubimendi, joven en el DNI pero veterano sobre el campo

El centrocampista donostiarra, a sus 22 años recién cumplidos, fue el segundo más joven de todos los titulares de la final entre los dos equipos -por detrás de Unai Vencedor- y se comportó como un veterano curtido en mil batallas. Lo suyo ha sido llegar y besar el santo, porque hace un año estaba en el Sanse y ahora es una pieza básica en el engranaje del conjunto de Imanol Alguacil. Con 43 partidos en el primer equipo, 24 como titular, ya sabe lo que es ser campeón con la elástica txuri-urdin. Un récord de precocidad.

La carrera de Martín siempre ha tenido en su aita Tomás al mejor consejero, no en vano fue entrenador y preparador físico de varios clubes en el fútbol guipuzcoano. Ese conocimiento y experiencia de su padre en un mundo tan complejo como el fútbol le han ayudado a trazar su camino. Comenzó jugando en su ikastola, La Zurriola, en las faldas de Ulía donde vive, y después ingresó en la escuela del Lengokoak con sus amigos porque le pillaba cerca de casa. Ahí estuvo un año antes de fichar por el Antiguoko y dar el salto a la Real Sociedad con 13 años. Nunca tuvo prisa por ir más rápido de lo que le correspondía ni por dar un paso antes que otro. Tanto es así que compañeros suyos como Juan Uriarte, Imanol Ezkurdia y Aritz Aldasoro ingresaron antes que él en Zubieta.

Estuvo dos temporadas en el cadete, una primera en el juvenil y al segundo año en esta categoría ya tuvo ocasión de debutar con el Sanse el 22 de abril de 2017 en un partido en Zubieta ante el Logroñés. Fue Imanol el que le dio la alternativa en un filial en el que jugaban Le Normand, Zubeldia, Guevara, Sangalli y Merquelanz, entre otros. En el curso 18/19 ya formó parte oficialmente del segundo equipo, con el que ha jugado 50 partidos y conseguido 4 goles. Imanol, Aitor Zulaika y Xabi Alonso han sido sus entrenadores.

La temporada pasada fue la de su explosión en el Sanse. El ascenso al primer equipo de Guevara le despejó el camino y la llegada de Xabi Alonso, su ídolo de pequeño, supuso un refuerzo moral. Admiraba mucho la personalidad del tolosarra en el campo y el buen 'feeling' que mantiene con él le ha ayudado a dar con fuerza ese último paso al fútbol profesional. En Zubieta suelen compartir ratos charlando de táctica y de cómo afrontar distintas situaciones.

Internacional sub-19 y actualmente sub-21 apareció en el primer equipo tras el desconfinamiento y fue el mejor en la recta final de una temporada que acabó con el pase europeo en el Wanda. Ya no volvería al filial.

La inercia con la que concluyó el curso anterior la trasladó al comienzo de éste, en el que contó con la confianza de Imanol, alternándose con Guevara en la posición de 'cuatro'. Sin embargo, jugaba los partidos importantes. Sus actuaciones más destacadas coincidieron con salidas difíciles, como las europeas a Rijeka, Alkmaar y Nápoles o el derbi en San Mamés de Nochevieja. Ahí siempre destacaba.

Pasó un pequeño bache al comienzo de 2021, ya que con el regreso de Illarramendi había menos minutos para repartir. Perdió la titularidad en el Pizjuán el 9 de enero y no la recuperó hasta la visita a Old Trafford el 25 de febrero, donde como siempre ofreció un gran rendimiento. Dos partidazos más contra el Real Madrid y el Levante hicieron ver a Imanol que ya tenía pivote para La Cartuja. Y Zubimendi, como siempre, no defraudó.