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Manchester United - Real Sociedad

La lección de Imanol a Ten Hag

La pizarra ·

La Real Sociedad leyó muy bien cada movimiento del rival y fue creciendo en ataque con el paso de los minutos tras completar un partido impecable en defensa

Imanol Troyano

San Sebastián

Viernes, 9 de septiembre 2022, 07:03

El partido de la Real Sociedad contra el Atlético de Madrid fue una buena prueba para los hombres de Imanol de cara al encuentro contra ... el Manchester United. Los rojiblancos obligaron a hacer pensar rápido a los realistas en el Reale Arena a través de una presión asfixiante. Eso, a la postre, le sirvió como preparación para lo de Old Trafford.

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No es que la presión de los ingleses se pareciera mucho a la de los madrileños, pero los de Ten Hag sí que intentaron jugar en todo momento a un ritmo muy alto, lo que significaba que los realistas estaban obligados a mover la pelota a la velocidad de la luz, casi siempre en al primer toque, lo que suponía una mayor probabilidad de error en el pase.

La Real encontró primero la vía de Gorosabel para empezar a construir. Era la pieza libre por la presión rival. Ronaldo y Elanga eran los dos primeros obstáculos. Se emparejaron con Aritz y Pacheco. Fred llegaba hasta la altura de Zubimendi, el cerebro de esta Real, mientras que Casemiro hacía pareja con Silva, Eriksen, con Brais y Antony se movía entre Aihen y Merino.

El de Arrasate era, por tanto, el mejor colocado para ser el primer receptor del balón. Ten Hag se dio cuenta de esta circunstancia y varió la disposición de los suyos sin balón. Con la modificación, Ronaldo quedó como el adversario más adelantado. Elanga retrocedió su posición para cubrir a Gorosabel, mientras que el resto de diablos rojos continuaron con idéntica demarcación. Este cambio de planes favoreció a la Real, porque le permitió tener superioridad en primera instancia con Pacheco y Aritz, con la única oposición de Ronaldo. Además, Remiro podía contemporizar mejor y atraer al rival para provocar un salto y encontrar un socio.

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Cambio de sistema

La salida blanquiazul volvió a estar más clara por fuera, y Aihen fue ganando en importancia. Antony no solo vivió un partido nefasto en fase ofensiva, siempre bien tapado por el lateral de Etxauri, que disfrutó de la inestimable ayuda de Merino. El centrocampista colaboró en gran medida para que el exfutbolista del Ajax se fuera del campo resignado cuando su equipo perdía y todavía faltaban veinte minutos para el final.

Ten Hag ayudó sin querer a que la Real creciera ofensivamente. El partido defensivo de los guipuzcoanos estaba siendo escandalosamente bueno, pero aún le faltaba amenazar el área rival. Eso llegó a partir del minuto 55, a partir de los primeros cambios de cromos del técnico neerlandés.

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Sin querer, reforzó el centro de la zaga dando entrada a Lisandro Martínez, pero debilitó el lateral derecho al desplazar a Lindelöf al costado tras retirar a Dalot. Fue un regalo para Kubo, que se sintió superior en el duelo por fuera gracias a su velocidad y empezó a romper el partido. Puso dos buenos centros a Sorloth a la espalda de Lisandro Martínez antes del gol y probó a De Gea con un fuerte disparo. Imanol pasó a formar con un 1-4-3-3 con la entrada de Sorloth y más tarde de Cho. La Real no paró de crecer y esta vez le sobró la gasolina. Imanol le ganó la partida a Ten Hag.

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